Navigation Menu
Catedral y castillo de Durham

Catedral y castillo de Durham

Nordeste (Reino Unido)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 29 04, 2021
  • Category:

Normandos del norte


La arquitectura normanda es un subestilo de la arquitectura románica cuyas principales señas son sus grandes dimensiones y amplios arcos que suelen tener algún rasgo original como diseños en zigzag. Una variedad particularmente popular fue la inglesa, región que los normandos conquistaron de la mano de Guillermo en el siglo XI, justo en el apogeo del estilo. Una de las consecuencias de la llegada de los normandos fue la sustitución de las élites en nobleza y clero. Los nuevos dueños de la tierra empezaron a distribuir sus hombres. Uno de ellos fue William de St-Calais, destinado a cubrir uno de los obispados más septentrionales, el de Durham. Aunque no fue el primer normando aquí, William decidió levantar una nueva catedral en estilo que habían traído de Europa. No obstante, incluso esta temprana obra adelanta los primeros rasgos del gótico que iría sustituyendo al normando. Mucho más ecléctico es el castillo anexo, que durante siglos perteneció al obispo, pues los normandos impusieron aquí la figura del príncipe-obispo.

Catedral de Durham

El nombre de Durham procede del céltico y describe su geografía: una fortaleza sobre una colina en un fuerte meandro del río Wear. El lugar es tan idóneo defensivamente que estuvo ocupado antes incluso de los celtas. La ciudad moderna nace como depositaria de los restos de San Cutberto, figura fundamental en la cristianización del norte de Inglaterra en el siglo VII. Un grupo de monjes movió su cuerpo y eligió el lugar, según la leyenda, con la intervención de Cutberto y una vaca perdida. Rápidamente, la tumba atrajo a peregrinos de todo el país gracias al tirón de Cutberto, haciendo de Durham una ciudad muy ligada al catolicismo. A ello, Durham sumó su localización como colchón frente a los escoceses. Fue clave su castillo, único de origen normando que nunca fue tomado. Ambos roles se unieron en el príncipe-obispo, cuya razón de ser tiene que ver con la lejanía a Londres y necesidad de un emisario de confianza en el norte. Como tal, los príncipes-obispos tuvieron una residencia a su altura que fueron retocando.

El castillo es un ejemplo temprano del uso de elementos combinados como elevaciones y empalizadas. La parte más antigua es la capilla normanda, con bellos capiteles, y un fantástico arco normando. En su día fue entrada principal al palacio y hoy está inserto en un pasillo que conecta dos alas. Posterior es la otra capilla, Tunstall, acabada en el convulso siglo XVI en el que el príncipe-obispo Cuthbert Tunstall supo adaptarse convenientemente a la conversión al anglicanismo. Dos de los ejemplos más recientes en su forma actual son el gran hall, tradicional sala de disfrute de banquetes y fiestas, y el fuerte octogonal que supone el punto más alto del castillo. Ambos fueron remodelados en el siglo XIX al comenzar la nueva etapa del castillo como sede de la universidad de Durham. Fue fundada en 1832 por el último príncipe-obispo al morir esta figura política dentro de las remodelaciones introducidas por la Ley de Reforma. Aunque la universidad dio nueva vida a la ciudad, esta pasó a un cómodo segundo plano.

Patio del castillo de Durham

Esto ha permitido a Durham, condicionada por las limitaciones de extensión, mantener cierto aire medieval. En lo más alto de la colina se alza la imponente catedral, cuyo diseño básico ha sufrido menos alteraciones y se considera fundamentalmente normanda. No obstante, dada su larga construcción hasta el siglo XIII, se introdujeron detalles góticos como la bóveda de crucería, primera en Inglaterra, y algunos arcos ojivales. Estas innovaciones góticas permitieron elevar el interior de cinco naves hasta los 22 metros, mientras que la torre más alta está a 66. La catedral tiene dos ampliaciones: en el lado oeste la capilla de Galilea, con arcos normandos y restos de frescos, mientras que en el este se añadió la capilla de nueve altares inspirada en la homónima de la abadía Fountains. Ambas tienen un aspecto más ligero al ser más góticas, vidrieras incluidas. La capilla de San Cutberto fue saqueada en el siglo XVI. Junto con la etapa de la catedral como prisión fue el peor momento, revertido en las restauraciones del XIX.

Durham es hoy una pequeña y agradable ciudad de 50.000 habitantes con bastante vida gracias a estudiantes y turistas. Cerca de Newcastle, la mejor manera de llegar es en tren, pues las vistas desde la estación son extraordinarias. La catedral tiene entrada libre, pero no permite fotografía, mientras que para el castillo hay que reservar una visita guiada por su rol universitario. Además de ambos monumentos, en Durham es muy recomendable hacer el paseo a orillas del río Wear con las laderas de la ciudad llenas de verde. El color no es casual, pues no será raro que nos llueva en la visita. También podemos disfrutar del río con paseos en barca. En Durham es típica una versión local de la tarta de cordero.

Fotos: Allan Harris / damian entwistle

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.