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Territorios y mares australes franceses

Territorios y mares australes franceses

Tierras Australes y Antárticas Francesas (Francia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 28 03, 2022
  • Category:

Francia subantártica


De todos los estados, Francia es con doce el que más husos horarios gestiona. Puede sorprender porque el territorio europeo solo tiene un huso, pero la herencia colonial es todavía poderosa. Francia tiene presencia en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico contando sus islas por centenares. Entre todos estos territorios suma cerca de tres millones de habitantes, pero no todas están ocupadas. Las más desiertas y aisladas se encuentran en el sur del océano Índico, donde solo hay destacamentos militares y científicos. Son los territorios australes, encabezados por las islas Kerguelen, situadas a más 2.000 kilómetros del continente más cercano. Más cerca están otras islas como el archipiélago Crozet y las islas San Pablo y Ámsterdam. Todas son sinónimo de desolación para la vida humana, pero también de oasis para la marina. En sus 67 millones de hectáreas circundantes el mar bulle de vida, mientras que en la superficie se agolpan enormes comunidades de especies como el pingüino rey, albatros y elefante marino.

Colonia de pingüinos rey en Crozet

Las islas Kerguelen no solo suponen casi el 95% del territorio austral francés emergido, sino que son las más relevantes geológicamente. Son la principal sección emergida de la gran meseta oceánica homónima, compuesta principalmente de rocas ígneas. Kerguelen está compuesta de la extensa isla Grande Terre, que está rodeada de otros 300 islas e islotes. Grande Terre es una accidentada sucesión de bahías, fiordos, promontorios y penínsulas con tres accidentes relevantes: el volcán Ross a 1.850 metros, Cook, mayor glaciar francés, y el ya derruido arco de Kerguelen. Unos 1.250 kilómetros al oeste se encuentra el archipiélago Crozet, formado por tres pequeñas islas y dos islotes. Todas fueron formadas por el mismo punto caliente en desplazamiento hace menos de diez millones de años. Pese a su origen volcánico y relieve, no se ha observado actividad alguna en los últimos tiempos. A otros 1.250 kilómetros de Kerguelen, pero al norte, están San Pablo y Ámsterdam. A estas sí se les conoce actividad reciente. En el siglo XVIII se perfilaron sus características bahía y acantilados respectivamente. 

Los tres grupos se encuentran en el sur del océano Índico, aunque San Pablo y Ámsterdam pertenecen a las zonas templadas-frías y el resto se consideran climáticamente subantárticas. El ecosistema típico de todas es una pobre, pero muy endémica tundra, mientras que la vida que ha llegado hasta tan lejos lo ha hecho por mar y aire. Entre la fauna isleña destacan los cincuenta millones de aves que las utilizan como descanso o cría. Destacan las mayores poblaciones conocidas del segundo pingüino en tamaño, el rey, o el amenazado albatros pico amarillo. Otras especies de pingüinos y albatros forman enormes colonias, mientras que en las playas también son abundantes las concentraciones de elefantes y lobos marinos. En mucha menor escala, la población de invertebrados es también interesante por su endemismo y adaptaciones generadas. Las especies de moscas y polillas, por ejemplo, han tendido a perder sus alas. El aislamiento de los territorios australes también beneficia a una rica vida marina en la que destacan las especies pelágicas y los delfines.

Glaciar Cook en Kerguelen

Hay tantas islas y están tan aisladas que se puede afirmar que algunas de ellas no han sido pisadas por el hombre. Esto no quiere decir que los tres grupos no hayan tenido sus intentos de colonización y que, de hecho, una isla en cada caso, Possession, Grande Terre y Ámsterdam, tengan presencia con menos de 200 personas en total. Las dos islas en zona templada-fría fueron avistadas en el siglo XVI y reclamadas por Francia en el XIX, país que descubrió Crozet y Kerguelen a finales del siglo XVIII. Además de ser protagonistas de mitos, historias y naufragios, todas fueron utilizadas por cazadores de focas o ballenas, actividad que se revertido con la extrema protección que gozan. Además del control de las escasas pesquerías, la principal e inconclusa tarea ha sido eliminar las especies exóticas. Aún se resisten poblaciones de roedores, conejos, felinos, insectos, praderas e incluso ciervos que afectan a la fauna autóctona. 

Una prueba más del aislamiento de los territorios australes franceses es el número de turistas que llegan anualmente, contados en decenas. Aunque ocasionalmente surgen expediciones y es buena idea unirse a una, la manera más habitual de venir es a bordo del barco Marion Dufresne, que cuatro veces al año parte de Isla Reunión y forma un círculo visitando las tres islas con bases científicas. Es un barco orientado a dar servicio y reponer víveres al personal de las bases, de modo que el turismo es secundario y está sujeto a disponibilidad. Por lo general no se aceptan más de doce turistas con varias limitaciones de edad y a un desorbitado precio. En principio, el viaje dura unas cuatro semanas, la mitad de navegación y el resto sobre alguna isla.

Fotos: The Official CTBTO / B. Navez

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