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Afrodisias

Afrodisias

Aydın (Turquía)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 11 01, 2020
  • Category:

Cantera de escultores


La escultura griega necesita poca presentación en la historia del arte. Su minucioso estudio de la anatomía humana llevó a esta disciplina a cotas de perfección no vistas antes. Tras encontrar resonancia continental gracias al imperio romano, habría que esperar siglos hasta que la habilidad griega se igualara en el Renacimiento. Tanto griegos como romanos, excelentes continuadores que llevaron al busto a su máximo nivel, utilizaron dos materiales nobles: bronce y mármol. Los ejemplos del primero escasean, pues las estatuas se fundían para recuperar el material. Así, el mármol es el material en el que estamos más acostumbrados a ver estatuas antiguas. Este material se concentraba en distintos puntos de sus imperios. Las buenas canteras eran tan valoradas que a veces surgía una ciudad cerca de ellas, ciudades que luego se llenaban de artesanos. Uno de los mejores ejemplos es Afrodisias, en la actual Turquía. Se estima que de sus canteras se extrajeron 90.000 metros cúbicos de mármol, suficientes para levantar el Partenón entero más de diez veces.

Sebasteión de Afrodisias

Aunque no fue su primer nombre, la ciudad no engaña: Afrodisias nació y creció en torno a un primer templo dedicado a Afrodita, diosa griega del amor, levantado en el siglo III a.C. Afrodisias no es una ciudad clásica, sino que surge en el periodo helenístico, en el que apoyó a Roma para caer bajo su influencia poco después, aunque guardando cierta autonomía. La ciudad creció en el siglo I gracias a su benefactor, un antiguo esclavo llamado Gaius Julius Zoilos, y a su facilidad para atraer escultores. No se conoce exactamente su papel en la economía local, pero estos escultores embellecieron Afrodisias. Muchas de estas obras proceden del siglo I, aunque algunas como el templo de Afrodita fueron ampliadas. El templo se convirtió en basílica sobre el 500, cuando la ciudad era obispado desde hacía más de un siglo. Por entonces, Afrodisias había sufrido algunos terremotos serios, pero fue el del año 600 el que dejó en ruinas la ciudad. Aunque se mantuvo habitada hasta ser definitivamente abandonada en el siglo XIV, nunca se recuperó del todo.

No mucho después, la aldea de Geyre se instaló en la parte este de la ciudad. En el siglo XX, la población se mudó. Por entonces, arqueólogos franceses e italianos llevaban algunas décadas trabajando aquí. El traslado fue fundamental, no obstante, y desde los años 60 un equipo estadounidense sacó a la luz casi todos los edificios y cientos de esculturas en mármol blanco y/o grisáceo. La cantera, situada a unos tres kilómetros, es un ejemplo de cómo los romanos trabajaban el mármol en bruto. Provocaban grietas para extraer bloques de piedra que cargaban hasta la ciudad para su trabajo. No sorprende que el blanco sea, por tanto, el color dominante de Afrodisias, cuyo diseño cuadricular está punteado de edificios clásicos. Uno de ellos lo rompe: el templo de Afrodita. Fue el edificio más importante de la ciudad, pero hoy no quedan más que algunas columnas. En mejor estado está el tetrápilo que servía como acceso a su recinto.

Tetrápilo del templo de Afrodita en Afrodisias

También están en buen estado el estadio, casi a la altura del de Delfos, bouleuterión y sebasteión. El bouleuterión es un pequeño odeón de forma semicircular con sus nueve primeras filas perfectamente conservadas. Se utilizaba para distintos parlamentos. Justo a su lado se encuentra un taller con piezas inacabadas y herramientas. El sebasteión es seguramente el edificio más original de Afrodisias. Fue un monumento a mayor gloria de los emperadores romanos, que aparecen a tamaño natural en el piso superior. Por toda la ciudad, especialmente en las termas y unas murallas levantadas a partir de otros edificios, se han encontrado estatuas, relieves y unas 2.000 inscripciones. La mayor parte de estas son funerarias y honorarias, aunque hay de todo tipo. Una de las estatuas más famosas es una Afrodita encontrada en el bouleuterión. Seguramente es una copia de la que en su día encabezó su templo. Su estilo mezcla clásico griego con escultura de Anatolia.

Afrodisias se suele visitar en ruta por Turquía o excursión de un día, pues Geyre no tiene demasiadas infraestructuras. Se encuentra a dos horas y media de Esmirna y hora y media de Pamukkale. No es de los sitios más concurridos de Turquía, pero si queremos evitar grupos habrá que evitar las horas centrales. Si vamos por libre, lo mejor es alquilar un coche o utilizar un shuttle, aquí llamados dolmush. Las ruinas en sí nos llevarán unas dos horas, más otra para el fantástico e imprescindible museo, que conserva una buena muestra de las esculturas halladas en los trabajos arqueológicos. Es interesante fijarse bien en las murallas de la ciudad buscando inscripciones antiguas.

Fotos: damian entwistle / faktor1komma5

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