Montes libres
Queen Nanny puede no ser un nombre familiar, pero si estamos en Jamaica hablamos de una heroína nacional. La transmisión oral nos cuenta que nació en la zona ashanti de Ghana, donde fue capturada a finales del siglo XVII y llevada como esclava a las plantaciones de caña de azúcar de Jamaica. Junto a otros compañeros, logró escapar para convertirse en lo que se denomina como cimarrones. Junto a Qua, Nanny lideró su propio grupo y fundó una ciudad libre. La habilidad estratégica de Nanny, que empezó por localizar la ciudad en un alto cerro mirando al río Quao, evitó durante mucho tiempo que los británicos los encontraran. De hecho, Nanny y los suyos lanzaban ataques de guerrilla para aprovisionarse en cuanto podían y atraer a nuevos esclavos: unos mil liberó en total. Era tal su leyenda que la acusaban de magia negra. La ciudad de Nanny cayó en 1734 sin saberse si ella murió en el ataque. En todo caso, su legado sigue presente entre los cimarrones del este, en los montes Azules y John Crow.
Ambas cordilleras se denominan conjuntamente Winward por los cimarrones y son Parque Nacional desde 1993. Ocupan el tercio este de la isla de Jamaica, muy tropical y montañoso. La tercera isla más grande del Caribe alcanza los 2.256 metros en el pico Blue Mountain, en cuyas laderas se cultiva uno de los cafés más afamados, que recibe también el nombre de las montañas. A solo 16 kilómetros de la costa, es una cordillera de gran prominencia. Contigua al este de ella, separada por el valle del río Grande, está la cordillera John Crow, donde la altura máxima se queda en 1.140 metros. El nombre se lo da la denominación que recibe en Jamaica el buitre americano cabecirrojo, especie emblemática. Ambas cordilleras comparten su impenetrabilidad por la rugosidad del terreno y su jungla. De hecho, John Crow no se atravesó de lado a lado hasta comienzos del siglo XX.
Que fueran tan inaccesibles fue la principal cualidad por la que supuso un escondite idóneo para los cimarrones. La palabra tiene origen antes de la llegada de los esclavos africanos, cuando el objetivo de los colonos eran los indígenas taínos. Estos habían llegado a la isla tan solo en el siglo X. Posteriormente, el término se generalizó para cualquier forma de resistencia. Se distinguieron tres clases de cimarrones, siendo el grupo de Nanny el más extremo e inspiración para otros movimientos similares. Hoy, mucho tiempo después del fin de la esclavitud y con el país independizado en 1962, el legado es aún palpable. Los cimarrones lograron en 1739 un acuerdo con los británicos para convivir en paz y se estableció una zona respetada por los colonos. Su legado es la red de caminos y los asentamientos localizados en sus cruces. Entre ellos destacó Nanny Town, levantado sobre un centro ceremonial taíno. También hay restos de estos indígenas en Katta-a-Wood, donde los cimarrones huyeron tras ser arrasada Nanny Town.
La acusada prominencia genera un gradiente de altitud que favorece flora de tipo tropical. Se distinguen hasta 800 especies diferentes, varias endémicas, que forman los bosques de pluvisilva en los que se protegen más de 200 especies de aves. Muchas de las plantas de las Montañas Azules y John Crow son medicinales y empezaron a ser recolectadas por Nanny y sus cimarrones de Winward. Es parte del legado intangible de esta era en la que lo natural se unía a lo cultural y artístico. Esto incluye dos lenguas usadas ceremonialmente, cocina, música, danza, literatura, etc. El símbolo que lo resume es el ritual de curación Kromanti, en el que se usan dos instrumentos propios: el abeng y el tambor kromanti. Las montañas son sagradas para los cimarrones, tanto por residir allí sus ancestros como por la sacralidad que les atribuyen.
Los Montes Azules y John Crow están solo kilómetros al noreste de Kingston, la capital de Jamaica. Es factible una excursión de un día que será fácil de contratar en la misma ciudad. Si queremos disfrutar de un ambiente puramente cimarrón tendremos que ir a Moore Town, a unas tres horas de Kingston, en la cara norte de las montañas. Encabeza una zona de antiguos cimarrones en la que viven unas 10.000 personas. De todos los caminos históricos de los cimarrones, el más importante es el trekking de Cunha Cunha. Más típico es subir al pico Blue Mountain. Se trata de un recorrido de unos diez kilómetros hasta la cima. Se suele hacer de noche para ver el amanecer desde arriba. Si el día está despejado se pueden ver las dos costas del país y la isla de Cuba. Claverty Cottage y Hagley Gap son las dos localidades cafeteras por excelencia. Esta variedad se exporta principalmente a Japón, por lo que hay que aprovechar la estancia en la isla para probarlo y comprarlo.
Fotos: Kent MacElwee / Michael L. Dorn
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