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Desierto de Lut

Desierto de Lut

Kermán, Sistán y Baluchistán y Jorasán del Sur (Irán)

Inhóspita belleza


Cuando medimos la temperatura de un lugar nos referimos a la temperatura ambiente del aire. Otra opción es medir la del suelo, que puede llegar a exceder en más de 30 grados la del aire. Se han llegado a registrar temperaturas puntuales de más de 90 grados, pero no es lo normal. No se queda lejos el desierto iraní de Lut, lugar del mundo en el que la NASA registra consistentemente las temperaturas más elevadas del planeta, por encima de los 70 grados. Azotado por fuertes vientos, este inhóspito lugar alberga algunas de las formaciones producto de la erosión eólica más espectaculares. Además de pedregales y enormes dunas, en Lut son famosas las crestas ondulantes masivas, conocidas como yardangs. Esta palabra de origen túrquico, introducida en el lenguaje científico por Sven Anders Hedin a comienzos del siglo XX, designa alargadas protuberancias de roca afectadas por la abrasión de la arena. Su aspecto depende tanto de la composición interna rocosa como la mecánica de fluidos y en Lut alcanzan gran belleza.

Paisaje de yardangs en Lut

Lut conforma el valle desértico más cálido, seco y extenso de Irán, con 480×320 kilómetros. Está hermanado con el desierto de Kavir, que es solo ligeramente más húmedo. En Lut, solo las breves lluvias en las montañas Kermán dejan fluir algo de agua que se evapora rápidamente al descender. En el desierto se distinguen varias zonas. Al este están las principales llanuras salinas a muy baja altitud, como Shurgaz-e Hamun. Recuerdan el origen geológico de esta zona, cubierta por lagos hace unos cinco millones de años. Por aquí transcurren algunos de los escasos ríos como el Rud-e Shur, cuyo cauce es tan salino al entrar en Lut que no tiene vegetación. En el centro están las principales formaciones rocosas como simas, gargantas y los apreciados yardangs, que llegan a alcanzar los 155 metros de altura. Son producto del intenso viento noroeste-sureste, especialmente erosionante entre junio y octubre, cuando una nube de pequeños granos de arena cubre la región. Esta dirección del viento se aprecia en los yardangs, orientados aerodinámicamente.

Cuando los afloramientos rocosos de los yardangs se agrupan en Lut se forman cordilleras paralelas denominadas kalut. Apenas se elevan del lecho rocoso, pero pueden alcanzar cuarenta kilómetros de longitud. En Lut son también habituales las llanuras pedregosas conocidas como hamada, mientras que al sureste, ocupando cerca de la mitad del desierto, dominan las dunas. Estamos ante algunas de las dunas más altas del planeta con unos 475 metros con variadas formas: alineadas, media luna, estrella, embudo, etc. En las zonas más húmedas existen nebkhas, dunas formadas alrededor de vegetación, que con doce metros alcanzan aquí la mayor altura registrada. Desde hace unos años, la zona más famosa de Lut es Gandom Beryan, una gran llanura de 480 kilómetros cuadrados en la que el color negro de origen volcánico amplifica el abrasante calor. Es aquí donde en determinadas épocas se han registrado consistentemente temperaturas de más de 70 grados, suficientes para freír un huevo. El nombre procede de una leyenda local, según la cual un fardo de trigo olvidado se horneó. Por último, alrededor de Lut hay montañas con abanicos fluviales que aportan sedimentos al desierto.

Cuencas saladas en Lut

Lut significa en persa un sitio desnudo en vegetación y agua. Ciertamente estamos ante uno de los sitios con menos vida del planeta, pero pese a la escasa investigación de la biodiversidad de Lut sabemos que esta afirmación tiene sus límites. Desde luego, todas las especies, principalmente flora e insectos, toleran las extremas condiciones captando agua con adaptaciones específicas. La historia de la ocupación humana es similar. Al contrario que muchas zonas del Sáhara, Lut no es un desierto joven, sino que lleva mucho siendo inhabitable. Paradójicamente, en los alrededores sí hay ciudades de gran antigüedad como Shahdad, con 5.000 años, y sitios arqueológicos que llevan atrás esa fecha. Pero en Lut como tal no se han aventurado ni las caravanas comerciales. Este aislamiento ha favorecido una conservación natural que contrarresta la compleja protección legal.

En la parte noroeste de Lut se acumulan varias poblaciones que funcionan como puerta del desierto. En Shafiabad están las oficinas del Parque, mientras que Shahdad es la más interesante turísticamente. Para entrar al desierto es imprescindible el 4×4 y es más que conveniente hacerlo con alguno de los tours ofrecidos para evitar viajar solos por zonas tan aisladas. Dentro de Lut se puede hacer noche en el campamento de Dehseyf. Es buena idea para evitar el calor más intenso, asistir al atardecer y amanecer y contemplar uno de los cielos más estrellados que existen por la ausencia de contaminación lumínica y humedad. En los alrededores podemos apreciar la dura forma de vida con alimentos típicos como dátiles, cítricos y dulces de frutos secos denominados gaz. De noviembre a marzo el calor es más soportable y no sopla viento.

Fotos: Ninara / Ninara

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