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Zona de explotación minera de la “Gran Montaña de Cobre” de Falun

Zona de explotación minera de la “Gran Montaña de Cobre” de Falun

Dalarna (Suecia)

Cobre imperial


El cobre es uno de los metales más utilizados por el hombre gracias a sus propiedades transmitiendo calor y electricidad y su facilidad de aleación. Incluso hay teorías que hablan de un cercano agotamiento total, aunque afortunadamente se puede reciclar. El 95% del cobre en circulación se ha extraído desde el siglo XX, pero su minería tiene una larga historia. Su existencia metálica en estado natural ha hecho que se utilice desde hace unos 10.000 años, mientras que su fundición se inventó en cuatro lugares diferentes impulsando distintas Edades del Bronce, aleación de que la forma parte. Su uso entonces era en utensilios, tejados, monedas, etc. En la Edad Moderna, el cobre fue capaz de levantar imperios. Fue el caso de Suecia, que en el siglo XVII se apoyó en su Gran Montaña de Cobre en Falun para crecer más allá de su economía rural. Durante ese siglo, dos terceras partes del cobre mundial salieron de aquí.

Agujero Stora Stöten en Falun

En esta región de suaves colinas alternadas con lagos, ríos como el corto Falun unen lagos como Varpan y Runn, parte del paisaje cultural minero. No hay registro escrito con la fecha de las primeras extracciones, pero los arqueólogos estiman que fue en torno al año 1000. A orillas del río surgió un asentamiento a finales del siglo XIII, cuando nobles, mercantes alemanes y mineros libres organizaron una especie de cooperativa para compartir los medios de producción, empresa refrendada por el rey sueco Magnus II el siglo siguiente. La mina pasó de operar localmente a tener escala continental y fue incorporando métodos de extracción cada vez más sofisticados, importados parcialmente de las minas alemanas del Alto Harz. Hasta la Revolución Industrial, el método consistía en calentar la roca para aprovechar la aparición de brechas al enfriarse y así partirla fácilmente. En decenas de hornos movidos con energía hidráulica se reducían las impurezas, lo que creaba el famoso humo de Falun. Para evitar la polución, la ciudad se dividió en dos partes por el río: la minera y la residencial.

Tras una etapa de rebeliones, Falun entró en su era dorada en el siglo XVI, pero especialmente el XVII, cuando se alcanzaron 3.000 toneladas anuales. Los réditos para la Corona eran tan onerosos que Falun jugó un papel clave en la expansión territorial sueca. No todo fueron buenas decisiones económicas, pues basar la moneda nacional en el cobre fue desastroso para muchos suecos que vieron su depreciación en un país con tantas reservas de cobre. Además, en Falun empezaron a escasear las vetas. A nadie sorprendió en 1687 el corrimiento y colapso que creó el gran agujero de Stora Stöten. Durante siglos se había extraído cobre sin planificación alguna y la Gran Montaña de Cobre estaba dando síntomas con estruendosos crujidos. Afortunadamente no se cobró vidas al suceder en uno de los pocos días de fiesta, pero Falun bajó su producción desde entonces. La compañía minera fundada en 1288 se diversificó explotando otros metales, madera y la famosa pintura rojo Falun, aunque la actividad minera no cesaría del todo hasta 1992.

Edificio principal Stora Gruvstugan en Falun

En el paisaje cultural de Falun dominan las minas a cielo abierto y el sistema hidráulico para hacer funcionar los hornos: diques, estanques y canales. También abundan las habituales colinas de escombros y pequeños asentamientos mineros. Al oeste de Falun ciudad, fundada oficialmente en 1641, la atención está en el agujero de Stora Stöten, de unos 300 metros de diámetro y noventa de profundidad. En su entorno se encuentran el edificio principal de la compañía construido en el siglo XVIII, Stora Gruvstugan, profundos pozos como Creutz y distintos edificios funcionales desde el siglo XVII. En el plano urbano de Falun se distinguen los tres distritos tradicionales con casas de madera: Gamla Herrgården, Östanfors y Elsborg. Arquitectónicamente, casi todo es barroco, con excepciones como la iglesia Stora Kopparberg, con parte del siglo XIV. En la plaza principal se citan ayuntamiento, la iglesia Kristine y la sede de la compañía, todos de mediados del siglo XVII.

Falun es ideal como excursión de fin de semana desde Estocolmo, pues está a unas tres horas por carretera o tren. La visita obligada es al museo minero, que recibe unos 100.000 visitantes anuales. Durante más de una hora dispondremos de un guía que nos contará la historia del lugar mientras descendemos por un pozo. El museo contiene monedas de época acuñadas en cobre y distintas herramientas mineras. El agujero de Stora Stöten es visible dando un paseo por los alrededores, mientras que la ciudad nos llevará medio día. La única actividad productiva de la compañía Stora Kopparberg que sigue en pie es la pintura roja de Falun, aunque los souvenirs más famosos son las figuritas con caballos de Dala, típicos de la región. Gastronómicamente, Falun tiene una salchicha con denominación de origen: Falukorv.

Fotos: Christian A. Calmeyer / Staffan Andersson

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