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Parque Nacional del Vatnajökull – La naturaleza dinámica del fuego y el hielo

Parque Nacional del Vatnajökull – La naturaleza dinámica del fuego y el hielo

Noreste, Noroeste y Sur (Islandia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 24 03, 2022
  • Category:

Islandia resumida


Si algo marca a Islandia es su geología, una de las más originales, sorprendentes e insondables del planeta. Se juntan dos fenómenos combinados: la dorsal mesoatlántica en expansión y un punto caliente que muchos creen que es una pluma mantélica por la que llega material situado en los límites entre el manto y el núcleo terrestre. El resultado es la propia Islandia, que no tiene más de 18 millones de años. En este breve tiempo geológico se ha formado sobre su propia placa, emergida de material ígneo. La foto fija islandesa está formada por unos treinta volcanes activos que implican fenómenos geológicos de todo tipo como los géiseres, bautizados en Islandia. Además, la latitud añade complicación a la geografía nacional. Aunque en retroceso desde hace décadas, el hielo domina el lugar. Cuando se juntan ambos hechos, volcanes y glaciares, fuego y hielo, los resultados son tan bellos como peligrosos. Así ocurre en Vatnajökull, mayor Parque Nacional islandés con un 14% de la isla.

Lago Jökulsárlón en los límites del Parque Vatnajökull

El Parque Nacional Vatnajökull ocupa cerca de millón y medio de hectáreas centradas en el glaciar homónimo, el más extenso de Islandia y segundo de Europa, que cubre la mitad del Parque. Con un grosor medio de medio kilómetro, bajo Vatnajökull se suceden valles y montañas, incluidos volcanes activos como Bárðarbunga y Öræfajökull, cumbres más altas del país, y Grímsvötn, una amenaza constante para el paisaje. Fuera del glaciar está Askja, famoso gracias a su gran caldera inundada y a su erupción de 1875, que produjo el pequeño, pero bello lago geotérmico de Viti. Este joven glaciar de apenas 2.500 años aplasta de tal forma la superficie islandesa que en algunas zonas el terreno se deprime más de 300 metros bajo el nivel del mar. Aunque el retroceso de Vatnajökull es innegable, el clima está entre los más duros de la isla. La precipitación en su centro es tan copiosa que cada año se acumulan en Öræfajökull hasta quince metros de nieve que en gran parte se incorporan al glaciar.

La combinación del glaciar Vatnajökull con los fenómenos producidos por el punto caliente provoca fenómenos como los espectaculares jökulhlaups, súbitas inundaciones producidas por la fusión del hielo durante una erupción. Son solo la manifestación más extrema de la compleja hidrología de Vatnajökull. Marca el paisaje alrededor del glaciar, un yermo terreno atravesado por numerosos ríos de corta longitud, pero gran caudal. Generalmente lo hacen en amplias llanuras de tipo sandur, formadas por los sedimentos fluviales arrastrados desde el glaciar. Los sandar reciben su nombre de Skeiðarársandur, llanura al sureste de Vatnajökull. En 1996, una erupción del volcán Grímsvötn produjo uno de los jökulhlaups más extremos conocidos. El caudal de los ríos de Skeiðarársandur se multiplicó puntualmente por más de cien y en algunos lugares se ganaron doce metros de grosor de sedimentos.

Cascada Svartifoss en el Parque Vatnajökull

En otras partes del entorno del glaciar hay cañones formados por antiguos glaciares que cambian su fisionomía en poco tiempo. En el norte se encuentra el más famoso, Jökulsárgljúfur, que forma al norte del Parque una de las cataratas más famosas de Islandia, Dettifoss. El durísimo clima y la inestabilidad evitan que la vida bulla en Vatnajökull, aunque hay auténticos oasis como Skaftafell, antiguo Parque Nacional integrado hoy con el resto de Vatnajökull. Protegido por una cadena montañosa, el clima da un respiro y permite que un manto verde cubra la zona. Junto a sus columnas de basalto forman la postal de Svartifoss, una de las cascadas más famosas para el turismo. Fuera de Skaftafell, la vida escasea, aunque en las zonas volcánicas sobreviven especies de aguas subterráneas y seres unicelulares en un ambiente que replica el de los inicios del planeta. Es un aspecto más de los muchos que convierten a Vatnajökull en un laboratorio vivo donde científicos de todo tipo de disciplinas pueden analizar procesos en directo como en ningún lugar del mundo.

Desde que agrupó a varios Parques, Vatnajökull es una de las zonas más visitadas e imprescindibles de Islandia, una isla en auge turístico. La carretera que rodea la isla, Hringvegur, permite el acceso sencillo desde el sur, mientras que para la parte norte necesitaremos un 4×4, transporte por otro lado recomendable en Islandia. Los principales centros de visitantes están en Ásbyrgi y Skriðuklaustur llegando por el norte y en Skaftafell y Kirkjubæjarklaustur en el lado sur. En varios de ellos hay zonas asociadas de acampada. Dentro de la dureza del paisaje, la idea general es acercarnos en coche y continuar con itinerarios a pie, siendo los puntos más famosos la cascada Svartifoss, la caldera Askja y el lago Jökulsárlón. Para los mas valientes existen empresas especializadas para acometer el glaciar en distintas partes, entrar en cuevas heladas y ascender cumbres. Las fechas hábiles para Vatnajökull van de junio a septiembre.

Fotos: El Coleccionista de Instantes / Matthew Savage

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