Ancestros de madera
El grueso poblacional de la costa este canadiense se sitúa en la isla de Vancouver, frente a la cual se sitúa la ciudad homónima. Es la única área metropolitana en una complicada región. Más aún lo es el archipiélago Haida Gwaii, que se extiende en paralelo a unos setenta kilómetros de la costa, los del estrecho Hecate. Lo componen dos grandes islas, Graham y Moresby, más otras 150 pequeñas. Haida Gwaii está en un extremo de la plataforma continental y su sección oeste es mucho más escarpada. Todo está tupido de bosque con especies endémicas y otras tan carismáticas como la mayor subespecie de oso negro. Vivir aquí no es fácil: en 10.000 kilómetros cuadrados, una extensión similar a Jamaica, apenas viven 5.000 personas. Buena parte pertenecen a la etnia indígena norteamericana haida. Según los registros arqueológicos llevan aquí al menos 13.000 años. Evolucionaron hasta hacerse reconocibles por sus canoas, viviendas y totems y finalmente verse afectados por la llegada de los colonos. Uno de sus sitios más reconocibles es el de SGang Gwaay, justo en el extremo sur.
Los haida son uno de los grupos étnicos más carismáticos del noroeste de América. Según algunos científicos, los primeros Sapiens en América bordearon desde el estrecho de Bering pasando por el archipiélago, en el que se quedaron algunos que con el tiempo formaron los haida. Tuvieron éxito gracias a los numerosos recursos naturales y formaron sociedades matrilineales con clanes que colaboraban o guerreaban entre sí. Comerciaban con otras etnias en la costa continental, aunque en otras ocasiones montaban grandes saqueos por la costa entrando y saliendo de aldeas con sus enormes canoas. Los contactos con los occidentales empezaron a finales del XVIII. Hubo también tanto comercio de pieles como altercados. En 1851 se descubrió oro en Haida Gwaii y los contactos aumentaron. Entonces, la viruela hizo su trabajo: el 90% de los haida no la resistieron. Además, el proceso de aculturación de los colonos los dejó al borde de la desaparición. Solo en las últimas décadas han reivindicado sus raíces.
Los haida llegaron a tener unas cien aldeas, pero muchas se abandonaron. Así sucedió con SGang Gwaay, también conocida como Ninstints, como se llamó un jefe local. Está localizada en la isla Anthony, casi el punto más al sur de Haida Gwaii. Habitada desde hace dos milenios por los haida Kunghit, su expuesta posición cercana a Vancouver hizo que protagonizara muchos encuentros con occidentales. Su jefe Koyah gobernaba la aldea, de 300 personas, a finales del XVIII, cuando tuvo algún encontronazo que afectó a SGang Gwaay. Durante todo el siglo XIX fue la norma, además de guerrear contra otras aldeas como Skidegate. En 1862, una fuerte epidemia de viruela dejó a SGang Gwaay debilitada. Nuevas enfermedades redujeron la población a treinta individuos. Finalmente, en 1885 decidieron mudarse a Skidegate. Gracias a su remota localización y su abandono pasó bastante inadvertida y se libró de la iconoclastia de las autoridades cristianas. Fue la naturaleza la que abrazó la aldea y sus totems.
Los totems haida suelen ser troncos enteros de cedro rojo labrados con figuras antropomórficas y zoomórficas que identifican la historia de una familia. Solían tener en la parte superior tres figuras con sombrero que representaban a los vigilantes de la aldea. Los totems solían ponerse en el frontal de las viviendas, también de madera, aunque en SGang Gwaay están en los límites, al pie de la playa mirando al mar. Para un haida, un tótem es arte y naturaleza simultáneamente: se espera que una vez labrado la erosión lo consuma y retorne a la naturaleza. Así estaba sucediendo, por lo que desde 1930 se rescataron algunos. Quedan 32 in situ que forman la imagen más cautivadora de SGang Gwaay. Una vez pasados podemos ver las diez viviendas que mejor han soportado el paso del tiempo.
Visitar SGang Gwaay no es sencillo por una cuestión de distancia y precio, pero es más que posible. Skidegate, con un pequeño aeropuerto, es la entrada más adecuada para el archipiélago Haida Gwaii. Aquí está el centro patrimonial haida, primer contacto con este pueblo. Es una reproducción de aldea haida con seis totems y varias construcciones para talleres, exposiciones, ponencias y el museo de historia haida. Hay cinco aldeas originales abandonadas que se pueden visitar. Cuatro están dentro del Parque nacional Gwaii Haanas, sección sur del archipiélago. SGang Gwaay es la más lejana de estas. Para llegar necesitaremos contratar con alguna agencia local una excursión en barco de mínimo cuatro días o un combinado hidroavión y zodiac. En el sitio nos recibirá una watchman, encargados de velar el sitio que sirven también como guías. Aunque en Haida Gwaii no nieva mucho, el invierno no es desde luego la mejor época para venir.
Fotos: Brodie Guy / neil banas
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