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Montañas Doradas del Altai

Montañas Doradas del Altai

Altai (Rusia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 10 06, 2021
  • Category:

Belleza remota


Tradicionalmente, la enorme región de Siberia se divide en dos partes por el río Yenisei, una de sus principales cuencas. La parte oeste, de unos dos millones y medio de kilómetros cuadrados, es básicamente una enorme llanura pantanosa con ríos tan importantes como el Ob-Irtysh. Esta pareja nace en la principal zona montañosa del oeste siberiano, las montañas de Altai. Esta extensa cordillera tiene su techo en el pico Belukha a 4.506 metros, aunque no es por su altura por lo que destaca, sino por lo remoto. De hecho, su apelativo de doradas, que es la etimología de su nombre, proviene de una leyenda que cuenta la historia de un adinerado montañista que llevaba un fardo de oro en Altai para cambiarlo por comida. Caminó y caminó sin éxito hasta que arrojó el oro al lago Teletskoye, el más famoso y bello de Altai. Este aislamiento ha tenido significativas ventajas para los variados ecosistemas de Altai, representantes de Siberia central. Multitud de flora y fauna tienen aquí su santuario, incluido el esquivo leopardo de las nieves.

Lago Kucherla en las montañas doradas de Altai

Geográficamente, las montañas Altai son el punto de encuentro de Rusia, China, Mongolia y Kazajistán. En su gran extensión se distinguen varias subcordilleras de complicado acceso como las montañas Saylyugem o los Alpes de Chuya o Katun. Todas tienen en común su origen geológico. Fueron el producto más septentrional del impacto de India sobre Asia. En el noreste se localiza su Reserva Natural homónima en torno al alargado lago Teletskoye, de 78 kilómetros de longitud y solo cinco de ancho. Rodeado de montañas y servido por multitud de riachuelos, el lago desagua en el río Biya, que forma el río Ob junto al Katun. Este llega de una región en el suroeste de Altai. El río nace en las faldas del monte Belukha, la zona más alta de Altai. Aquí, la norma son los glaciares y acusada verticalidad por su acción. Se encuentran también bellos lagos como el Kucherla. Unos kilómetros al sureste se encuentra la tercera zona de referencia, la llanura de Ukok. A más de 2.000 metros, esta meseta es un respiro en el que las praderas encuentran acomodo. 

Las tres zonas enriquecen la variedad de ecosistemas de Altai, donde podemos encontrar principalmente estepas, bosques boreales y tundra. Marcan la zona la altitud y el clima templado y húmedo en verano y frío, pero seco en invierno. Aunque la dureza del lugar limita su biodiversidad, solo en la reserva de Altai, la más diversa y estudiada, se han registrado 1.400 especies de flora con aproximadamente un quinto endémicas. Dominan los bosques de coníferas, incluidos algunos cedros de más de 400 años de edad. Entre los setenta mamíferos de Altai sobresalen el leopardo de las nieves, cuya población no está muy clara, y el carnero de Altai, el muflón de mayor tamaño que existe. Les acompañan cérvidos, jabalíes, lobos, linces y osos. También más de 300 especies de aves, principalmente los pequeños paseriformes, zancudas, de presa y gansos.

Llanura de Ukok en Altai

Pese a su inaccesibilidad, las montañas doradas de Altai tienen un gran simbolismo para muchos pueblos de las estepas, actuales y antiguos. Estos están englobados en la cultura Pazyryk, que fueron parte del pueblo nómada de los escitas, cuya extensión llega hasta Ucrania. La mejor prueba la encontramos en Ukok, donde gracias al permafrost se han hallado en gran estado de conservación momias en el interior de alargadas tumbas denominadas kurgan. La principal de todas, llamada la princesa de Ukok y del siglo V a.C., se considera uno de los principales hallazgos arqueológicos rusos del siglo XX. En el interior de los kurgan se han encontrado objetos metálicos, oro, pieles, textiles de gran valor y antigüedad, etc. Sin embargo, la consideración de Ukok como sitio sagrado para los actuales habitantes, la etnia altai, ha detenido más prospecciones. Este pueblo de origen túrquico ha recuperado su identidad en las montañas en los últimos años. Su pastoreo estacional es la única actividad extractiva permitida en Altai gracias a su sostenibilidad.

Es posible que, paulatinamente, otra amenaza sea el turismo, pero parece improbable, pues lo que ha preservado Altai continúa: su inaccesibilidad. La mejor manera de llegar a la región es tomar un vuelo hasta Gorno-Altaisk y desde ahí tomar la carretera R256 o Chuya, que corre en paralelo al río Katun en dirección a la frontera mongola. Podemos organizar alguna excursión en las aldeas de la carretera, pero es mejor llevarlo todo atado desde casa, especialmente por la antelación que exigen los permisos. En el caso del lago Teletskoye hay seis rutas disponibles principalmente desde la orilla norte, donde podemos también navegar. Para ir a Katun hay que viajar a Ust-Koksa, donde se organizan cinco recorridos de ecoturismo. Por último, Ukok es la zona más inaccesible. Solo se llega por los complicados puertos de una modesta carretera que parte de Kosh-Agach.

Fotos: Tatters / Zabara Alexander

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