Arte rupestre de altura
La Gran Escarpadura es una larguísima sucesión de cordilleras que dividen Sudáfrica en dos: la planicie del norte, que acaba convirtiéndose en el Kalahari, y la región de El Cabo. De entre todas sus cordilleras, las máximas alturas se encuentran en la del dragón o Drakensberg. Es un territorio en el que lo normal es estar entre 2.000 y 3.000 metros sobre el nivel del mar. Su punto más alto está en el pico Thabana Ntlenyana, de 3.482 metros. Este pico se encuentra ya en territorio de Lesoto, un pequeño país rodeado por Sudáfrica. El este de este país es donde se encuentra la conjunción de Parques que protegen la zona más relevante de Drakensberg. Aquí, además, habitaron los San durante milenios. Dejaron su firma en más de 35.000 grabados en roca que suponen no solo la muestra de arte San más importante, sino una de las más relevantes muestras de arte rupestre al sur del Sáhara.
En la parte sudafricana tenemos más de mil kilómetros de montañas. El nivel de protección se parte en dos, entre el amplio Parque de Drakensberg y una zona no contigua, pero muy relevante: el Parque Provincial de Royal Natal. Toda la zona montañosa es simultáneamente fría, por la altitud y latitud, y lluviosa. De estas montañas parten las dos principales cuencas de Sudáfrica. Hacia el oeste, el Orange atraviesa todo el país. Hacia el este, el Tugela desemboca en el Índico. El Tugela es conocido porque en su curso se encuentra la segunda catarata más alta del mundo tras el salto del Ángel. Los 947 metros de salto forman parte de la espectacular zona de acantilados del Anfiteatro. Existen unas 250 plantas endémicas en Drakensberg. En la parte alta, el suelo está cubierto de hierbas altas de tipo tussok, habituales en las zonas frías del hemisferio sur. Según bajamos de altitud aparecen las coníferas, no muy comunes en Sudáfrica. En cuanto a la fauna, destacan las aves, con representantes como el buitre de El Cabo.
La cordillera Drakensberg toma en el país de Lesoto el nombre de montañas Maloti. Este pequeño país tiene el récord de ser el más alto del mundo. Su punto más bajo se sitúa a 1.400 metros sobre el nivel del mar y casi todo el país se encuentra por encima de los 1.800. El Parque de Sehlathebe, traducido como el escudo de la llanura, conforma la parte este del país en la frontera con Drakensberg. Sehlathebe fue el primer Parque Nacional en 1969 y ha servido para completar la protección del ecosistema. Aquí la elevación ronda habitualmente los 2.400 metros y el aislamiento es casi total. Además de buitres y quebrantahuesos, el Parque es relevante porque en sus ríos nada el Pseudobarbus quathlambae, un pez ya extinguido en Sudáfrica y, por tanto, endémico de Lesoto.
La combinación de capas de arenisca fácilmente erosionables y el duro basalto ha creado en estas dos zonas muchas cuevas. La etnia San, los principales recolectores-cazadores del sur de África, vivieron durante 4.000 años aquí, antes de desplazarse al norte, fuera incluso de Sudáfrica. Dejaron muestras de su arte desde la Edad de Piedra en más de 600 cuevas. En la garganta del río Ndedema está la principal zona, con 17 cuevas que acumulan más de 3.900 pinturas. La cueva de Sebaayeni destaca por encima del resto. Los temas más habituales de los San tienen que ver con la fauna, que representaban de forma realista o metafórica: los mismos San podían tomar forma animal en las pinturas. Además de los San, distintas etnias bantúes pintaron algunas cuevas más recientemente, en los siglos XIX y XX.
Para visitar la zona sudafricana, la gran ciudad más cercana es Durban. Desde aquí, lo mejor es coger un coche para aproximarse a alguno de los numerosos itinerarios que ofrece el Parque. Aquí se acumulan algunos de los más espectaculares del mundo. La Gran Travesía de Drakensberg es seguramente el más famoso, pero exigente trekking de todos. Consta de cerca de 240 kilómetros que los más avanzados tardan unos 8-10 días en recorrer. No tiene un camino prefijado, sino varias localizaciones consecutivas. Para llegar hay que ir a la carretera Bushman’s Nek y dejar el coche en el aparcamiento Sentinel. El Anfiteatro ofrece algunos trekking más asequibles, de un día. Uno lleva a la cima de Mount-Aux-Sources para ver la catarata de Tugela. También hay un circuito antropológico por la garganta del Ndedema para ver cuevas con arte rupestre. Está cerca de Giant’s Castle, donde está Bushman Cave Museum, un museo abierto didáctico y familiar. Visitar Lesoto implica volar a Thaba-Tseka y contratar algún 4×4, aunque en general todo es más complicado. Es fundamental viajar a estos Parques en primavera u otoño, para evitar tanto las lluvias de verano como el frío invernal.
Fotos: Jono Hey / Alessandro Passaré
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