Navigation Menu
Pórticos de Bolonia

Pórticos de Bolonia

Emilia-Romaña (Italia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 23 07, 2022
  • Category:

Ciudad techada


Hay una serie de conceptos equiparables, pero con matices: pórtico, soportal, porche, veranda, arcada, stoa… Presentes en muchas culturas, hablamos siempre de un espacio cubierto adosado a un edificio. Habituales en Occidente desde la Antigüedad, en la Edad Media se recuperaron por una causa bien mundana, la falta de espacio. Luego se hablaría de beneficios asociados como el obvio de resguardarse del clima o reservar espacio para los comercios. Sin embargo, en su origen muchas ciudades los prohibían y/o derruían porque el espacio del pórtico era en realidad de titularidad pública. El conflicto de intereses se resolvió en Bolonia apostando por ellos. Desde 1288 no solo se permitió que los edificios de viviendas se proyectaran hacia el exterior invadiendo la calle, sino que se obligó a ello y, además, a su mantenimiento por los vecinos. Este edicto convirtió a Bolonia en la ciudad con mayor longitud de pórticos de Europa con más de sesenta.

Pórtico de Pavaglione en Bolonia

Frontera sur del Sacro Imperio Germánico hasta que se rebeló, Bolonia se independizó en 1183. Aunque contaba con su temprana universidad, es la fecha clave para su desarrollo urbano, uno de los más espectaculares de la Edad Media. Se convirtió en puesto comercial gracias a sus canales de agua y la población se multiplicó, como los pórticos. También es la era de las torres, aunque el motivo para erigirlas no tuvo que ver con la presión demográfica. A finales del siglo XIII, Bolonia era una vibrante ciudad, pero empezó a sentir las consecuencias de los conflictos. Contaba con 50.000 habitantes, pero entre epidemias y disputas dio un paso atrás. Codiciada por muchos, al iniciarse la Edad Moderna quedó en manos del Papado e inició un lento declive. Pilares del desarrollo urbano como la universidad y el comercio se debilitaron. Bolonia consiguió liberarse del control papal sólo en el siglo XIX, pero luego la II Guerra Mundial dañó el centro histórico.

El centro de Bolonia ha recuperado su aura medieval y moderna. La mayoría de las torres cayeron y se rebajaron, muchos monasterios se transformaron, pero los pórticos resistieron adaptándose a cada época. La primera evidencia de ellos nos lleva al siglo XI, cuando la madera era protagonista. Tenemos un ejemplo muy temprano, del 1041, en la casa Isolani de la Strada Maggiore, de gran altura. Popularizados por todo el centro desde el edicto de 1288, el siguiente saltó legislativo nos lleva a 1567. En otro edicto, Bolonia impulsó el reemplazo de los pórticos de madera por la piedra, que desde el siglo anterior estaba empezando a ser común. También se habían regulado las medidas mínimas de los pórticos en cuanto a altura y profundidad, aunque basta pasear por Bolonia para ver que no siempre se cumplieron. Si tenías dinero, hasta podías obviar el pórtico, pues muchos nobles levantaron sus palacios renacentistas a la moda romana, sin pórtico. 

Pórtico devocional de San Luca en Bolonia

Los pórticos son tan boloñeses que los materiales modernos como el hormigón prolongaron la moda. Este fue utilizado en el Treno della Barca, a las afueras de Bolonia. También fuera del centro está el Pórtico devocional de San Luca, el más largo del mundo con casi cuatro kilómetros. Es un pasaje cubierto que lleva hasta el santuario barroco homónimo. En el centro histórico encontramos los pórticos más sobresalientes. Además de Strada Maggiore, la zona que destaca es la formada por las plazas Maggiore, Re Enzo y Nettuno. Aquí hay que fijarse en el carácter unificador que dan los pórticos al conjunto monumental y al denominado Pavaglione. Es el pórtico más destacado de Bolonia por antigüedad, longitud y uniformidad. Recorre la calle dell’Archiginnasio y la plaza Galvani. Con treinta arcos fue remodelado en el siglo XVI. A la vuelta de la esquina, en vía Farini hay tramos historicistas del siglo XIX que dan unidad a la zona. Podemos cerrar el triángulo partiendo de la basílica de Santo Stefano y recorriendo la calle hasta Mercanzia. Aquí volveremos a ver pórticos renacentistas. 

Aunque no rivalice con otras ciudades italianas como Venecia o Florencia, Bolonia es bien conocida entre el turismo y es fácil llegar a ella, incluido su aeropuerto propio. Es buena idea dedicar mínimo un día para ver con calma sitios de referencia como las basílicas de San Petronio y Santo Stefano y, por supuesto, las torres de Asinelli, de casi cien metros, y Garisenda, muy inclinada. Por todo nuestro paseo por Bolonia pasaremos por debajo de pórticos. Bolonia la grassa está considerada la capital gastronómica de Italia, palabras mayores. Al ser la capital de Emilia-Romaña, en la desembocadura del Po, tiene acceso a los mejores ingredientes del país: queso, mantequilla, prosciutto, salami, mortadela, etc. Los tortellini, pasta rellena, son originarios de aquí, como lo es la salsa más famosa de la ciudad, el ragù a la boloñesa, servido con tagliatelle. La otra manifestación cultural por excelencia en la ciudad es la música.

Fotos: Pier Luigi Ricci / Vanni Lazzari

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.