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El Reino de los Jardines de Dessau-Wörlitz

El Reino de los Jardines de Dessau-Wörlitz

Sajonia-Anhalt (Alemania)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 2 12, 2020
  • Category:

Naturalidad planificada


Anhalt-Dessau fue un pequeño principado o ducado, con capital en Dessau, que sobrevivió más de cuatro siglos dentro del Sacro Imperio Germánico. Leopoldo III fue uno de sus líderes más emblemáticos. Sus padres murieron pronto y él fue longevo, por lo que su gobierno se prolongó 66 años entre los siglos XVIII y XIX, en plena Ilustración. Declarado pacifista, dedicó sus esfuerzos al progreso social de su pueblo en educación, sanidad e industria. Junto a su amigo arquitecto Friedrich Wilhelm von Erdmannsdorff, Leopoldo se embarcó en varios viajes por Europa que influyeron en sus obras, especialmente de Inglaterra e Italia. Esta segunda se observa en su palacio de Wörlitz, uno de los primeros ejemplos de neoclasicismo palladiano en Alemania. El toque inglés se respira en el Reino de los Jardines de Dessau-Wörlitz, primero en estilo inglés en Alemania y el más extenso. Este tipo de jardines en los que el diseño busca la naturalidad, pese a estar planificados, llegó a uno de sus cúlmenes aquí, fuera de Inglaterra. 

Palacio principal del parque Wörlitz

El Reino de los Jardines arranca justo al este de Dessau y se extiende hasta Rehsen, siempre en la orilla sur del río Elba. El germen del proyecto nació antes de Leopoldo, cuando en el siglo XVII Juan Jorge II levantó la ciudad, palacio y jardín barroco de Oranienbaum. Casado con una holandesa, el estilo del país de su esposa impregnó todo el principado durante años y aún se deja notar en el diseño urbano de la ciudad anexa al palacio. Los conocimientos hidráulicos de los holandeses, además, sirvieron para contener las crecidas del Elba y desarrollar agrícolamente la región. El siglo XVIII traería vientos de cambio en Dessau-Wörlitz, también para Oranienbaum, cuyo palacio fue reformado para darle un estilo chino entonces en boga. No obstante, los esfuerzos de Leopoldo se centraron en Wörlitz. Clave fue Erdmannsdorff, cuyos esfuerzos aquí le valieron un puesto en Berlín y Potsdam a las órdenes del rey de Prusia. Antes construyó de 1769 a 1773 el palacio de Wörlitz. Los jardines llevaban un tiempo trabajándose, pero su diseño se prolongó cuarenta años.

A la muerte de Leopoldo en 1816, el proyecto estaba finalizado y toda la región se había convertido en el denominado Reino de los Jardines. Sus sucesores mantuvieron intacto el paisaje. Lamentablemente, en los años 30 del siglo XX una autopista y línea ferrocarril dividieron en cuatro partes el paisaje. La II Guerra Mundial, al menos, apenas produjo daños a los jardines, al contrario de lo que sucedió en la capital Dessau. En los últimos años se ha intentado revivir el espíritu educativo que tuvo originalmente el proyecto, que se apoyó en las ideas de Jean-Jacques Rousseau sobre la integración de la naturaleza en la educación. Este asunto anticipó hasta cierto punto el romanticismo del siglo XIX que tiene reflejo en Dessau-Wörlitz, con ejemplos como la Casa Gótica y réplicas de templos grecorromanos en ruinas, dos modas que explotarían en el siglo XIX. No obstante, el edificio estrella es el palacio neoclásico de Erdmannsdorff, decorado en el interior con trabajos de ebanistería y porcelana. A su lado está una sinagoga que simboliza la tolerancia religiosa de Leopoldo.

Isla rocosa y villa Hamilton en el parque Wörlitz

Más allá de palacios, Dessau-Wörlitz destaca especialmente por su extenso Wörlitzer Park, cuyo núcleo de más de cien hectáreas se complementa con otras 125 agrícolas. El parque está inserto en un canal natural que forma el Elba antes de volver a unirse unos kilómetros abajo, más algún brazo muerto como el Schönitzersee. Sobre estos canales se trabajó con diques para contener las crecidas del Elba, controladas por las denominadas Wachhäuser. Todo aparenta naturalidad en el parque, pero tanto las líneas visuales como los elementos arquitectónicos son decorativos. Son los denominados caprichos, entre los cuales los hay muy originales como una la isla rocosa con la Villa Hamilton, la isla de Rousseau, el ninfeo e incluso un volcán artificial, ingenio que Leopoldo mandó diseñar tras asombrarse con el Vesubio en su visita a Nápoles, donde hacía poco habían descubierto las ruinas de Pompeya. Hacia Dessau hay otros parques ingleses como Georgengarten o los alrededores de la casa Luisium. 

Dessau, famosa por su arquitectura Bauhaus, es la base idónea para visitar este paisaje cultural. Los aeropuertos de Leipzig y Berlín son los más cercanos y la mejor manera de llegar es en coche, aunque este no es imprescindible para ir a Wörlitz. Otra opción típica es visitar Dessau-Wörlitz en un crucero por el Elba. A las afueras de Dessau podemos llegar andando al Georgengarten y Luisium. Para Wörlitz podemos utilizar tren o bicicleta. Podemos visitar alguno de los edificios más icónicos, aunque el paseo se disfruta igualmente simplemente paseando por el parque. Lo más típico es alquilar una barca con remero-guía, llamadas góndolas como en Venecia, que nos llevará por los canales. Estas no funcionan en invierno, así que lo mejor es venir en primavera o verano.

Fotos: Rolf Cosar / Raycer

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