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Jardín botánico de Singapur

Jardín botánico de Singapur

Centro (Singapur)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 26 07, 2019
  • Category:

Estado jardín


Los jardines botánicos tienen como misión documentar, clasificar y conservar todo tipo de especies de flora. Como esta labor abarca el cultivo de muchas especies, se convierten inevitablemente en exóticos vergeles que atraen el interés de expertos y aficionados. Algunos de los muchísimos jardines botánicos repartidos por el mundo van más allá. El de la ciudad estado de Singapur es uno de ellos: su trabajo de investigación y educación ha influido a esta pequeña nación urbana como pocos. Una de las numerosas orquídeas híbridas producidas en este jardín se convirtió en 1981 en la flor nacional del país por simbolizar precisamente su mezcolanza cultural. Además, la influencia del botánico está siendo clave en la transformación de Singapur en una ciudad jardín: una utópica visión del urbanismo con más de un siglo de edad que aquí se ha rebautizado como “ciudad en un jardín”. La identidad nacional de Singapur incluye ahora una esencia ecologista en la que este jardín botánico con 150 años de antigüedad tiene mucho que ver.

Jardín de orquídeas en el botánico de Singapur

Hablar del jardín botánico no deja de ser hablar de Singapur. Este pequeño país situado al final de la península malaya se asienta sobre una isla y otros 62 islotes. La ciudad fue fundada por el británico Stamford Raffles en 1819 como centro comercial para la East India Company. La ciudad se independizó en 1963 para unirse al proyecto de Malasia, que en dos años abandonó por diferencias ideológicas. Con el paso de las décadas, las turbulencias internas dejaron paso al crecimiento económico exponencial, aunque no a la total libertad política. Al contrario que otros tigres asiáticos, Singapur tuvo la sensibilidad de incluir nuevos parámetros en su crecimiento: la nación más tecnológica, el país asiático con mayor desarrollo humano y, a pesar de su altísima densidad, uno de los países que más ha apostado por la ecología. La National Parks Board ha sido y es clave para conseguir que los más de 700 kilómetros cuadrados de Singapur puedan alternar rascacielos de cristal con espacios verdes. Incluso que ambos conceptos se unan.

El jardín botánico está tan íntimamente ligado a la historia de Singapur que el propio fundador, Stamford Raffles, naturalista convencido, fundó muy pronto un predecesor. No obstante, la institución actual nace oficialmente en 1859, cuando se entregan 32 hectáreas de terreno para iniciar el jardín. Siendo británicos, las referencias obligadas son los jardines de estilo inglés y los Kew Gardens, mayor botánico del mundo. Ambos influyeron al paisajista al mando, Lawrence Niven, que no obstante le dio el toque local que aquí supone el clima tropical. Aún en el siglo XIX, el jardín inició su labor investigadora. Su primer gran éxito fue la técnica de cultivo del caucho, que dio el liderazgo mundial a Malasia. La otra seña de identidad son las orquídeas. Su hibridación, liderada por el profesor Eric Holttum en la primera mitad del XX, ha hecho a Singapur liderar la creación y exportación de estas flores. Afortunadamente, los japoneses respetaron el jardín durante su ocupación en la II Guerra Mundial. Tras esta, el botánico ha seguido modernizándose sin freno.

Lago Symphony en el botánico de Singapur

En estos más de 150 años, el jardín ha ido sumando proyectos paisajísticos y arquitectónicos a partir de una zona de bosque tropical primitiva, algo que solo conservan Singapur y Río de Janeiro. Situado en el centro de la ciudad, el jardín tiene forma alargada, con dos kilómetros y medio de longitud en los que se distribuyen varias puertas como la renovada Tanglin. En el interior, la estrella es el jardín nacional de orquídeas, nutrido con mil especies y 2.000 híbridas. Arquitectónicamente destaca el Burkill Hall, a cuya espalda se conservan los híbridos más especiales: los que llevan nombres de personalidades que visitaron el jardín. Hay también edificios para recrear condiciones atmosféricas específicas de otras orquídeas. Además de más jardines y zonas abiertas con especies variadas, hay lagos artificiales como el Symphony, con un escenario usado habitualmente.

Singapur se está convirtiendo en uno de los destinos urbanos más habituales del sudeste asiático y buena parte de culpa la tiene su potente aeropuerto. El transporte en la ciudad es también muy completo y los jardines tienen su propia estación de tren, cruzada por dos líneas. Los visitan casi cinco millones de personas al año, en parte porque solo cierra cinco horas cada día y casi todo el recinto es gratuito: la excepción es el jardín de orquídeas. El jardín es muy grande y podemos dedicar perfectamente medio día. Hay que revisar la agenda de conciertos y, si vamos con niños, es fundamental ir al jardín Jacob Ballas. En Singapur hay otros impresionantes jardines como el original y moderno Gardens in the bay, así como reservas naturales. Singapur es un destino de compras y culinario como pocos. Llueve todo el año, pero el monzón es más intenso entre noviembre y enero.

Fotos: Choo Yut Shing / 玄史生 

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