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Puente de Vizcaya

Puente de Vizcaya

País Vasco (España)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 22 12, 2021
  • Category:

Puente alternativo


Con el fin de permitir el transporte terrestre y fluvial simultáneamente, en la Revolución Industrial se idearon los puentes móviles. Inspirados en los puentes levadizos medievales, cuentan con varios diseños con un mismo fin: permitir el doble tránsito sin elevar la altura del puente demasiado para que los costes no se disparen, especialmente en terrenos llanos. Sus diseños son numerosos: basculante, plegable, rodante, retráctil, etc. El más original es el puente transbordador, del que apenas se han construido un par de docenas. El ingeniero británico Charles Smith ideó el concepto en 1873 para resolver los problemas de convivencia entre los astilleros de Middlesbrough y los ferris, pero nadie le apoyó. Hubo que esperar a que a finales de siglo dos pioneros la retomaran: el francés Ferdinand Arnodin y el español Alberto Palacio. Aunque el primero fue el más activo, Palacio se guardó el honor de ser el primero. Entre Portugalete y Getxo, en un contexto equiparable al de Middlesbrough, nació el primer puente transbordador: el puente de Vizcaya.

Vista de las dos orillas del Puente de Vizcaya

El nombre del puente hace referencia a su provincia, una de las zonas industriales por excelencia de España. Su despegue llegó en el siglo XVII gracias a los depósitos de hierro y el comercio con Inglaterra. En el siglo XIX, la actividad se intensificó con altos hornos y astilleros, con lo que se planteó un nuevo puerto para facilitar el tránsito de las mercancías por la ría del Nervión, lugar por el que se movían barcos de gran calado. Evaristo Churruca lo diseñó en 1877, pero surgieron nuevos problemas. Si bien la industria tenía libertad de movimientos en el agua, el transporte terrestre se complicó. La solución de cruzar la ría mediante ferris no era siempre la adecuada, pues las propias corrientes generadas por los grandes barcos complicaban las operaciones. Es cuando Alberto Palacio entra en escena. Este arquitecto relacionado con Portugalete viajó por Francia, donde conoció a Gustave Eiffel y Ferdinand Arnodin. Ambos le influyeron en el uso del acero y estructuras atirantadas que terminarían definiendo el diseño del puente.

Los puentes transbordadores tienen un funcionamiento completamente diferente a otros móviles. La base es que aquí no se desplaza el transporte terrestre, sino que lo hace el propio puente. Para ello, una enorme góndola cuelga de poderosos cables de acero a una estructura superior con raíles. Mientras las mercancías se cargan y se transportan, los barcos pasan al lado de la góndola. La principal limitación es el tamaño de la góndola. Al aumentar el tráfico terrestre con los vehículos a motor empezaron a ser insuficientes. No obstante, el puente de Vizcaya demostró su utilidad desde el comienzo, especialmente para que los trabajadores pudieran llegar de sus viviendas en la orilla este a las fábricas en la oeste. El puente de Vizcaya sigue en uso. Tan solo hubo que lamentar la destrucción parcial de la estructura superior durante la Guerra Civil. Fue reparada poco después con un ligero rediseño de José Juan Aracil. Desde entonces se han renovado las góndolas e instalado ascensores y una pasarela en la parte superior.

Góndola cruzando el Puente de Vizcaya

Construido entre 1887 y 1893, el Puente de Vizcaya simboliza la era industrial de Bilbao como puerta monumental a la ría. Cruza los 160 metros entre orillas con su góndola suspendida con cables trenzados de acero fijados a una estructura de 45 metros de altura bajo un diseño que previene la oscilación de la góndola. La estructura fija está construida en hierro enrejado pintado en tres tonos que recuerdan a las vetas de hierro vascas. Consta de tres partes: las dos torres dobles, de diseño totalmente similar, y la pasarela superior en la que se encuentra el vehículo mecánico que, al moverse por sus raíles, transporta la góndola. El diseño de Palacio fue posteriormente inspiración para otros puentes transbordadores construidos en distintos puntos del mundo. Hoy es de los pocos que continúa operativo y sigue sumando pasajeros a los más de seis millones que han hecho el trayecto.

Bilbao, cada vez más apreciada por el turismo gracias a su renovación y obras icónicas como el Guggenheim, es la ciudad de referencia para visitar la ría. El Puente de Vizcaya se encuentra a media hora en transporte público: tren hasta Portugalete o metro hasta Areeta, dependiendo de la orilla. Otra opción es llegar en excursiones en barco para ver el puente desde otra perspectiva, pero muchos no paran y regresan a Bilbao. Tenemos dos opciones para atravesar el puente: según su sentido original, en la góndola, o por la pasarela superior. Como es probable que necesitemos ir y volver, podemos alternar. Es bastante más caro utilizar la pasarela, pues se considera visita turística e incluye audioguía y cartelería. También se pueden solicitar visitas guiadas para grupos. Es importante elegir un día con buen tiempo, pues la pasarela se puede cerrar si llueve intensamente.

Fotos: simmering_prop / Xosé Castro Roig

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