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Iglesia de la Ascensión de Kolomenskoye

Iglesia de la Ascensión de Kolomenskoye

Moscú (Rusia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 12 11, 2020
  • Category:

Celebrando con nuevo estilo


En 1526, la tensión en el Principado de Moscú era evidente. Basilio III llevaba veinte años felizmente casado con Solomonia Saburova, pero no había rastro de descendencia. Solomonia contaba ya con 35 años y la cosa no prometía, lo que anticipaba una incómoda situación para Basilio, morir sin heredero y pasar la corona a sus hermanos. Pese a la impoluta imagen de Solomonia, Basilio buscó una alternativa divorciándose para casarse con Elena Glinskaya, una bella joven de origen tártaro, no sin oposición del clero ortodoxo. Cuando la situación amenazaba con repetirse, Elena tuvo un hijo en 1530. Fue ni más ni menos que Iván IV el Terrible, uno de los dirigentes más influyentes en Rusia, fundador del zarato. Basilia, exultante, ordenó construir la iglesia de la Ascensión de Kolomenskoye para celebrar el fin del infortunio y la garantía en la sucesión. No fue cualquier iglesia, sino la traslación del estilo de cubierta en pabellón, típico del norte de Rusia, a las iglesias de piedra del centro del que poco después sería uno de los imperios más extensos gracias al propio Iván. 

Iglesia de Kolomenskoye en Moscú

La aldea de Kolomenskoye existe al menos desde el siglo XIV. A pocos kilómetros de la capital, sobre un pequeño promontorio a orillas de un pronunciado meandro del río Moscú, el paisaje encandiló a los príncipes moscovitas. El edificio más antiguo es la propia iglesia de la Ascensión, consagrada solemnemente el 3 de abril de 1532, poco después del segundo cumpleaños de Iván. Seguramente fue uno de los momentos más emotivos para Basilio, rodeado de su familia y el clero ortodoxo. La iglesia fue el impulso de Kolomenskoye, que se fortificó poco después y vio nacer el palacio imperial de verano en el siglo XVII, encargado por Alejo I. Pese a ser muy popular, con el traslado del zarato a San Petersburgo las estructuras de Kolomenskoye entraron en crisis. El palacio corrió peor suerte por ser completamente de madera y finalmente se demolió. El que vemos hoy es una fiel reconstrucción del año 2010. Décadas antes, en tiempos soviéticos, Kolomenskoye perdió su conexión con el zarato, pero gracias a Pyotr Baranovsky se convirtió en un repositorio de arquitectura rusa con el traslado de varios edificios.

Así, entre todos los edificios que vemos hoy en Kolomenskoye, la iglesia es sin duda el más relevante y original. No obstante, las restauraciones del templo han sido numerosas desde el siglo XVIII. La más influyente fue la última, realizada en los años 80 con un proyecto muy documentado. El estilo de la iglesia fue extraordinariamente influyente en su época gracias a su verticalidad, equiparada con el gótico por su cubierta en pabellón. Esta compuesta fundamentalmente por un tejado poligonal muy inclinado que termina en pico. La idea se aleja completamente de la arquitectura tradicional rusa, la bizantina, y conformó un estilo nacional que coincidió con el impulso del zarato. Originalmente un estilo propio de las iglesias de madera del norte, su traducción a la piedra implicó las características kokoshniks o buhardillas con frontones semicirculares o encebollados que sirven de soporte a la torre principal. Este estilo nacional tuvo su cénit en la iglesia de San Basilio en la plaza Roja de Moscú.

Vista de la torre de Kolomenskoye desde debajo

Junto al reluciente color blanco del enyesado exterior, este estilo tan vertical da sobrenombre a la iglesia de la Ascensión, la Columna Blanca. Todo en la Ascensión va encaminado a resaltar esta verticalidad. La planta inferior o podklet es de cruz griega, pero proporcionalmente tiene reducidas dimensiones que disminuyen aún más en el interior por el grueso de los muros. En la base destacan también las galerías abiertas y escaleras cubiertas, muy originales. Del centro de la iglesia surge la torre octogonal o chetverik, de 62 metros coronados por una cúpula. Realzan su figura estrechas pilastras, ventanas y las tres filas consecutivas de kokoshniks en cada uno de los ocho lados. Técnicamente fueron fundamentales los pequeños ladrillos Alevisovsky, introducidos por arquitectos italianos en la época. Es la nacionalidad que se especula tuvo el arquitecto, dato nunca confirmado.

Kolomenskoye es un museo al aire libre como pocos en Rusia, por lo que su visita desde Moscú es muy recomendable. Es fácil llegar desde el centro en metro, paradas  Kolomenskaya o Kashirskaya, pero en verano podemos llegar en barco. Además de la iglesia de la Ascensión hay otras originales del mismo siglo, como San Juan Bautista y San Jorge, el palacio reconstruido, etc. Todos están en un amplio parque con buenas vistas al centro en el que podemos ahorrarnos distancias con carritos eléctricos. En verano es también habitual ver conciertos. El parque como tal es gratuito y solo tendremos que pagar por los edificios o museos que visitemos. El más recomendable es el Museo y Reserva de Historia y Arquitectura, que conserva el iconostasis original de la Ascensión, sustituido en el XIX.

Fotos: 42recorder / Alexandr Samoyluk

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