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Tumba tracia de Svestari

Tumba tracia de Svestari

Razgrad (Bulgaria)

Macedonia mirando al norte


Los tracios, al norte de Grecia, conformaron uno de los grupos más extensos y numerosos en la Europa del Este antes de nuestra era. Hablar de ellos es complejo, pues no estamos ante una entidad política o étnica bien definida, sino que estaban compuestos por unas 200 tribus, cada una con matices en lengua y cultura. Luego se asociaban entre sí para formar grupos más reconocibles, aunque las fronteras entre todos eran difusas. Así sucedía con los dacios y los getas, dos grupos cuyas diferencias son tan escasas que algunos expertos hablan de dacio-getas. Los primeros ocuparon la zona de los Cárpatos y los segundos se instalaron en ambas orillas del curso bajo del Danubio, donde pudieron compartir región con los moesios. Los getas tuvieron su cénit en el siglo III a.C., cuando combinaron unión e independencia. Helis, su capital, ha sido buscada por los arqueólogos. Las principales ruinas candidatas están cerca de varios túmulos que parecen reales. El principal de todos es Svestari, cuya decoración interior incluye elementos únicos.

Interior de la tumba de Svestari

La denominada traciología nace en tiempos romanos, cuando esta vasta región empieza a ser objetivo para expandir el imperio. Hasta entonces, para los griegos los tracios no eran más que incómodos bárbaros cuyas tierras fueron ocupadas por persas y macedonios. En concreto, Alejandro Magno y Lisímaco conquistaron la zona, que no obstante mantuvo mucha autonomía. Inevitablemente, partes de Tracia como Geta se fueron helenizando. Sobre el año 200 a.C. se fueron aliando con las polis griegas ofreciendo seguridad frente a otros pueblos más ingobernables. El recuerdo de Alejandro, además, había calado entre los getas hasta el punto de ser parte de su culto. Al llegar los romanos, los getas se resistieron. El rey Burebista logró unir a todos los dacio-getas, pero posteriores dirigentes se aliaron con los romanos para conseguir ventajas personales. Como en otros casos, fue la llave para anexionarse parte de Tracia. En el año 6, toda la orilla sur del Danubio se convirtió en la provincia romana de Moesia.

Esto incluyó ciudades como Helis y tumbas como Svestari, que forman parte de la zona arqueológica de Sboryanovo. Aglutina lo más relevante de los getas y no ha dejado de producir hallazgos en las últimas décadas. Entre los restos se incluyen varias necrópolis de las que Ginina es la más relevante, gracias en buena parte a Svestari. La tumba fue descubierta en 1982 y pertenece al siglo III a.C. Aunque comparte época con la tumba tracia de Kazanlak, también en Bulgaria, estilísticamente se acerca más a Vergina, de origen macedonio. No es posible saber a qué rey perteneció, pero algunos señalan a Dromiquetes, uno de los más conocidos por sus encuentros con Lisícrates, con quien llegó a acuerdos. Dromiquetes pudo caer en batalla unos años después y ser enterrado de forma apresurada. La tumba así lo refleja, pues sus frescos parecen a medio hacer. El tesoro de la tumba fue saqueado hace tiempo, pero sí se han encontrado los restos que acompañaron al difunto: una esposa y varios caballos.

Acceso a la tumba de Svestari

El túmulo de Svestari mide unos doce metros de alto y setenta de diámetro. La entrada en el sureste da acceso a todo un hipogeo formado por un dromos, antecámara de la tumba, y dos cámaras funerarias rectangulares. El interior de la principal imita la disposición de un hogar, con dos tumbas que parecen camas y un templete. El elemento más especial de Svestari lo encontramos en la caliza tallada de las paredes. Se ven cinco medio columnas y sobre todo diez cariátides únicas: la mitad inferior es vegetal, en forma de palmeta, y la superior de mujer. La posición de sus brazos ayuda a soportar el levemente decorado friso y el techo abovedado. Además, juntas transmiten la imagen de un coro de plañideras. Aún quedan restos de policromía en ocre, marrón, azul, rojo y lila. En la pared opuesta a la entrada, en la luneta, está el principal fresco. En él se ve un héroe dirigiéndose a caballo hacia una deidad.

Isperih, a unas dos horas de Varna y menos de Ruse, es la ciudad de referencia para la zona de Sboryanovo, a la que aún le falta explotar su potencial turístico. La zona de 140 monumentos no tiene solo restos de los getas, sino de más épocas, como la capilla musulmana Demir Baba Tekke. En la necrópolis de Svestari podremos ver otros túmulos, pero sin duda el más especial es este. Al llegar hay que apuntarse a una hora para verlo con guía obligatoriamente. Mientras podremos ver el resto. En el interior de Svestari hay una pequeña exposición y al final está la tumba. Las medidas de seguridad son estrictas: solo se puede uno asomar unos minutos a la tumba y no se pueden sacar fotografías.

Fotos: Interact-Bulgaria / Interact-Bulgaria

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