Vertical y virginal
Unos 800 kilómetros al este de Madagascar, antes de llegar a Mauricio, se encuentra la isla de Reunión. También conocida en el pasado como isla Borbón, esta isla es el departamento de ultramar de Francia con mayor población. Reunión es una isla volcánica con clima tropical, con varios records mundiales de cantidad de lluvia en espacios cortos de tiempo. Por ambas cosas se asemeja mucho a las lejanas islas de Hawaii, de las que se dice que es su hermana. Siguiendo con la comparación, Reunión puede presumir no obstante de tener el triple de especies endémicas que Hawaii pese a su pequeña extensión. Su biodiversidad está a resguardo en un interior montañoso, Les Hauts, plagado de pitones (volcanes), circos y escarpaduras. Un 40% de la isla está protegida por un gran Parque Nacional desde el 2007, un plan que intenta preservar un espacio ecológico que en Mauricio, mucho más desarrollada, está en entredicho.
Reunión mide unos 63 kilómetros de largo y 45 de ancho. Tiene unos tres millones de años de antigüedad, cuando la actividad sísmica hizo que emergiera del mar. La isla está gobernada por dos pitones de muy distintas características. Al sureste está el pitón de la Fournaise, uno de los volcanes más activos del mundo. Tiene unos 2.600 metros de altura, según el momento eruptivo, pero no es el punto más alto de la isla. Ese honor pertenece al pitón des Neiges y sus 3.070 metros, el otro centro de atención. Este segundo pitón ocupa unos dos tercios de la isla, pero afortunadamente lleva unos 20.000 años tranquilo. Esta paz ha provocado que todo su entorno esté muy erosionado y lleno de tupidos bosques tropicales como el de Mare Longue. A su alrededor hay tres grandes valles: los circos de Salazie, Cilaos y Mafate. Los tres presentan escarpaduras muy verticales llenas de vegetación y cascadas: un paraíso visual que podemos apreciar en lugares como el Trou de Fer. Rodeando la isla tenemos playas de agua cristalina y una barrera coralina.
La flora de Reunión está marcada por su clima, con matorrales en las partes altas y bosques subtropicales más abajo. Lejos de otros lugares del mundo, el endemismo es su principal característica. Hay muchas especies endémicas de Reunión o de las islas Mascareñas, las situadas al este de Madagascar. Por su juventud no hay muchas especies terrestres que hayan podido colonizar la isla y el único vertebrado de gran tamaño que hay en la isla, el camaleón pantera, se introdujo desde Madagascar. Por tanto, lo principal aquí es la fauna marina y la avifauna. El animal más representativo de Reunión es un ave, el oruguero de Reunión, por estar en peligro crítico de extinción. Si desapareciera engrosaría una lista de al menos 19 especies extintas desde la colonización.
La población, como es lógico por la geografía, se distribuye principalmente en la costa. Lo ha hecho así desde que fue colonizada en 1665 por la Compañía Francesa de las Indias Orientales, que la utilizó como escala en sus transportes oceánicos. Por entonces ya hacía más de 150 años que los portugueses la habían descubierto, probablemente de la mano de Pedro Mascarenhas. Sin embargo, no le encontraron utilidad y Francia la reclamó para sí en 1642. Incluso antes de los portugueses se cree que árabes, malayos y suajilis eran conscientes de la existencia de Reunión. Todas esas etnias y muchas otras poblaron desde el siglo XVII a la isla, habitualmente como esclavos. A finales del XIX se abolió la esclavitud y se abrió el canal de Suez, lo que hizo cambiar radicalmente el propósito de Reunión. Se ha orientado al cultivo de azúcar y al turismo, pero no ha podido evitar ser un territorio pobre para los estándares franceses. Aun así, los criollos de Reunión defienden su cultura e incluso su propia lengua, que parte del francés.
Casi un millón de personas viven en Reunión, en cuya capital, Saint-Denis, hay un aeropuerto y un puerto que recibe cruceros. La actividad preferente en el Parque Nacional es el senderismo. Hay un itinerario de cuatro días muy famoso que recorre los tres circos. De los tres, el más ambicionado por los montañeros es el de Mafate, accesible solo a pie o por helicóptero. El otro itinerario famoso en la isla es el ascenso al pitón de la Fournaise, el volcán activo. Es mejor realizarlo con guía, pues los senderos cambian según la actividad sísmica y la meteorología cambia mucho. En todo caso, a Reunión hay que viajar de mayo a noviembre para evitar lluvias y ciclones. Para descansar hay que acercarse a Saint-Gilles en el oeste, donde están las principales playas. Hay que tener cuidado con las actividades acuáticas, pues el problema de los tiburones en Reunión es real.
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