Tallando el mayor templo budista
El principal monumento de Indonesia y orgullo de sus habitantes es, paradójicamente en una población tan mayoritariamente musulmana, el mayor templo budista del mundo. Borobudur no solo es una inmensa estupa de nueve niveles en forma de colina. No solo invita a la meditación y oración con sus 72 estatuas de Buda que rodean una gran cúpula central. No solo contiene una perfecta recreación de la vida de la isla de Java en el siglo IX gracias a sus 2.672 relieves. No solo supone la obra cumbre del arte budista mezclado con influencias javanesas y de los Gupta de la India. Borobudur es antes de nada un completo programa de filosofía budista: nos lleva a través del circuito desplegado en sus galerías desde el mundo de los deseos al mundo de las formas y, finalmente, al mundo sin forma, al nirvana. Este templo, cuidadosamente planificado, fue redescubierto en el siglo XIX. En 1975 protagonizó una de las campañas más importantes de la UNESCO cuando fue despiezado y reensamblado para salvarlo del colapso.
La dinastía javanesa de los Sailendra tomó el control de su isla sobre el siglo VII. En sus orígenes fueron budistas por la influencia de la ciudad-estado de Srivijaya, aunque luego saltaron al hinduismo. Antes del cambio construyeron Borobudur, cuyas obras comenzaron aproximadamente entre el 770 y 800 bajo la dirección de Gunadharma. A comienzos del siglo IX, sin fecha clara, se habían acabado las obras. Un siglo después, los Sailendra se habían desplazado al este y el hinduismo dominaba, por lo que Borobudur inició un declive que se acentuó con la llegada del Islam en el siglo XIV. El gobernador británico Sir Thomas Stamford Raffles fue avisado por locales de su existencia en 1814. Para estos nativos, Borobudur había perdido su sentido budista y era solo un símbolo de infortunio. Grupos de holandeses limpiaron de vegetación el templo, tarea finalizada en 1835. Pese a la publicación de algunos artículos, no fue hasta finales de siglo cuando se planteó una investigación a fondo. Se hizo a raíz del descubrimiento de los relieves de la base oculta. A comienzos del XX, Theodor van Erp dirigió las primeras obras de restauración. Involuntariamente crearon problemas estructurales, resueltos décadas después.
Borobudur se asienta en medio de la meseta Kedu, entre dos volcanes y dos ríos. Aprovecha un promontorio para formar una pirámide escalonada que alcanza 35 metros de altura divididos en nueve niveles. Los seis primeros son cuadrados y los tres últimos circulares. El nivel inferior, la base oculta, tiene 123 metros de ancho y se accede a él por cada una de las cuatro puertas en arco que hay. Seguramente se cubrió al advertir ciertas deficiencias en la estabilidad del templo. Los niveles cuadrados tienen un pasillo que se va reduciendo según subimos niveles. La zona de plataformas circulares es la que alberga las 72 pequeñas estupas, cada una con un Buda. Toda la estructura se construyó con piedra volcánica andesita y no se utilizó mortero. Además, los ingenieros tuvieron muy en cuenta un completo sistema de drenaje por las copiosas lluvias. En cuanto a los relieves, fueron esculpidos in situ, según se instalaba cada piso. Si entramos por la puerta este y caminamos hacia la izquierda iniciaremos el programa escultórico.
2.500 metros cuadrados de Borobudur están tallados. Su cosmología está perfectamente organizada. El Kamadhatu o mundo de los deseos está en la base oculta, de la que solo se puede ver una pequeña porción. El Rupadhatu o mundo de las formas ocupa los niveles cuadrados y el Arupadhatu o mundo informe la zona circular. No solo hay imágenes de Buda y otras deidades, sino que los relieves nos permiten conocer perfectamente la vida javanesa de la época: pueblos, ermitaños, arquitectura vernácula, cortesanos con estudiadas poses, etc. El relieve más famoso seguramente sea un navío de época que recientemente se construyó a tamaño natural. Los relieves iban pintados o cubiertos con pan de oro, pero se han perdido con el tiempo. Las estatuas de Buda, todas en posición de flor de loto pero con pequeñas variaciones, tendrían que sumar 504. Faltan solo 43, pero 300 no tienen cabeza.
Borobudur es el monumento más visitado de Indonesia y uno de los más importantes del sudeste asiático. Yogyakarta es la ciudad de entrada para Java Central y desde aquí es fácil encontrar transporte hasta Borobudur. Es muy aconsejable ver el amanecer o atardecer desde el templo: además de la luz disfrutaremos de cierta paz. La visita se complementa con los templos de Mendut y Pawon, alineados con este. También se puede visitar el museo de Karmawibhanga, que contiene artefactos del sitio y cuenta su restauración. En muchos museos veremos artefactos de Borobudur. Especialmente en el de Nacional de Bangkok, que se nutrió en el siglo XIX. Indonesia es mayoritariamente musulmana, pero los budistas del país acuden cada año en peregrinaje a Borobudur en la fiesta de Vesak, en la que se celebra el nacimiento y muerte de Buda.
Fotos: Uwe Aranas / Richard Droker
Esta entrada fue previamente publicada en colaboración con la web QueAprendemosHoy.
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