Continente marsupial
La fauna de Australia es extraordinariamente diferente a la del resto del planeta por la presencia de los marsupiales y monotremas y la escasez de mamíferos placentarios. Hablamos de prevalencia, pues sí que hay algunos murciélagos y roedores en Australia y también hay especies de marsupiales en Sudamérica. No obstante, los niveles de endemismo australianos son sobresalientes. La historia de los marsupiales no empieza en Australia, sino que acaba. Sus ancestros se separaron de los placentarios hace unos cien millones de años, cuando se estaba formando el macrocontinente Gondwana. Accedieron luego a Australia vía Norteamérica, Sudamérica y Antártida. Mientras, en el resto del mundo se iban extinguiendo por razones desconocidas. Muchos creen que por competencia con los placentarios, pero no está claro. Una vez acomodados en Australia, los marsupiales evolucionaron en su particular clima y estable geología generando todas las especies que conocemos: canguros, koalas, diablos de Tasmania, etc. Podemos seguir su evolución con dos sitios fosilíferos complementarios: Riversleigh y Naracoorte.
Si algo distingue al marsupial es el marsupio, la bolsa en la que las crías pasan sus primeras semanas de vida tras cortísimos embarazos de menos de un mes. No obstante, también tienen diferencias óseas y cerebrales. Aterrizaron en Australia hace unos cincuenta millones de años, unos cinco después de que los mamíferos placentarios se extinguieran aquí por razones también desconocidas. Como hace 35 que Australia se separó definitivamente del resto de continentes, se lo quedaron para ellos, pues los pequeños roedores placentarios llegaron poco antes que algunas especies introducidas por los humanos como el dingo. Según el consenso, fueron pocas especies de marsupiales, quizá solo una, la que generó al resto. Se expandieron por Australia y Nueva Guinea, ambas relacionadas tectónicamente. En cuanto a los extraños monotremas, como el equidna y ornitorrinco, poco se sabe de ellos, pero ya estaban en Australia cuando llegaron los marsupiales. Les ha ido mejor con estos, pues hay constancia de antiguos monotremas en el resto del mundo, pero se extinguieron en todos los continentes salvo este.
Riversleigh, integrado en el Parque Nacional de Boodjamulla, contiene la mayor y mejor cantidad de fósiles del país. Proceden del Oligoceno y Mioceno, por lo que hablamos de fósiles de diez a treinta millones de años. Los primeros fósiles fueron localizados a comienzos de siglo, pero no fueron investigados hasta los años 60 y más aún con la llegada del paleontólogo Mike Archer en 1983. Los fósiles de Riversleigh cubren una etapa de cambio climático, de los trópicos húmedos que hoy vemos en Queensland a los bosques de eucaliptos y la sabana semiárida del outback. Los fósiles, impresos en la caliza local, se han conservado excepcionalmente gracias al carbonato de calcio. No solo hay de mamíferos, sino también de aves y reptiles. Entre los primeros hay monotremas, multitud de murciélagos y una gran variedad de marsupiales. Muchos son ancestros de las especies actuales, una guía para estudiar adaptaciones como la del koala al eucalipto.
2.000 kilómetros al sur se encuentran las 26 cuevas de caliza de Naracoorte, que conforman un Parque Nacional de por sí. Naracoorte emergió hace unos pocos millones de años y su superficie empezó a crear trampas naturales para la fauna, que caían en cuevas en las que fosilizaban. Las especies representadas pertenecen a un estadio evolutivo muy posterior respecto a Riversleigh. Las más antiguas tienen como mucho medio millón de años. Son un lugar para conocer la megafauna australiana, que tuvo que lidiar con cambios climáticos y la llegada del Homo Sapiens. No existe consenso pleno, pero la desaparición de megafauna como el león marsupial se solapa bastante con nuestra llegada. Naracoorte tiene también especies extinguidas más recientemente como el tigre marsupial, desaparecido en el siglo XX, o el diablo de Tasmania, no extinto, pero confinado a su isla. La principal cueva es Victoria Fossil, descubierta en 1969 por el paleontólogo Rod Wells.
Riversleigh y Naracoorte están en puntos opuestos de Australia. Riversleigh se encuentra en medio de la nada, a unas veinte horas de la costa de la Gran Barrera, con muchos tramos no asfaltados. Es visitable solo la sección D, en la que hay un sendero autoguiado. En la misma zona podemos disfrutar del río Gregory y sus cascadas. Naracoorte es mucho más turístico y accesible, aunque en términos australianos. Está a unas cuatro horas de Adelaida y seis de Melbourne, entre ambas. El centro de fósiles Wonambi es la perfecta introducción al sitio y la cueva Victoria Fossil tiene un tour guiado interpretativo de una hora. Hay otro más completo y costoso en el que un paleontólogo nos lleva a los trabajos actuales y al centro de investigación. Hay también otras cuevas visitables por su geología como Alexandra y Blanche.
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