Navigation Menu
Catedral de Santiago de Šibenik

Catedral de Santiago de Šibenik

Šibenik-Knin (Croacia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 16 02, 2021
  • Category:

Influencias adriáticas


La histórica región de Dalmacia es la más meridional de las cuatro del joven estado croata. Conforma una estrecha franja del mar Adriático que va desde Rab al norte a la bahía de Kotor al sur, aunque esta pertenece a Montenegro. El nombre proviene de la antigua tribu iliria que ocupaba la zona y se incorporó a la provincia romana tras su conquista. Generalmente, Dalmacia ha mirado al otro lado del mar Adriático, de donde provinieron muchos gobernantes. Entre los siglos XV y XVIII fueron los venecianos, que controlaron Dalmacia con la importante excepción de Ragusa, hoy Dubrovnik. Los italianos influyeron económica, política y culturalmente mezclándose la región con sus influencias croatas. Por la costa hay edificios que recuerdan este gobierno, como la catedral de Šibenik. Su estilo en transición del gótico al Renacimiento se debió a su prolongada construcción de más de un siglo y la participación de arquitectos de ambos lados del Adriático, principalmente dos:  el dálmata Giorgio Orsini y el toscano Niccolò di Giovanni Fiorentino. 

Vista de la catedral de Šibenik

Las ciudades dálmatas son generalmente pequeñas y Šibenik no es la excepción con 50.000 habitantes. Muchas tienen, sin embargo, una larga historia. Según las últimas excavaciones bajo el fuerte de San Miguel, en Šibenik pasaría lo mismo, aunque no hay registro escrito de entonces y la fundación se atribuye a los croatas de la familia Subic. Uno de sus reyes, Peter Krešimir IV, la impulsó como capital en el siglo XI. Obtuvo el estatus de ciudad bajo dominio húngaro y su propia diócesis a finales del XIII. Aunque la población eslava se resistió, en 1412 pasó a manos venecianas. No fueron siglos tranquilos por las guerras con el imperio otomano, reflejadas en los fuertes de Šibenik, entonces llamada Sebenico. Tras un tranquilo y positivo siglo XIX bajo el Reino de Croacia, el siglo XX trajo el proyecto yugoslavo que derivó en la Guerra de los Balcanes. Šibenik volvió a verse implicada en batallas como la conocida como Guerra de Septiembre, en 1991. Durante seis días fue bombardeada por los serbios.

Los daños en la catedral de Santiago, especialmente su cúpula, fueron cuantiosos, pero se restauraron. La construcción de la catedral se prolongó entre los años 1431 y 1535, durante los cuales tuvo tres maestros principales. Francesco di Giacomo fue el encargado los primeros diez años de iniciar el templo bajo un diseño gótico noritaliano. Tras el descontento de los patrocinadores, en 1441 Giorgio Orsini le relevó con un ambicioso plan que ganaba altura y ornamentación. Con la ayuda de varios colaboradores como el albanés Andrija Aleši consiguió virar parcialmente el estilo introduciendo el renacentista. La última fase se inició en 1475 bajo Niccolò di Giovanni Fiorentino en un estilo continuista, pero más marcadamente renacentista. Mantuvo el plan general, completó el abovedado y remató la cúpula ideada por Orsini, hoy referencia según se llega a Šibenik por el canal de San Antonio, conectado con el Adriático. El trabajo se demoró por las trifulcas con los otomanos, así como la consagración, acontecida en 1555. 

Detalles en el exterior de la catedral de Šibenik

La piedra caliza blanca que domina la catedral de Šibenik es lo primero que llama la atención en la plaza renacentista donde se encuentra, acompañada de ayuntamiento, palacio episcopal y logia municipal. La planta de la catedral es basilical con tres naves, pero pese no tener forma de cruz tiene un transepto sobre el que se eleva la espectacular cúpula, hito del Renacimiento que copia a la de Florencia. En el exterior hay que fijarse en el friso decorado con 72 cabezas anónimas, la puerta norte o de los leones, con esculturas de Adán y Eva de Giorgio Orsini, y los cuatro grupos escultóricos que flanquean la cúpula, obra de Niccolò di Giovanni Fiorentino. Lo más original está en los pequeños detalles. Todo el exterior está realizado en piedra, incluyendo las pequeñas tejas ensambladas con una minuciosidad habitualmente reservada al trabajo en madera. La excelente piedra de la isla Brac permitió estas filigranas. En el interior, donde se mantiene el enlace entre gótico y Renacimiento, destaca el brillante baptisterio, obra de Orsini.

Šibenik se encuentra entre Split y Zadar,  a una hora de cada una por carretera. Seguramente la visitemos en ruta, pero si estamos en una de estas dos ciudades es perfecta como excursión de un día. La visita se centra en la plaza de la República, las cuatro fortificaciones que han resistido el paso del tiempo, entre las que San Miguel tiene excepcionales vistas, y el jardín del monasterio San Lorenzo. En Šibenik desemboca el río Krka, cuyo Parque Nacional unos kilómetros al interior tiene semejanzas con Plitvice. La catedral no es gratuita, pero merece la pena entrar aunque el exterior nos satisfaga. El Festival Infantil de Šibenik tiene una larga tradición en arte de y para los niños. La cocina es puramente mediterránea con mucho pescado y marisco, destacando los mejillones.

Fotos: Hervé / Bo&Ko

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.