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Región vitícola del Alto Duero

Región vitícola del Alto Duero

Viseu, Vila Real, Braganza y Guarda (Portugal)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 25 06, 2022
  • Category:

Destino Reino Unido


En 1703, Portugal firmó un tratado que ha marcado y marca económicamente este país. En plena Guerra de Sucesión española, acordó con su tradicional aliado Reino Unido el tratado de Methuen con dos capítulos fundamentales: militar y comercial. Esta segunda parte tuvo consecuencias que, según algunos historiadores, hizo perder el tren industrial al país al atarse al sector primario. Gracias a la reducción arancelaria, Methuen facilitó la importación de textiles ingleses y la exportación de vinos. Portugal consolidó un enorme mercado que alentó la producción vitícola en regiones como Alto Duero. La fama del vino de Oporto viene de entonces. Mientras en la desembocadura del río se multiplicaban las bodegas donde se almacenaba el vino con destino a Inglaterra, río arriba se producía. No sin disputas entre agricultores y comerciantes, el vino fortificado de Oporto despuntó y fue ampliando su superficie cultivada. Especialmente en el siglo XIX mediante unas terrazas que parten del río dándole al paisaje del Alto Duero su característica postal.

Paisaje de terrazas del Alto Duero

La historia de los viñedos del Alto Duero parten de tiempos romanos, cuando la región fue adaptada para el cultivo de productos mediterráneos. Tras etapas más inciertas, en el siglo XII monjes cistercienses retomaron los cultivos fundando varias quintas. La era de los descubrimientos supuso el primer gran impulso gracias a las características del vino de Oporto. Al ser fortificado y resistir mejor los viajes, el vino ganó fama, aunque antes del siglo XVII prácticamente todo el consumo era interno. La primera referencia a esta región llega en un texto holandés de 1675. Acontece durante su internacionalización, gracias principalmente a las guerras anglofrancesas. Con el mercado francés vetado, los comerciantes británicos miraron a Portugal. El tratado de Methuen aseguró este mercado que fue definitivamente monopolizado por el socio. Oporto se llenó de comerciantes ingleses que forzaban bajadas de precio. La creación en 1756 de la primera denominación de origen, marcada con 335 marcadores de granito, estabilizó la situación antes de la filoxera. Como en el resto de Europa, esta plaga afectó la producción durante años.

El Alto Duero vio en la crisis una oportunidad de renovación de su producción vitícola, de modo que el paisaje que vemos hoy proviene de esta época. Entre otras cosas, esta etapa sirvió para extender los viñedos hacia el este, hasta la frontera española. La producción tradicional se había concentrado en su afluente Corgo. El terraceo de los viñedos se especializó ganando altura y anchura y las cifras de producción crecieron. Administrativamente, la denominación aumentó sus funciones con la figura del beneficio, que marca la cantidad de mosto a producir de acuerdo a la calidad de un viñedo. En los años 70 se introdujo cierta mecanización, además de un nuevo aumento de superficie cultivada con los viñedos verticales, plantados en planos inclinados. Aunque el paisaje ha sido afectado, lo cierto es que el cultivo sigue siendo artesanal, al menos hasta llegar a la bodega.

Pueblo de Pinhão en el Alto Duero

Las montañas Marão y Montemuro protegen el Alto Duero, vertebrado por unos setenta kilómetros del río entre Lamego y Vila Nova de Foz Coa. El Duero está aquí levemente embalsado, lo que lleva su anchura a variar entre los 100 y 200 metros. La profundidad del cañón había evitado la presencia de pueblos en las orillas, así que el río fue represado sin apenas dañar el contexto. Además de otros cultivos como olivas o almendras, en ambas orillas se producen los famosos vinos fortificados de Oporto, pero también el vino de mesa Duero, cada vez más apreciado. En torno a Pinhão se encuentran las principales quintas, fincas agrícolas. Es el corazón del Cima Corgo, región central de las tres del Alto Duero. Al oeste queda la tradicional Baixo Corgo y al este la orográficamente más compleja Douro Superior. En todas se puede apreciar el terraceo, aunque dependiendo de la antigüedad veremos socalcos o patamares. Los socalcos son terrazas más tradicionales, tanto los muretes de pizarra estrechos e irregulares, como las más anchas y regulares de finales del XIX. Los patamares son terrazas modernas.

A falta de pueblos y monumentos que destaquen, el Alto Duero es un paisaje que se disfruta en ruta. Cómo hacer esa ruta es la principal decisión a tomar, siendo las dos mejores alternativas en coche y barco. En coche podremos tener mejores perspectivas haciendo uso de miradores como São Salvador do Mundo, Casal de Loivos o São Leonardo de Galafura, tres de los más frecuentados. En Pinhão tendremos la mayor oferta de pequeños cruceros por el Duero, excursiones que suelen contratarse también con una cata de vinos en alguna quinta. Hasta Pinhão podemos llegar también en tren desde Oporto en un escénico recorrido histórico, pues este medio de transporte también favoreció la producción local. Desde Oporto es posible llegar también en barco, un recorrido que implica varias esclusas.

Fotos: Ramiro / Daniel VILLAFRUELA

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