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Santuario de fauna y flora salvaje de la cadena del monte Hamiguitan

Santuario de fauna y flora salvaje de la cadena del monte Hamiguitan

Dávao Oriental (Filipinas)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 31 05, 2021
  • Category:

Diversidad filipina


Mindanao es la segunda isla por tamaño de Filipinas y la más biodiversa. Su gran rugosidad, irregular costa y geología generan paisajes muy diferentes que van desde picos volcánicos a llanuras pantanosas, pasando por zonas montañosas. Estas son abundantes y comprenden varias cordilleras, siendo las costeras del este de generosa altitud y cercanía al mar. Uno de los accidentes más pronunciados en el litoral es la alargada península Pujada, ubicada entre la bahía homónima y la de Davao. Su altura más pronunciada es el monte Hamiguitan. Da nombre a un santuario de fauna y flora  que se desparrama por las laderas que miran al este y se detienen a 75 metros sobre el nivel del mar. Pese a ocupar apenas unas 17.000 hectáreas, este santuario tiene unas tasas de biodiversidad sobresalientes gracias a sus distintos ecosistemas: más de 1.300 especies entre las que el endemismo es sobresaliente con más de 300 especies filipinas. Entre estas son famosas varias especies de plantas carnívoras y dos aves en estado crítico de conservación: águila y cacatúa filipinas.

Bosque enano en Hamiguitan

Hamiguitan no es el único punto caliente de biodiversidad en el sur de Mindanao, donde se acumulan montes cuyos entornos funcionan como islas del preciado hábitat isleño: Apo, Malindang y Matutum. Hamiguitan alcanza los 1.637 metros, pero todo el santuario presenta una pronunciada rugosidad con verticales paredes hasta llegar a la costa, circunstancia que ha favorecido su conservación. Otro factor que marca la región es su sustrato, en el que tienen protagonismo rocas ultramáficas de origen volcánico, de bajo porcentaje de sílice y más propias del manto terrestre que de la corteza. Este tipo de sustrato, presente aquí a partir de los 500 metros de altitud, alberga especies adaptadas al mismo, generalmente bosques enanos, por lo que el endemismo es habitual. En cuanto al clima, estamos en una de las zonas tropicales húmedas más acusadas del planeta, con una altísima humedad y habituales precipitaciones con una breve estación seca. Esto genera multitud de pequeños riachuelos que desembocan rápidamente en ambas bahías y cascadas de bella factura como Pandugaan. 

Las diferencias de sustrato y sobre todo de altitud son las causantes de la gran variedad de ecosistemas en Hamiguitan, que en su reducido territorio distingue cuatro tipos de bosque. Entre ellos, el más apreciado es el bosque enano, que crece en áreas por encima de los 1.200 metros con sustrato ultramáfico. Aquí, los árboles no sobrepasan los tres metros de altura, mientras que en tierras más bajas hay ejemplares de treinta metros. Especialmente en las tierras altas es donde están la mayoría de plantas jarro del género Nepenthes. Son plantas carnívoras de particular forma que aquí cuentan con varias especies endémicas. Entre la fauna, este endemismo es también pronunciado, tanto en las más de cien especies de mariposas con en pequeños mamíferos y anfibios. No obstante, dos de las más de cien aves son las especies más carismáticas de Hamiguitan. La cacatúa filipina cuenta con menos de mil ejemplares, principalmente por su caza para venta como animal exótico. El águila filipina, la mayor en su género en el viejo mundo, es el ave nacional, pero su reducción de hábitat ha sido fuerte. En Hamiguitan se localiza uno de sus principales puntos de anidamiento.

Planta del género Nepenthes en Hamiguitan

La inaccesibilidad del Santuario es la principal ventaja en la conservación. Salvo en las partes bajas, donde históricamente ha habido talas limitadas de los grandes árboles de la selva baja, el resto está intacto. Tanto es así que muchas especies de flora y fauna han sido descubiertas recientemente y se espera que el número aumente con más expediciones científicas. En la parte sur de Hamiguitan, no obstante, sí están presentes varias comunidades de reducido tamaño y actividad sostenible. De hecho, están muy comprometidas con la conservación de su hábitat y son los primeros en intentar limitar talas, caza y minería ilegal. Esto se reforzó en 2004 con el nombramiento como Parque. 

Visitar Hamiguitan no es sencillo y, de hecho, hay amplias zonas del Santuario excluidas para cualquier actividad no científica. Mati es la puerta de entrada, aunque su pequeño aeropuerto apenas ofrece servicio y muchos llegan desde Davao. En Mati podemos disfrutar de la bahía Pujada con sus actividades acuáticas y playas como Dahican. Hamiguitan está unos kilómetros al sur, pero la visita por libre puede ser decepcionante. El centro de visitantes en San Isidro es excepcional, pero la zona para dar luego un paseo está limitada. Una opción más completa y aventurera es contratar una excursión de unos dos días de trekking por el interior. La isla de Mindanao tiene problemas de seguridad en algunas partes, es bueno informarse antes de viajar.

Fotos: Long Henson / Thomas Gronemeyer

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