Ciudadela de campos de arroz
La de Ho Quý Ly es una de las figuras más controvertidas de la historia vietnamita. Los expertos no se ponen de acuerdo en si fue un visionario o simplemente un usurpador. Su estirpe procedía de China, un estado con el que tuvo una relación ambivalente. Por un lado, no puede negarse la influencia china en Ho Quý Ly, por ejemplo en su marcado neoconfucionismo. Por otro, China fue su mayor enemigo. A finales del siglo XIV, Ho Quý Ly era un regente del estado Dai Viet bajo la dinastía Tran. Sus líderes se habían acomodado a cortos liderazgos sostenidos por políticos como Ho. En 1399, este protagonizó un enrevesado golpe de estado: persuadió al rey Tay Do para abdicar en su hijo de solo tres años. Tras conseguirlo depuso al nuevo rey y, por si acaso, ejecutó a Tay Do. Ho cambió de nombre al país por el de Dai Ngu y arrancó uno de los periodos dinásticos más cortos de esta región. Su ciudadela, allí donde convenció y apresó a Tay Do, fue concebida desde el comienzo como un fortín. Simboliza las contradicciones de los Ho: profundamente china en su concepción y derrotada precisamente a manos de estos.
Ho Quý Ly declaró que tenía todo el derecho a gobernar porque su dinastía procedía de uno de los míticos dirigentes de China. Autonombrado en 1400, Ho tuvo tiempo de hacer muchas cosas antes de abdicar en 1402 en favor de su hijo, Ho Hán Thuong, a la manera Tran. Intentó modernizar su estado y lo expandió hacia el sur a costa de los champa. Mientras, los Tran supervivientes buscaron auxilio en los chinos Ming. Estos se mantuvieron distantes: ni apoyaban abiertamente a los Ho, ni estaban por la labor de atacar territorio amigo. Todo cambió cuando los Ho decidieron cortar por lo sano: atacaron un convoy de los Tran, llevándose por delante al embajador Ming. Fue el casus belli definitivo y el emperador Yongle fue a la guerra. Los Ming solo tardaron unos meses en derrotar a los Ho. La aventura de estos acabó en 1407 dando paso al cuarto periodo de dominación china en Vietnam, que duró veinte años. Ho hijo y padre fueron enviados a servir como soldados rasos a China, donde murieron poco después.
Estos veinte años y la forma de acceder al poder le valieron el descrédito a los Ho, pese a sus propuestas modernizadoras. Su principal legado físico está en su ciudadela. Esta fue acabada con Ho Quý Ly en 1497 y la nombró capital mudándola desde Than Long, actual Hanoi. La idea tras este cambio era que estaba en un terreno defendible y de buena agricultura, pero que estuviera en su tierra natal influyó. Fue levantada teniendo los preceptos chinos del feng shui muy claros, teniendo en cuenta elementos naturales circundantes. Luego se conectó con carreteras y canales. Derrotados los Ho, la ciudadela siguió siendo utilizada. Fue un centro político y militar cuando los vietnamitas recuperaron el control de sus territorios. A finales del siglo XVI, un nuevo cambio de dinastía llevó al desuso a la ciudad. Solo la dinastía Nguyen se fijó en ella. Sobre todo en su diseño, que fue la inspiración que necesitaron al levantar Hue.
Las labores arqueológicas más serias, no obstante, tuvieron que esperar a comienzos del siglo XXI. La ciudadela Ho forma un bello conjunto con las montañas Tuong So y Don Son y entre los ríos Ma y Buoi, sobre una explanada perfecta para el feng shui. Allí donde no había defensas naturales, los Ho levantaron un dique conocido como La Thanh. La ciudadela en sí es casi perfectamente cuadrada y tiene unos 875 metros de lado. A la mitad de cada uno se abre una puerta, siendo más monumental la sur. De esta parte una carretera de 2,5 kilómetros que nos lleva al altar Nam Giao. Las murallas de la ciudadela tienen hasta 21 metros de ancho en la base y están compuestas de grandes bloques de caliza. En el interior, desgraciadamente, no quedan edificios en pie y solo podemos ver campos de arroz. Solo los arqueólogos pudieron rescatar distintos materiales de construcción y artefactos.
La ciudadela se encuentra hoy al lado de la localidad de Vinh Loc. Está a unas tres horas al sur de Hanoi en transporte privado, por lo que está en los límites para considerarse una excursión de un día. Es mucho más recomendable dedicar un par de días a la zona sur de la capital y visitar de paso zonas más turísticas como las de la provincia de Ninh Binh como son el paisaje kárstico de Tam Coc y las cuevas de Trang An. La ciudadela en sí apenas tiene visitas más allá de algún vietnamita. La experiencia de esta junto a los pequeños pueblos de al lado será, por tanto, de inmersión en el Vietnam más rural, histórico y desconocido.
Fotos: Loi Nguyen Duc / Thành viên:Silviculture
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