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Paisaje cultural de Grand-Pré

Paisaje cultural de Grand-Pré

Nueva Escocia (Canadá)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 26 02, 2019
  • Category:

Limpieza colonial


El Tratado de París de 1763 puso fin a la Guerra de los Siete Años y con ello a las colonias francesas en Norteamérica, tras más de 200 años que aún se notan en lugares como Luisiana o la parte francófona de Canadá. Uno de los cuatro territorios en los que se dividió la colonia francesa fue Acadia. De todos, fue el que tuvo una existencia más agitada y concluyó con la expulsión de los colonos conocida como Le Grand Dérangement. Acadia comprendía los estados actuales canadienses de Nuevo Brunswick, Isla del Príncipe Eduardo y Nueva Escocia y parte del estadounidense Maine. Es decir, la zona costera por debajo de la península de Labrador. La expulsión dio comienzo en 1758, en medio de la guerra con Reino Unido. Más de 10.000 colonos acadios, cuatro de cada cinco, fueron expulsados por orden de Charles Lawrence. Les acusaba de mantener lazos con las tropas francesas y no jurar lealtad a sus nuevos gobernantes. La cuestión es que pagaron todos por ello y que multitud de acadios murieron durante la expulsión, mientras los más afortunados poblaban zonas como Luisiana, donde darían lugar a la cultura cajún. El sitio histórico nacional de Grand-Pré es el lugar idóneo para rememorar esta trágica historia.

Iglesia conmemorativa y estatua de Evangeline en Grand-Pré

Acadia fue definida por Francia como la franja costera atlántica del territorio entre los paralelos 40 y 46. Fue en 1604 con la ayuda del cartógrafo Samuel de Champlain y con Port Royal como primera ciudad fuerte. Esta fue atacada por los británicos en 1613, lo que deja claro que la historia de Acadia fue siempre turbulenta. Las guerras entre colonias se intensificaron a finales del XVII y a comienzos del XVIII buena parte del territorio fue conquistado por los británicos. El goteo de pérdidas continuó hasta la Guerra de los Siete Años que provocara la expulsión masiva. Entre ambos momentos, los acadios habían sido autorizados a permanecer en sus fértiles tierras. Sin embargo, siempre se negaron a firmar juramento de lealtad alguno y, al contrario, iniciaron una guerra de guerrillas ayudados por los nativos Mi’kmaq en los momentos más tensos. Durante la guerra enviaron provisiones al fuerte francés de Louisbourg. Con la caída de este y la expulsión de los acadios se selló el final definitivo de esta región.

Nueva Escocia es una isla de geografía complicada y variada. Grand-Pré se localiza en el valle de Annapolis, en la costa de la ensenada de Minas, parte de la bahía de Fundy. Grand-Pré, literalmente gran pradera, es una zona muy marcada por enormes mareas de doce metros de media. Cuando el hugonote francés Pierre Mellanson llegó en 1680 para colonizar la zona, animado por la fertilidad de las tierras, hubo que resolver la cuestión de las mareas. Para ello construyó potentes diques para proteger los cultivos y ganar terreno al mar mediante un método denominado aboiteau. Controlada la cuestión, Grand-Pré creció exponencialmente, convirtiéndose en una de las parroquias más grandes. Su historia luego fue paralela a la de Acadia: un saqueo y rotura de diques en 1704, una batalla en 1747 con una infructuosa victoria francesa y finalmente la expulsión de 1755. La de Grand-Pré en concreto entró en el terreno de la mística gracias al poeta Henry Wadsworth Longfellow y su épica historia Evangeline, escrita a mediados del XIX.

Paisaje agrícola de Grand-Pré

A comienzos del XX, la agricultura local fue complementada por el turismo con la creación del memorial de Acadia, que le debe mucho a Longfellow. Todo comenzó con la compra del terreno, hoy en manos de Parks Canada, en el que John Frederic Herbin creyó estaba la iglesia de Grand-Pré, aunque aún hoy no esté ratificado. En 1930 se concluyó una iglesia en el 175 aniversario de la expulsión y en los 70 se iniciaron las tareas arqueológicas que han sacado a la luz un cementerio, casas y multitud de artefactos de la época acadia y la posterior británica tanto en Hortonville como Grand-Pré. Diques, pólderes y parcelas agrícolas fueron recuperados por los británicos: representan la adaptación agrícola de los pioneros acadios.

Durante buena parte del siglo XX, el turismo se benefició de la línea férrea que atraviesa Grand-Pré, aunque hoy lo más cómodo es llegar en coche. Para ello podemos alquilar un coche en el aeropuerto de la capital de Nueva Escocia, Halifax, a una hora del centro de visitantes. Lo más palpable de Grand-Pré está en su interior, gracias a la exposición y el didáctico vídeo que cuenta la historia acadia. Además podremos ver la iglesia memorial y muy cerca se localiza el mirador de la carretera de Chemin Old Post. Podemos acabar el tour en Horton Landing, donde podremos apreciar de cerca los diques ideados por los acadios, además de una cruz que rememora la deportación masiva. El valle de Annapolis es también famoso por el avistamiento de avifauna.

Fotos: Dr WilsonBill and Karen Wilder

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