Navigation Menu
Qinghai Hoh Xil

Qinghai Hoh Xil

Qinghai (China)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 15 09, 2021
  • Category:

Interminable techo


Una meseta es una extensión relativamente llana, rodeada muchas veces de zonas montañosas, pero a bastante altitud, formada por procesos volcánicos o erosivos. La mas alta del mundo, conocida como el techo del mundo, es la meseta Tibetana-Qinghai. Su altitud media, más de 4.500 metros, está por encima de muchas grandes cordilleras. Esta joven meseta, producida tras la colisión del subcontinente indio contra Asia en paralelo a la formación del Himalaya, es además excepcionalmente extensa. Incluyendo parte de tres provincias, la meseta Tibetana-Qinghai ocupa lo mismo que cinco Francias juntas. Los geólogos no se ponen de acuerdo de si esta meseta era así de plana antes de elevarse o ha sufrido procesos erosivos posteriores, pero buena parte está formada por estepas alternadas con zonas lacustres. Entre las segundas destaca Hoh Xil, la cordillera azul. Situada en el suroeste de Qinghai, además de su belleza los lagos atraen a una fauna adaptada a la altitud.

Paisaje lacustre de Hoh Xil

Hoh Xil ocupa cerca de cuatro millones de hectáreas extendiéndose principalmente de oeste a este. La carretera 109 y el ferrocarril Qingzang dividen la zona protegida en dos. Al oeste queda la Reserva Natural de Hoh Xil y al este la menos extensa subzona del río Soja-Qumar, parte de la Reserva Sanjiangyuan. Ambas están por encima de los 4.600 metros, lo que hace de esta región una de las más frías del planeta. Se llegan a alcanzar los -45 grados centígrados. Las precipitaciones son reducidas por el efecto pantalla del Himalaya y además caen en forma de granizo. En la parte oeste se ubica la principal zona lacustre de la meseta, una región de más de cien lagos, algunos endorreicos y otros que descargan a la cuenca del Yangtsé. Lagos como Zhuonai, Hoh Xil, Yinma, Taiyang o Lexie Wudan tienen sus diferencias, pero el paisaje es parecido: ausencia de árboles, manto de plantas de cojín pulviniformes y de fondo las montañas Kunlun, en las que se acumulan los numerosos glaciares de Hoh Xil que alimentan los lagos.

La vida en Hoh Xil presenta muchos retos, especialmente por clima y altitud. Flora y fauna se han adaptado especialmente. Más de un tercio de las especies de flora son endémicas y también un 60% de los mamíferos, especialmente los herbívoros, que lo son en su totalidad. La flora depende mucho de la estación: aunque pueda parecer parca  todo el año, en verano se forman alfombras de flores, sobre todo en torno a los lagos. La gran extensión protegida asegura que Hoh Xil sea un santuario para alguno de los herbívoros como el antílope tibetano. Llegan todos los veranos por decenas de miles para establecerse en las orillas de los lagos, especialmente Zhuonai, y criar. La Reserva es tan relevante que cuatro de cada cinco crían aquí. Cuando llega el invierno muchos se van, pero unos 40.000 permanecen. Otros mamíferos comunes son el yak salvaje, asno salvaje kiang, gacela del Tíbet, lobo y oso negro. También se han registrado cerca de cincuenta aves y seis peces.

Carretera y rebaño en Hoh Xil

La meseta Tibetana-Qinghai es la tercera zona menos poblada del planeta, tras Groenlandia y Antártida, y Hoh Xil no es la excepción. El gobierno chino estima que viven apenas 150 pastores. Su actividad dentro de la zona protegida es totalmente tradicional y se ha mostrado sostenible durante generaciones, en parte por el carácter sagrado de zonas naturales como montañas y cuevas. No obstante, la gestión de las Reservas vigila desde 1995 las zonas de pastoreo para evitar excesos que lleven a la desertificación, especialmente en Sanjiangyuan. Más peligrosa resulta la concurrida carretera que corta la región justo en la ruta de migración de los antílopes tibetanos, que van de Sanjaiguyan a Hoh Xil. Como hablamos de miles de ejemplares atravesando la carretera, la solución ha sido la de cortar el tráfico en horas señaladas para permitir el paso de la fauna. La vía férrea, más reciente, lo ha solucionado con pasos subterráneos suficientemente anchos.

El turismo no es precisamente uno de los principales factores de riesgo de Hoh Xil, porque llegar aquí es complicado. La infraestructura es mínima, aunque al menos la manera de llegar es relativamente sencilla, pues la carretera 109 y la línea de ferrocarril paralela marcan el camino. Golmud en el norte y Nagqu en el sur son las ciudades en los extremos de esta región, pero entre ambas tenemos 800 durísimos kilómetros con gran desnivel. Ir en coche nos permitirá hacer parada en alguna de las tres estaciones de servicio que hay en el camino. Ya sea desde estas o de camino es posible ver la fauna, aunque los lagos nos quedarán lejos. Para llegar a estos, la única opción es unirse a alguna de las expediciones científicas que de vez en cuando peinan la zona. Aunque siempre sean extremas, en verano las temperaturas son más aceptables.

Fotos: Mark爱生活 / Xudong Zhai

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.