Tradición ineludible
El reino de Silla fue uno de los tres reinos históricos que conformaron el gran reino de Corea, unificado con la dinastía Goryeo. Este reino de Silla adoptó el confucionismo llegado de China, así como otros rasgos de esa cultura. Uno de los ejemplos más celebrados es el ritual Jongmyo Jeryeak. Pasa por ser uno de los rituales más antiguos aún vigentes en el mundo entero, lo que deja bien claro el aprecio que tienen los coreanos por su cultura y tradiciones. En este ritual, los sucesivos reyes coreanos rendían culto a sus ancestros y pedían por el bien de su pueblo. Desde poco después del año 1392, cuando los Joseon ascendieron el poder, este ritual se ha celebrado de forma casi ininterrumpida. Se realiza en el Santuario de Jongmyo, en la ciudad de Seúl. Situado cerca de palacios reales como Changdeokgung y Changgyeonggung, el de Jongmyo es el santuario confucionista más antiguo y auténtico del país.
Ya el primer rey Joseon, Taejo, vio la necesidad de crear un santuario al mover la capital a Seúl. Una vez acabado el primer palacio real, el de Gyeongbokgung, inauguró el santuario en octubre de 1394. Un patio central distribuía el espacio hacia siete pabellones reservados para los reyes. Taejo comenzó por llevar allí las estelas sagradas de cuatro generaciones de sus ancestros, sobre las que se relataban las enseñanzas de cada uno. Sejong lo expandió con el templo del eterno bienestar, el Yeongnyeongjeon. Comenzó así una expansión de oeste a este hasta sumar 19 pabellones para dar alojo a más reyes y sus estelas. En 1592, el japonés Toyotomi Hideyoshi lideró a su país para invadir Corea. La ayuda de los Ming de China y la muerte de Hideyoshi impulsaron la retirada japonesa tras seis años. Sin embargo, el santuario había sido reducido en ese tiempo a cenizas. En 1601 fue construido desde cero. Afortunadamente, las estelas reales se habían escondido en la casa de un ciudadano coreano. Junto con ellas, actualmente en Jongmyo hay 19 estelas reales y 30 de sus esposas.
El actual Jongmyo es el edificio más largo de la arquitectura tradicional coreana, formando un óvalo de casi veinte hectáreas. Está situado justo a la izquierda de Gyeongbokgung, el primer y también último palacio real coreano. El complejo tiene tres puertas: una principal para los espíritus denominada Changyeopmun, una para los reyes y otra para los oficiantes de los rituales. Un gran patio llamado Woldae distribuye hacia tres zonas diferenciadas: la más antigua o Jeongjeon, el templo del bienestar y Hyangdaecheong. Otro pabellón de interés es el de Mangmyoru, donde el rey reflexionaba y pedía por sus ancestros. También el de Gongmingdang, hecho por Taejo en memoria de la dinastía anterior, los Goryeo. Nada en la disposición del santuario está dejado al azar o al capricho de los sucesivos constructores que ha tenido. Jongmyo sigue escrupulosamente los preceptos del pungsu, el feng shui coreano, y las directrices del confucionismo. Todos los detalles de cada diseño fueron registrados concienzudamente en los protocolos reales de los Joseon.
Para entender un lugar como Jongmyo, cuya arquitectura es superada por su simbolismo, hay que entender el Jongmyo Jeryeak. Este ritual se celebra hoy una vez al año, pero en tiempos de los Joseon lo habitual era que tuvieran lugar cinco veces al año. Es la quintaesencia de la cultura coreana y, sin embargo, el origen no es coreano sino chino, donde el ritual ya se perdió hace siglos. El Jongmyo Jeryeak está dividido en tres fases: la purificación, que es una fase de preparación y bienvenida a los espíritus; entretenimiento de los espíritus, con ofrecimiento de vino incluido; y envío de los espíritus al cielo. Todo ellos es amenizado con músicos de la corte tocando Jerye-ak, bailarines de Ilmu y estudiosos encargados de dirigir todo el ritual. El Jongmyo Jeryeak ha sido recuperado y revitalizado en los últimos tiempos. A ello ha contribuido su nombramiento como patrimonio intangible de la humanidad.
El Santuario de Jongmyo se encuentra en la zona norte de la ciudad de Seúl. Es fácilmente accesible en metro y luego a pie. Se encuentra cerca de los cinco palacios reales, así que con suficiente organización se puede combinar con lugares como Changdeokgung. Hay una entrada combinada con los palacios. Es importante la planificación, porque Jongmyo solo se puede visitar de forma guiada y es conveniente utilizar las horas reservadas para angloparlantes. La visita guiada dura aproximadamente una hora. Durante la misma hay que ser especialmente respetuoso por el simbolismo para los coreanos. Ni que decir tiene si logramos asistir al Jongmyo Jeryeak, que se celebra el primer domingo de mayo. Primavera es, por cierto, la mejor época para ir junto al otoño.
Foto: JJ / Richard Lee
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