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Iglesia de peregrinación de Wies

Iglesia de peregrinación de Wies

Baviera (Alemania)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 24 02, 2020
  • Category:

Templos oníricos


La de Wessobrunn fue una de las abadías más relevantes de Baviera. En ella se produjo una de las muestras de alto alemán antiguo escrito más importantes y, siglos después, albergó una de las escuelas de arte barroco más celebradas de Alemania. Secularizada y saqueada en el siglo XVIII, hoy sus restos son una sombra de lo que fueron, pero podemos encontrar su legado en otros puntos bávaros como la iglesia de Wies. De los 600 artesanos del estuco y arquitectos que salieron de la escuela, dos hermanos destacaron por encima del resto: Dominikus y Johann Baptist Zimmermann. Dominikus fue el encargado de llevar su amor por el barroco más extremadamente ornamentado, el rococó, a la arquitectura de Wies. El rococó fue un estilo nacido en Francia a comienzos del siglo XVIII que enarboló la bandera de la libertad de diseño por encima de la uniformidad barroca. Hoy, el estilo inspira exceso, pero es innegable que la exuberancia y color de la iglesia de Wies transmiten una alegría que pocos estilos alcanzan.

Interior de la iglesia de Wies

A finales del siglo XVI hubo en Baviera una alianza de albañiles y mamposteros alemanes con trabajadores de estuco italianos. Los primeros aprendieron la técnica a la perfección y empezaron a crear trabajos no solo localmente, sino fuera de Baviera, especialmente en Austria durante el siglo XVII. El cambio de siglo trajo la popularidad del rococó, estilo basado en los tonos pastel y dorados, curvas y asimetrías. Baviera, con Wessobrunn ocupando un lugar destacado, se convirtió en la región de referencia para el rococó alemán. Sin embargo, el estilo no estuvo mucho tiempo de moda, apenas medio siglo. A mediados del siglo XVIII empezó a declinar para dejar paso al neoclásico en una vuelta a la pureza y simplicidad tras los excesos del rococó. Lo diferencial de la versión alemana frente a la francesa es que el estilo traspasó las puertas de los palacios, donde nació, y se incorporó en las iglesias, algo poco común en Francia.

La iglesia de referencia del rococó alemán es Wies, a los pies de los Alpes bávaros. Su historia arranca con el peregrinaje para ver una imagen de madera de Jesucristo a la que supuestamente se le cayeron unas lágrimas en 1738. Primero se construyó una sencilla capilla, pero la cercana abadía premonstratense de Steingaden, con el abad Marinus Mayer a la cabeza, decidió levantar un templo a la altura de las circunstancias. Las historias de curaciones milagrosas frente a la imagen de Jesucristo estaban multiplicando las peregrinaciones. Es así como llegan los hermanos Zimmermann, que entre 1745 y 1754 acabarían la iglesia de Wies. Inicialmente, Dominikus trabajó en solitario con la arquitectura del templo, pero una vez acabó la base pidió ayuda a su hermano, pintor de la corte local. A ellos se unieron otros artistas como el escultor tirolés Anton Sturm para rematar el trabajo. Las profusas decoraciones y los materiales del rococó tienen su coste y a la abadía de Steingaden se le atragantó el proyecto. No se llegó a recuperar económicamente antes de su secularización en 1803, de la que Wies se salvó gracias a su peregrinaje.

Frescos de la bóveda de la iglesia de Wies

La iglesia tiene una original planta en forma de óvalo precedido por un pequeño nártex semicircular y extendido en la zona del coro y altar con una prolongación. El exterior es tremendamente sencillo y no anuncia la profusión de decoración en el interior. Arquitectónicamente, parejas de columnas sostienen la cúpula y grandes ventanales en todos los lados iluminan con fuerza el interior. La arquitectura de Dominikus es utilizada con el mismo sentido decorativo que pintura y escultura, lo que no quita para que la decoración culmine el trabajo. Así, hierro forjado y madera labrada en el coro, relieves pintados, colores usados para dar luminosidad, estatuas que parecen cobrar vida, un opulento órgano y trampantojos en el techo aumentando el espacio añaden al aire onírico a Wies. El templo transpira ligereza, vida y gusto por el detalle.

La desaparecida abadía de Steingaden formó una ciudad en la ruta que une Múnich con Füssen, ciudad muy turística por los castillos que la rodean, como Neuschwanstein. El desvío de Steingaden nos dejará en diez minutos en Wies. Si nos alojamos en Füssen podemos llegar en autobús. La iglesia deja pasar sin entrada alguna salvo durante las misas. Si tenemos suerte habrá algún concierto de órgano. Es aconsejable ir un día soleado para disfrutar de la luz en el interior. Tendremos más posibilidades en junio, mientras que alrededor del 14 se celebra la fiesta de las lágrimas en honor del hecho fundacional de Wies. Si nos gusta el rococó alemán estamos en la zona adecuada. Otras iglesias similares a Wies en la región son las de Ottobeuren, Ettal y Furstenfeldbruck.

Fotos: Eugene Phoen / ANBerlin [Ondré]

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