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Castillo de Kronborg

Castillo de Kronborg

Región Capital (Dinamarca)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 28 02, 2019
  • Category:

Entre la poesía y lo prosaico


El dramaturgo inglés William Shakespeare escribió varias obras eternas entre las que Hamlet rivaliza por ser la principal. Es la más larga y está entre las más interpretadas e influyentes. La acción discurre en un ficticio Reino de Dinamarca en el que un joven príncipe se debate entre la paz o vengar el asesinato de su padre a manos de su tío. Publicada al comenzar el siglo XVII, la inspiración principal parece que fue la leyenda medieval danesa de Amleth, recogida en el Gesta Danorum. Además de fuentes escritas, está plenamente consensuado que Shakespeare se fijó en el castillo danés de Kronborg para localizar la acción de Hamlet. Una denominación más conocida de este castillo es Elsinor, versión traducida de Helsingør, localidad donde se sitúa Kronborg. El castillo tuvo durante siglos un rol mucho menos prosaico que el que le otorgó la literatura. Durante varios siglos, todos los barcos que pasaban a su lado tuvieron que pagar derecho de paso. Cerca de dos millones de barcos pagaron religiosamente este impuesto, utilizado por Dinamarca tanto económica como políticamente, pues lo aplicaba según sus intereses estratégicos.

Vista aérea del castillo de Kronborg

Esto fue posible gracias a que Kronborg está en el punto más estrecho del Øresund: Dinamarca y Suecia se separan aquí apenas cuatro kilómetros. Cuando se levantó el castillo hacía ya mucho tiempo que Dinamarca, que controlaba entonces ambas orillas, había formado un par de asentamientos estratégicos. Son las actuales Helsingør danesa  y Helsingborg sueca. La etimología no engaña: cuello estrecho. En el siglo XI se construyó una primera fortificación en el lado danés, Flynderborg, y en sus alrededores creció la ciudad, cuya catedral es del XIII. El pueblecito pesquero cambió su destino en 1429, cuando Erico de Pomerania decidió instaurar el impuesto de paso para toda mercancía que atravesara Øresund. La idea inicial era perjudicar a la liga hanseática, pero la cosa tuvo éxito y en unos años este impuesto suponía dos tercios de los ingresos estatales. Helsingør se vio muy beneficiada y algo llegó a Helsingborg, que levantó su propia torre, Kärnan. A mediados del siglo XVII empezaron las guerras entre Dinamarca y Suecia que al final borraron la presencia danesa en Escandinavia y, por tanto, forzaron a compartir el estrecho.

Kronborg lo controla perfectamente desde el lado danés. Antes de este castillo, Erico levantó una primera fortaleza para consolidar su sistema arancelario. Durante 150 años cumplió su función, pero Federico II de Dinamarca consideró que necesitaba una renovación. Parte de los ingresos que recaudaba se usaron para ello. Se conservaron solo las murallas, a las que se añadió un nuevo anillo, y en el interior Hans Hendrik van Paesschen levantó el fantástico castillo renacentista actual. En 1577 se acabaron las obras, pero justo después se amplió el edificio hasta dejarlo al gusto del rey. En 1629, un accidente produjo un gran incendio del que solo se libró la capilla, pero Cristian IV lo reconstruyó rápidamente. Unos años después, Kronborg fue puntualmente conquistado por los suecos, lo que empujó a los daneses a añadir una nueva línea defensiva que lo hizo inexpugnable. Kronborg mantuvo su relevancia hasta el siglo XVIII. Tras un tiempo como prisión y sede del ejército, abrió al público en 1938.

Patio del castillo de Kronborg

Kronborg está asentado sobre Ørekrog, una lengua arenosa que parte de la isla de Selandia. Varios fosos y líneas amuralladas de complejos y acumulados diseños protegen el acceso al castillo en sí. El estilo es puramente renacentista, porque tras el incendio del XVII se reconstruyó con fidelidad total en el exterior, no así en los interiores. Se puede dividir el complejo en tres partes. Los aposentos reales están en el primer piso del ala norte y muestran mobiliario y decoración del XVII y XVIII. Más impresionante es el salón de baile, que con 62×12 metros fue en su día el más grande del norte de Europa. Las pinturas proceden del castillo Rosenborg de Copenhague. En el ala sur está la capilla, que al no sufrir el incendio es la que muestra decoración más antigua, incluidos frescos y relieves.

Llegar a Helsingør, hoy con 50.000 habitantes, es muy sencillo. Si lo hacemos desde Copenhague, lo más recomendable es el tren. También es muy rápido desde Helsingborg: se trata de uno de los servicios de ferri más frecuentados del mundo. Toda la zona portuaria de Helsingør se reformó completamente para dejar atrás la era industrial. En 2013 nació Kulturhavn Kronborg en los alrededores del castillo. Este es la estrella de un complejo que incluye el centro cultural y de eventos, museo marítimo, biblioteca, etc. Además, el centro de la ciudad merece un paseo que incluya el Skibsklarergaarden, mansión que proveía de papel para los aranceles, y el mercado Axel Torv. Desde 1937, en el castillo de Kronborg se interpreta anualmente Hamlet. Ocurre en el mes de agosto, mejor época para viajar aquí.

Fotos: CucombreLibreBruno Cordioli

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