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Paisaje cultural industrial de Fray Bentos

Paisaje cultural industrial de Fray Bentos

Río Negro (Uruguay)

Proteína barata


Aunque olvidado por muchos, el alemán Justus von Liebig ha sido uno de los químicos más influyentes de la historia. Desarrolló su actividad en el siglo XIX en química orgánica, didáctica universitaria y bioquímica. En relación a esta última aportó avances a la industria como el uso de fertilizantes y el procesado de alimentos. Von Liebig se unió a una empresa, la Liebig Extract of Meat Company, para desarrollar sus descubrimientos. La carne siempre ha sido un producto de alto coste y Von Liebig vislumbró una forma de abaratar su consumo sin perder cualidades alimenticias. Su idea básica era extraer el caldo de carne y concentrarlo. Al ser conservado sin refrigeración, además, se podía producir en lugares del mundo donde la carne fuera barata y luego distribuirla en Europa. Uruguay fue el lugar elegido por su numeroso ganado bovino. En concreto, Fray Bentos reunió todas las necesidades: agua, grandes praderas para el ganado y mano de obra. Este extracto fue el primero de varios productos que conformaron la Revolución Industrial en el país.

Fábrica principal de Fray Bentos

Justus von Liebig publicó su método de extracción de carne en 1847 poniéndolo al servicio de cualquier empresa que deseara producirlo, pero el coste de la carne europea no hacía rentable el negocio. El ingeniero George Giebert se alió con el químico tras proponerle la idea de buscar una base en Sudamérica. Aquí, la carne era habitualmente un subproducto minusvalorado de la industria de la piel. A finales de 1864, la factoría no solo estaba en funcionamiento, sino que exportaba extracto de carne a Europa, donde von Liebig vigilaba su calidad y la publicitaba como el auténtico extracto. La batalla por la marca, sin embargo, la había perdido al no patentar el proceso. Aun así, las supuestas propiedades curativas alimentaron los beneficios y la empresa diversificó. Siguió investigando en el proceso de extracción mientras comercializaba con mucho éxito carne conservada en salmuera. Vendió 16 millones de latas en un año de la II Guerra Mundial. También empezaron a vender carne congelada utilizando las técnicas de refrigeración del ingeniero Charles Tellier en 1924. Justo ese año, la compañía se vendió al grupo Vestey.

Hoy, Fray Bentos sigue siendo una marca comercial para procesados cárnicos, pese a que la factoría cerró en 1979. Había cumplido un siglo distribuyendo carne a 55 países. Se había renombrado como Frigorífico Anglo del Uruguay, nombre que ha permanecido en el barrio obrero al abrigo de la factoría, El Anglo. La carne está íntimamente ligada a la historia de esta localidad uruguaya nacida en 1859 con el nombre de Villa Independencia para aprovechar la apertura a la navegación del río Uruguay. Praderas y acceso naval fueron claves para la elección de la fábrica, que atrajo mucha población. En Fray Bentos se formó una comunidad de trabajadores que ocuparon las casas levantadas por la empresa. Se juntaron hasta cincuenta nacionalidades, incluyendo setenta familias británicas que disfrutaban de otra calidad de vida, campo de golf incluido. A mediados del siglo XX, la mitad de la población trabajaba directamente para la compañía. Con el cierre, el flujo migratorio se invirtió, pero se contuvo rápidamente.

Barrio de El Anglo en Fray Bentos

El área residencial incluye el barrio obrero con sus sencillas casas diferenciadas entre las destinadas a familias y a solteros. Nada que ver con la llamada Casa Grande, mansión construida por George Giebert en 1868. Además hay edificios comunales como cafetería, club social, hospital y escuela. En la fábrica se distinguen dos partes divididas por el año 1924, cuando se instalaron las facilidades para el procesado de carne congelada. Esta segunda fase se impone visualmente por el gran edificio frigorífico con chimenea asociada. Se utilizaron entonces estructuras prefabricadas de acero y hormigón, salvo en la chimenea. En esta se usaron los ladrillos rojos que dominan la primera fase junto a los tejados de zinc y estructuras de hierro forjado o madera. De entonces se conservan la sala de máquinas, de procesado de carne, matadero, sala de calderas, etc., en varios casos con maquinaria. Todo el complejo está comunicado con carreteras, cintas transportadoras y pasarelas. 

Capital departamental, Fray Bentos tiene no obstante solo 25.000 habitantes. Se encuentra a unas cuatro horas de Montevideo, con muchos autobuses diarios. La zona industrial, sin embargo, no está en el centro sino en el barrio Anglo, un par de kilómetros al oeste. Tras varios intentos de revitalizar la zona sin demasiado éxito llegó la conversión a patrimonio industrial encabezada por el Museo de la Revolución Industrial. Podemos acceder por libre o, mejor, con una visita guiada. Duran más de una hora y no hay muchas, así que es mejor revisar horarios. Después podemos dar un paseo por el barrio obrero y acercarnos a la Casa Grande, también visitable, pero con horarios restringidos. En el centro de la ciudad podemos acercarnos al museo dedicado a Luis Alberto Solari, pintor nacido aquí.

Fotos: Eledu89 / Hegowiki

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