Navigation Menu
Templo del Cielo, altar imperial de sacrificios en Beijing

Templo del Cielo, altar imperial de sacrificios en Beijing

Pekín (China)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 21 04, 2018
  • Category:

Conexión celestial


Hace unos 4.000 años que en China se adora de manera especial al cielo. Esta adoración precede en el tiempo a las religiones posteriores que tanta influencia tendrían, como son el taoísmo y el confucionismo. Sin embargo, en ellas el culto a los ancestros, el politeísmo y la comunicación con los dioses permanecieron como base sobre la que se construyeron religiones más complejas. También se incorporó el dios Shangdi, o simplemente Cielo o Tian, principal representante del altar celestial. Las dos últimas dinastías imperiales chinas, Ming y Qing, tuvieron en cuenta este legado cultural. Los Ming construyeron el complemento religioso de la Ciudad Prohibida de Pekín: el Templo del Cielo. Aquí venían todos los emperadores en ceremonias bianuales para pedir por las cosechas. El Templo del Cielo se localiza en el sureste de la ciudad, tal y como manda la geomancia china. Los símbolos no acaban ahí, el templo está lleno: combinaciones de cuadrado-tierra y círculo-cielo, la presencia del número nueve como símbolo de suerte, otras numerologías astronómicas, colores azulados celestiales, una representación del sagrado monte Tai, etc.

Salón de la Oración por la Buena Cosecha en el Templo del Cielo

El tercer emperador de los Ming, el afamado Yongle, fue el responsable de levantar tanto la Ciudad Prohibida como el Templo del Cielo. Al traerse la capital de Nankín a Pekín, necesitaba nuevas estructuras. Ambos complejos quedaron acabados sobre el año 1420. En el siglo XVI, el emperador Jiajing amplió el terreno añadiendo el Altar Circular, además de erigir en la ciudad otros tres templos asociados en los otros tres puntos cardinales: Tierra, Luna y Sol. Con los Qing se mantuvo la importancia. Qianlong lo renovó en el siglo XVIII, poco antes de que las apreturas económicas empezaran a complicar la vida en China. En 1889, el Templo arrancó una mala etapa: el templo principal fue destruido por el fuego causado por un rayo. Ya reconstruido, durante el levantamiento nacionalista de los boxers las potencias extranjeras ocuparon el Templo causando daños y saqueos. En 1918, la zona fue declarada como parque público tras haber sido prohibidas las ceremonias unos años antes.

La principal zona monumental está localizada en un parque de casi tres kilómetros cuadrados, uno de los espacios verdes más grandes del centro de Pekín en el que sobreviven viejos pinos. A lo largo del parque hay 92 edificios construidos de acuerdo a requisitos filosóficos muy concretos, pero tres de ellos son los que forman el eje principal. Las miradas se dirigen al reconstruido Salón de la Oración por la Buena Cosecha. En este fantástico edificio circular de 36 metros de ancho y 38 de altura en tres niveles era donde se realizaban las ceremonias de la cosecha. Está completamente construido con madera sin clavos, lo que lo hizo presa fácil del fuego. Enlazado a través de un puente está la versión pequeña de este templo, la Bóveda Imperial del Cielo. Tiene un solo nivel y está rodeado por la Muralla del Eco. Aquí era donde los reyes homenajeaban a sus ancestros. Más al sur aún está el Altar Circular, una plataforma de tres niveles en mármol con dragones esculpidos. El número nueve rodea al Altar, que tiene en su centro el altar llamado Yang Supremo, diseñado para hacer reverberar el rezo.

Altar Circular en el Templo del Cielo

Más allá de la arquitectura, el Templo del Cielo es relevante por su simbolismo durante las dos últimas dinastías imperiales. Para entender este hecho hay que comprender lo que significaba el Emperador en la espiritualidad china: eran considerados los representantes del Cielo en la Tierra. El Templo del Cielo, por tanto, funcionaba como el canal de comunicación entre ambos mundos, donde se realizaban las plegarias y los sacrificios de animales. Dos veces al año, el emperador salía de la Ciudad Prohibida y, vestido ceremonialmente, entraba en el Templo del Cielo sin la presencia del pueblo llano. Ahí, entre músicas y otros detalles milimétricamente planificados para evitar malos augurios, el emperador pedía o agradecía por las cosechas. Tras ello se retiraba a ayunar al Hall de la Abstinencia.

El parque del Templo del Cielo es un enorme espacio con zonas de juego, ejercicios, etc. muy popular entre los habitantes. Especialmente intensa es la actividad por las mañanas y los fines de semana, cuando el parque ofrece pintorescas imágenes de gente haciendo tai chi, ceremonias, bailes étnicos, ajedrez, etc. El parque está en el sur del distrito de Dongcheng, al lado de la entrada de metro de Tiantandongmen, literalmente la Puerta Este de Tian, como se conoce al parque. Hay también multitud de líneas de autobús que rodean el parque. Está abierto casi todo el día, aunque la zona monumental tiene un horario más restringido. Es también de pago e incluye una audioguía en la que se examina el simbolismo de los templos.

Fotos: Nikolaj Potanin / Zcm11

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.