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Parque Nacional Isla del Coco

Parque Nacional Isla del Coco

Puntarenas (Costa Rica)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 27 01, 2022
  • Category:

Edén pacífico


La cultura popular ha fantaseado de diversas formas con el concepto de isla desierta. Se presentan con aspecto paradisíaco: tupidas de verde en un montañoso interior y playas de fina arena. Una isla que ha servido de inspiración es la isla costarricense del Coco. Se especula que Daniel Defoe se fijó en ella para Robinson Crusoe y lo que es seguro es que Michael Crichton se inspiró en Coco para Parque Jurásico. No en vano, esta idílica isla ha sido históricamente objeto de otro mito recurrente, la del tesoro enterrado. Los de Mary Welsh y el Tesoro de Lima se supone que están aquí. La imagen de Coco como paradigma de isla paradisíaca tiene sentido, pues estamos ante la única isla tropical del Pacífico este, un vergel rodeado de un océano donde el paraíso continúa. En Coco golpea la contracorriente norecuatorial, una corriente marina que fluye de oeste a este y provoca que en las aguas de Coco se cite una ingente vida marina encabezada por grandes especies: tiburones, rayas, atunes, delfines, etc.

Costa de isla del Coco

Coco da nombre a la placa de Cocos, formada hace 23 millones de años tras su separación de la placa de Farallón de la cual también nació la de Nazca. Coco, cuya subducción bajo la del Caribe provoca los volcanes centroamericanos, solo emerge en la isla homónima, cuyo origen, hace algo más de dos millones de años, es tectónico y volcánico. Así, en sus ocho kilómetros de ancho por tres de largo tiene un perfil muy accidentado y alcanza los 575 metros de Cerro Iglesias, aunque también tiene varias llanuras interiores como Palos de Hierro. Además está rodeada de pequeñas islas, riscos e islotes como Dos Amigos, Manuelita o los Moais. El paisaje de Coco no solo ha sido perfilado por la geología, sino que el clima es fundamental. Las intensas lluvias hacen que haya varios arroyos y unas 200 cascadas. Las más espectaculares son las que sirven como desembocadura al mar al saltar por los habituales acantilados de la isla. Las bahías se acumulan en el lado norte, con bellas playas como Wafer y Chatham.

Isla del Coco está cubierta por una selva que en las partes superiores se denomina bosque nuboso. Nunca ha estado unida a continente alguno y está a más de 500 kilómetros del continente, por lo que todas sus especies han llegado por vía marítima o aérea generando un gran endemismo. En este sentido está emparentada con las Galápagos, unos 800 kilómetros al suroeste. La fauna varía según el medio de vida. La terrestre cuenta con una gran cantidad de invertebrados y solo dos reptiles, pero endémicos. La avifauna está compuesta por noventa especies con muchas migratorias que anidan en el entorno de Coco y algunas endémicas. Donde más riqueza encontraremos es bajo el agua gracias a un completo ecosistema compuesto por arrecifes coralinos, cuevas, montañas submarinas y aguas profundas. Albergan centenares de especies de moluscos, peces, tortugas marinas y mamíferos marinos. Entre las especies más icónicas se encuentran el atún claro, mantarraya gigante, varias especies de tiburones incluyendo algunas amenazadas, ballenas jorobadas, orcas, delfines y leones marinos.

Vida marina en las aguas de isla del Coco

Isla del Coco fue descubierta en 1526 por Juan de Cabezas sin que hubiera rastro alguno de ocupación previa. Dada la lejanía al continente, Coco no fue colonizada por ningún país y quedó a expensas de los piratas, que la utilizaron como base de operaciones alimentando varias de las historias de tesoros enterrados. A ellos les sucedieron los balleneros en el siglo XIX, antes de que Costa Rica reclamara la isla. Desocupada unos años más, su primer uso efectivo fue como colonia penal para prisioneros políticos, mientras en paralelo las distintas historias de tesoros hacían proliferar las expediciones en su búsqueda. Hasta 500 se han contado en la isla, sin que se sepa a ciencia cierta el resultado de todas. En 1978 se comenzaron a poner en valor los aspectos naturales de Coco, especialmente por una vida marina muy apreciada por oceanógrafos como Jacques-Yves Cousteau. Entre las principales amenazas se encuentran la flora y fauna exótica introducidas en tierra y la preocupante pesca ilegal.

Pese a la lejanía, isla del Coco es uno de los puntos de buceo más apreciados del mundo. Lo más recomendable es contratar un pequeño crucero que durante unos diez días nos llevará desde Puntarenas a isla del Coco y la irá rodeando en distintos puntos para buceo. Los barcos aprovecharán para atracar en la isla varias veces durante el viaje y hacer algún pequeño itinerario a pie. No obstante, es conveniente preguntar a la agencia, pues el grueso del viaje está destinado al buceo. No es un destino para principiantes y se suele exigir un número de inmersiones previas. De enero a marzo llueve menos, aunque la temporada alta por la cantidad de vida marina va de julio a octubre.

Fotos: Vlad Karpinsky / John Voo

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