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Ciudad medieval de Rodas

Ciudad medieval de Rodas

Egeo Meridional (Grecia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 12 02, 2018
  • Category:

Colonia cruzada


Como su propio nombre indica, el archipiélago egeo del Dodecaneso está formado por doce islas principales y otras muchas pequeñas. La mayor de todas es Rodas. La isla, controlada en su tiempo por los griegos dorios, vio el nacimiento de tres ciudades que posteriormente se unificaron en una única polis con nombre de ninfa marítima, el que da nombre a la isla. En tiempos helenísticos, Rodas se alió con los ptolemaicos de Egipto con bastante éxito económico. El mayor símbolo de esta época fue el conocido como Coloso de Rodas, una de las siete maravillas del mundo antiguo. Se trataba de una colosal estatua de al menos treinta metros que se levantó en el 280 a.C. Cayó décadas después y durante 800 años estuvo en el suelo, donde seguía deslumbrando a los visitantes de Rodas. Finalmente, los árabes lo despiezaron para vender su bronce. Entonces, los mejores años de Rodas habían pasado, pero volverían bajo los cruzados de la Orden de Malta, que situaron aquí su capital. Rediseñaron para ello la ciudad para dotarla de unas espectaculares fortificaciones.

Vista de Rodas con el Palacio del Gran Maestre

Tras una de las Guerras del Peloponeso, Rodas fue fundada en el 408 a.C. a unos tres kilómetros del actual centro histórico. Las relaciones de la históricamente neutral Rodas con Egipto enfadaron al macedonio Demetrius, que asedió la ciudad en el 305 a.C. Este asedio, uno de los más famosos de la Antigüedad, acabó fracasando y Rodas lo celebró con el Coloso. La ciudad se recuperó del terremoto en el que cayó este y disfrutó de mucha autonomía durante el dominio romano. Sin embargo, las intrigas del Imperio llevaron a Casio a destrozar la ciudad en el 42 a.C. y Rodas entró en declive. Otro terremoto en el 515 hizo que la ciudad abandonara su acrópolis y se desplazará donde está hoy. Salvo puntuales invasiones árabes y persas, Rodas fue una provincia bizantina especializada en labores marítimas. A comienzos del siglo XIV, el poder bizantino era inexistente y la isla estaba dirigida de facto por los turcos. Entonces, en el 1309, los caballero cruzados recuperan la isla para el cristianismo tras tres años de guerra.

Rodas entra en una nueva fase: la ciudad se rehace por completo a imagen de la ciudad medieval ideal europea. La toma de Rodas coincidió con la supresión del Temple, por lo que la Orden de Malta heredó muchos caballeros y riquezas. En el proyecto destacan sus murallas, construidas hasta 1465. Inmensos muros y un foso protegen toda la ciudad, salvo en la zona del puerto de Mandraki, donde se levantó una simple muralla almenada. En el interior se repartieron los barrios por nacionalidades y en el norte se construyó el palacio del Gran Maestro, que en realidad es un castillo medieval. Las fortificaciones resistieron un ataque mameluco y otro otomano dirigido por Mehmed II, justo antes de que un terremoto derribara buena parte de la muralla. Temerosos de un nuevo ataque, los caballeros arreglaron la fortificación en tiempo récord. Esta cayó, sin embargo, en 1522. El éxito de los otomanos se prolongó casi cuatro siglos, hasta que Italia se hizo con la isla hasta 1947.

Calle de los Caballeros en Rodas

Los casi cuatro kilómetros de fortificaciones son un escaso ejemplo de transición entre la Edad Media y Moderna, pues su evolución se congeló el día en que entraron las tropas otomanas. La técnica fundamental de las murallas es de mampostería de escombros para reducir el impacto de cañonazos, mientras que por fuera se alisaron las paredes para complicar su escalado. Hay once puertas, aunque no todas medievales, destacando las de Amboise o San Atanasio. También hay varios bastiones y torres, aunque la más famosa de estas cayó en el siglo XIX. El centro medieval es uno de los más grandes de Europa y aún viven en él 6.000 personas. Aquí sí se ve la mano otomana en forma de mezquitas o baños, que comparten espacio con construcciones cristianas. El palacio del Maestro es uno de los escasos ejemplos de gótico civil en la bizantina Grecia.

La isla de Rodas tiene un aeropuerto cerca de la capital. También es habitual llegar en crucero o ferri incluso desde Turquía, a pocos kilómetros de la isla. Se ha convertido en un lugar muy turístico gracias a los vuelos low cost, las playas y los balnearios, que abundan por los numerosos manantiales. Aún quedan zonas tranquilas de playas como Prasonini, una península protegida en el sur. El interior de la isla es montañoso y da para varias rutas de senderismo como el ascenso al punto más alto, el pico Attavyros. Ya en la ciudad, además de pasear el centro es imprescindible entrar al Palacio del Maestro, que también da acceso a los tours que recorren las murallas por arriba. La comida más típica de la isla es la pitaroudia, unas croquetas hechas con garbanzos.

Fotos: Guillén PérezBernard Gagnon

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