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Kulangsu, un establecimiento internacional histórico

Kulangsu, un establecimiento internacional histórico

Fujian (China)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 12 02, 2020
  • Category:

Apertura forzosa


La isla de Kulangsu o Gulangyu cuenta con solo unos dos kilómetros cuadrados, pero es una de las más peculiares de China. Está completamente vetada a la entrada de vehículos, incluso bicicletas, que no pueden acceder a la inextricable madeja de callejuelas en las que se acumulan unos mil edificios históricos. La antigüedad de estos no es muy alta y nos lleva a la era en la que Kulangsu tuvo un papel clave en la apertura comercial internacional del país. Esta apertura no fue voluntaria. Llegó tras la firma del tratado de Nanking en 1842, que puso fin a la primera de las Guerras del Opio. Conjuntamente dieron la bienvenida a China a la modernidad para pesar de sus emperadores Qing. Xiamen, frente a la isla de Kulangsu, fue entonces designada como uno de los puertos comerciales internacionales de China. La isla atrajo así a muchos comerciantes europeos que junto a los posteriores emigrantes chinos regresados fueron dibujando una arquitectura y urbanismo con personalidad muy propia.

Vista de la heterogénea arquitectura de Kulangsu

El opio estaba de moda en China en el siglo XIX e India, controlada por Reino Unido, era el principal suministrador. Sin embargo, el comercio del opio no seguía los estrictos cauces marcados por el imperio Qing, que había fijado Cantón como único puerto para hacer negocios con las potencias europeas. Los británicos se saltaban habitualmente las leyes recurriendo a intermediarios, especialmente con el opio. El emperador Daoguang forzó la máquina prohibiendo su comercio y confiscando unas 1.200 toneladas. Le valió la primera de las rebeliones internas que acabarían con su dinastía décadas después y una guerra con Reino Unido. El desastroso tratado de Nanking, primero de una serie que China definiría luego como auténticas afrentas, entregó Hong Kong a Reino Unido y abrió cuatro puertos comerciales entre los que destacaron Shangái y Xiamen. La segunda se trataba de una isla en la desembocadura del río Jiulong y un buen puerto natural en la bahía Yundang. Había sido utilizado por los europeos, especialmente para exportaciones de té, pero los Qing impusieron luego el sistema Cantón.

Xiamen había sido también conquistada durante la propia Guerra del Opio. Los británicos dejaron en Kulangsu un destacamento para controlarla hasta la firma del tratado. La isla apenas tenía algunos asentamientos que empezaron a multiplicarse y unirse con la llegada de comerciantes europeos, diplomáticos y misioneros. Venían de todos los lados, pero Reino Unido se dejaba notar y hasta desplegó una policía especial de origen sij. Los europeos trajeron facilidades habituales en sus países como hospitales, colegios y carreteras. Kulangsu fue una fuerte influencia tanto cultural como tecnológica para el resto de la China continental. Esta etapa inicial fue un tanto anárquica y China puso orden en 1902. Estableció trece zonas como áreas extraterritoriales de trece estados. A pesar de la posterior ocupación japonesa, el inicio de la II Guerra Mundial provocó el aumento de población de chinos expatriados que buscaron aquí refugio añadiendo el último ingrediente a la multiculturalidad.

Vista de Kulangsu desde el mar

Kulangsu es una isla marcada por su clima subtropical y relieve montañoso, con dos cordilleras en poco espacio. Estos accidentes dividen físicamente los distritos de la isla y en varios puntos terminan en acantilados. De hecho, el nombre de la isla recuerda al golpeo de las olas contra estos. La densidad poblacional es alta y alterna villas lujosas con edificios más departamentales y de servicio. A nivel religioso, la diversidad de Kulangsu se refleja con mezcla de religiones chinas y cristianas. Los estilos también acumulan influencias como el fujian chino de los emigrantes chinos regresados, colonial indio, occidental, modernista y art decó. La fusión de todos ellos se denomina amoy decó, propio de la isla. La mezcla continúa en los jardines, que combinan características occidentales y orientales. Conectando todos los distritos hay una red de caminos con cuatro vías principales.

Xiamen, una de las ciudades más comerciales y modernas de China, es la puerta de entrada con su aeropuerto. Para llegar a Kulangsu hay que tomar un ferri, distinto si se es local o turista. Este turismo es muy alto, especialmente visitada por los mismos chinos, por lo que es muy recomendable no venir en fin de semana. La sensación en los ferris puede ser de auténtico agobio. También se pueden tomar otros barcos que alargan la navegación en torno a Kulangsu. En esta solo se puede caminar o coger uno de los cada vez más habituales carritos eléctricos. Los puntos de referencia son una gran estatua que representa al héroe local Koxinga, el punto más alto de la isla al que se puede llegar en teleférico y museos como el del piano, órgano o caligrafía. Entre los jardines destacan los de Shuzhuang y Haoyueyuan. Hay también actividades como teatro. Podemos acabar el día descansando en una de las playas de la isla.

Fotos: Jakob Montrasio / Xiquinho Silva

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