Irresistibles lagos ácidos
El flamenco enano no tiene nada de enano. Se le llama así porque sus noventa centímetros son bastantes menos que los del flamenco común, del que también le diferencia su pico negro. El flamenco enano no está presente por encima del Sáhara porque no es un animal de grandes migraciones: solo se mueve cuando las circunstancias varían. Va siempre detrás de su comida favorita, unas algas que crecen solo en lagos alcalinos. Estos lagos se definen por su alta acidez debido a la concentración de sales carbonatadas. Son lagos que presentan entornos extremos, pero la alta disponibilidad de dióxido de carbono hace que tengan mucha vida en su interior. Los vertebrados que se acerquen a ellos, no obstante, tienen que estar adaptados a sus condiciones. Este tipo de lagos están extendidos por el mundo, aunque las condiciones de aridez y geología del Gran Valle del Rift hacen que aquí sean habituales. En estos lagos, como el Nakuru o el Bogoria, se llegan a reunir más de un millón de flamencos enanos componiendo una de las postales más famosas de África.
Flamencos en el lago Nakuru
El Gran Rift es una enorme fractura geológica que, con el tiempo suficiente, desgajará África en dos. La parte este de la fractura tiene una actividad constante de la que son prueba los montes Kilimanjaro y Kenia. El Gran Rift está formado por dos fallas de cadenas montañosas entre las que queda un valle que será inundado por el mar en unos diez millones de años. De momento, desde Etiopía hasta Malawi lo que abundan son los lagos. Estos tienen distintas profundidades, formas, edades, tamaños y composiciones. No todos son alcalinos, aunque entre los ocho del Rift de Kenia son mayoría. Varios están protegidos por la biodiversidad que atraen sus orillas y por las estampas que forman sus cristalizadas orillas. Tres de los lagos, por encima y debajo del ecuador, están interconectados entre sí. De norte a sur son el Bogoria, Nakuru y Elmenteita.
Bogoria tiene forma alargada, con el pantanal de Kesubo en la parte norte y la escarpadura de Siracho en el este. El lago tiene mucha actividad y se pueden contar más de diez géiseres. Esta actividad ha modificado y modifica el aspecto de lago, protegido desde 1973, que ahora mismo es nutrido por varios manantiales termales, ríos e incluso desde su fondo. No tiene salida alguna, por lo que se vacía por evaporación. El lago está a unos 990 metros, lejos de los 1.754 del Nakuru, uno de los más famosos de África. Es el más grande de los tres y su forma es más redondeada. Protegido desde 1961, está sin embargo rodeado de zonas desarrolladas que pueden estar afectando su alcalinidad. Un poco al sureste del Nakuru, con quien de hecho estuvo unido en el pasado, se encuentra el pequeño lago de Elmenteita. Su aspecto es más parecido al Bogoria por la sequedad de la zona. De hecho, al sur hay una zona homónima de badlands. Este lago es el menos profundo y muchas veces no llega ni a un metro.
Actividad geológica en el lago Bogoria
Los tres lagos están relacionados, pero también tienen sus diferencias. Nakuru es el más verde de los tres y el que más biodiversidad atrae. Los flamencos suelen ir a la contra del resto: cuanto más profundo es un lago y más vida atrae, menos alcalinidad, menos algas y por tanto menos flamencos, que se mudan a los otros dos lagos. Pero el Nakuru es tan relevante o más por lo que ocurre en sus orillas: aquí campean especies amenazadas como las jirafas de Rothschild y dos especies de rinoceronte extremadamente sensibles. Junto a ellos hay multitud de herbívoros y sus depredadores: leones, guepardos, leopardos y enormes pitones. Los flamencos no son ni mucho menos las únicas aves: más de 400 especies se citan aquí en el invierno europeo, cuando llegan las migratorias, muchas de las cuales también anidan. Es un espectáculo ornitológico de pelícanos, grullas, cormoranes, cigüeñuelas, avocetas, patos, garzas, águilas, marabúes, etc.
Al lago Nakuru se puede viajar en un solo día desde Nairobi, pues está a unos 140 kilómetros, pero merece la pena dedicar varios días. Aunque tiene un pequeño aeropuerto, el viaje en coche hasta aquí es espectacular por las vistas del Gran Rift. Es mejor venir en 4×4 y utilizarlo directamente para el safari en el Nakuru. Es aconsejable traer un buen teleobjetivo para no ahuyentar a los animales. Se puede dormir en un lodge y viajar al día siguiente a los otros dos lagos, mucho menos turísticos. Es cierto que tienen menos biodiversidad, pero complementan al Nakuru. En Bogoria es también típico ir a alguna piscina termal. Los flamencos se van moviendo de lago en lago, por lo que si no los vemos en Nakuru será buena idea ir al Bogoria. En todo caso, al Gran Valle del Rift es mejor venir en estación seca, de enero a abril.
Fotos: Guillaume / Valentina Storti
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