La pista del pilar
Asoka el grande fue un dirigente que controló buena parte del subcontinente indio durante el siglo III a.C. Tenía la costumbre de erigir pilares allí donde iba, pilares en los que dejaba una inscripción en lengua pali y bhrami. En uno de ellos, localizado en Lumbini, dejó escrito lo siguiente: «Rey Piyadasi, amado por los devas, en su vigésimo año de coronación, hizo por su cuenta una visita real, habiendo nacido aquí Buddha Sakyamuni». Asoka se había convertido al budismo y había visitado varios lugares sagrados para esta religión. Entre ellos acudió al lugar de nacimiento de Buda. Este había dejado escrito en el Parinibbana Sutta cuáles eran los cuatro sitios sagrados. Entre ellos estaba Lumbini, cuya pista se perdió durante siglos. Fue hasta que un equipo de arqueólogos descubrió el pilar de Asoka, lo que puso a Lumbini en el mapa del budismo. Se ha convertido en un lugar equiparable a Belén o La Meca y recibe miles de peregrinos anualmente. Situado en una zona de rica vegetación, a los pies del Himalaya, la visita se justifica por el simbolismo y los restos allí presentes.
Cuenta la leyenda que corría el año 623 a.C. cuando la reina Mayadevi, esposa del rey Suddodhana, iba de camino a Devadaha. Allí le esperaba su familia, pues era el lugar donde se había criado. Esta localidad no estaba lejos de Kapilavastu, los territorios de su marido. Por el camino decidió hacer una parada para admirar los famosos jardines de Lumbini. Tomó un baño sagrado en la charca de Puskarni y descansó bajo un árbol de sal. Justo entonces dio a luz a Sidarta Gautama. El pequeño Buda fue luego criado por su tía Mahapajapati Gotami, pues su madre murió. En el 249 a.C., el sitio ya recibía cierto flujo de peregrinos cuando Asoka lo visitó. Además del pilar, erigió cuatro templos, entre ellos el templo de ladrillo de Mayadevi. Los peregrinos acudieron hasta el siglo XV, cuando sin razón conocida Lumbini pasa al olvido y los templos se hicieron escombros poco a poco.
Así hasta 1896. En ese año, un grupo de arqueólogos nepalíes dirigidos por el alemán Alois Anton Führer descubrieron el pilar de Asoka fechado en el 245 a.C. Básicamente, fue la confirmación de distintas crónicas históricas que hablaban de Lumbini como el lugar de nacimiento de Buda. Hablamos de crónicas como la de Fa Xian en el siglo V, Hsuan Tsang en el VII o el rey Ripu Malla en el XIV. Posteriormente, se descubrió el templo de Mayadevi de Asoka y varios relieves que narraban el nacimiento de Buda. Recientemente, Robin Coningham ha profundizado en estos descubrimientos. Ha localizado un templo de madera fechado al menos en el siglo VI a.C. Este templo contiene trozos de raíces del árbol sal. Se conoce la costumbre de los primeros budistas en construir templos a partir de un árbol, los templos bodhigara. Por tanto, estaríamos hablando de los primeros templos aún en tiempos de Buda. Es sólo una hipótesis, pues el templo podría también ser prebudista.
El recinto actual en Lumbini mide 4,8 kilómetros de largo por 1,6 de ancho. Está bordeado por monasterios budistas. Al este están los de la corriente theravada y al oeste los mahayana y vajrayana. En el interior hay distintos elementos: ruinas de monasterios y estupas del siglo III a.C. hasta el XV, una higuera sagrada, la charca sagrada Puskarni, el pilar de Asoka y el templo Mayadevi. Además, hay construcciones modernas como una pagoda de la paz y unos cuantos templos construidos por gobiernos extranjeros tras la cesión de terrenos por parte de Nepal. El templo Mayadevi es también una construcción moderna erigida sobre los restos arqueológicos del templo de Asoka y los de madera. Durante todo el día hay peregrinos cantando y rezando.
Lumbini es un lugar alejado de las rutas más habituales de Nepal. Es un viaje largo desde Katmandú, unas nueve horas en autobús. La alternativa rápida es coger un vuelo hasta el aeropuerto Gautam Buddha en Siddharthanagar, a solo media hora de Lumbini. Los visitantes más habituales no son pues los montañeros o amantes del arte, sino viajeros de corte espiritual y peregrinos. Los restos no son deslumbrantes, pero sí muy simbólicos. No en vano, Lumbini es uno de los cuatro sitios sagrados junto a Kushinagar, Mahabodhi y Sarnath, los tres en la India. Incluso hay peregrinos hinduistas, para los cuales Gautama es un descendiente del dios Vishnu. Una vez visto el lugar de nacimiento en el pilar, conviene coger una bicicleta para recorrer el resto de sitios. Esto incluye el museo Lumbini, con artefactos de la época de Asoka. También se puede acercar uno a alguno de los numerosos monasterios, para lo cual se aconseja llevar algún tipo de ofrenda para los monjes. Es aconsejable ir a partir de octubre, cuando las lluvias ceden paso a la estación seca.
Foto: Charlie Phillips / Yves Picq
1 Comment
Muy buen reportaje histórico y cultural Muchas gracias