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Parque Nacional del Banco de Arguin

Parque Nacional del Banco de Arguin

Dajlet Nuadibú e Inchiri (Mauritania)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 13 07, 2020
  • Category:

Oasis salino


Mauritania es un país dominado por el desierto. Salvo en las zonas del Sahel a orillas del río Senegal en la frontera sur, es muy complicado encontrar zonas verdes. Las lluvias son escasas incluso en la costa y la arena cubre de marrón el mapa. Los más de 750 kilómetros de costa se dividen en dos secciones muy definidas: la amplia bahía que parte de la península de Nuadibú y se cierra en el cabo Timiris y la eterna playa en torno a la capital Nuakchot. La primera es ecológicamente relevante gracias al Banco de Arguin, una zona costera conformada por dunas de arena, litorales poco profundos, pequeñas islas y pantanos costeros. La aridez de la costa contrasta con la rica vida marina que además atrae a muchas aves. Estamos ante uno de los humedales de agua salina más ricos de todo el continente, fundamental tanto para las aves migratorias que bordean la costa africana y anidan aquí como para una fauna marina construida a partir de las esplendorosas praderas marinas que forran el fondo marino.

Aves en el banco de Arguin

Desde Pointe Minou, al sur del puerto natural de la bahía de Nuadibú, hasta el cabo Timiris en el sur hay unos 160 kilómetros a vuelo de pájaro, pero todo el Parque Nacional del Banco de Arguin está repleto de pequeñas bahías, cabos e islas que hacen que el litoral multiplique su longitud. Climáticamente, Arguin no es diferente del desierto más interior en cuanto a la lluvia, pero aquí al menos los vientos del mar humedecen el ambiente y contrarrestan las tormentas de arena. Los vientos perfilan las dunas, mientras que la costa está dominada por las ciénagas y bancos de arena como la isla Tidra. El litoral rara vez supera los cinco metros de profundidad en varios kilómetros. Las interacciones entre mar y costa son la clave en Arguin. Se llevan formando miles de años gracias a los depósitos que van perfilando el litoral y que diariamente producen fuertes variaciones entre mareas. Estos depósitos formados por restos de marisco y arena van cubriendo la placa continental, de baja profundidad, antes de caer hacia la placa oceánica.

El mar es aquí la única garantía de suministro hidrológico, así que la vida bulle en él mucho más que fuera. Las praderas marinas albergan una ingente cantidad de peces, pero también de tortugas marinas, que pastan tranquilamente en ellas. Algunas amenazadas como la verde, carey, laúd o boba desovan en la costa de Arguin. La poca profundidad y profusión de alimento funcionan también como imán para los delfines, especialistas en estos ecosistemas. En tierra hay zonas de manglares, pero principalmente domina la flora sahariana con toques mediterráneos. Los arbustos escasean y los árboles son auténticos supervivientes. Suficiente para las aves migratorias, que estacionalmente llegan en cientos de miles. Se calcula que un tercio de las aves que hacen la ruta atlántica eligen Arguin para criar. Se han registrado unas 250 especies diferentes, muchas especialistas en el marisqueo y costas poco profundas como flamencos, correlimos, espátulas y varias caradriformes. El único mamífero común es la gacela.

Vista aérea de una aldea del banco de Arguin

El Banco de Arguin ha estado habitado desde hace siglos, como demuestran los montículos artificiales de restos de marisqueo que desde el Neolítico se han ido formando. Son similares a los del delta del Saloum, en el limítrofe Senegal. La etnia que lleva instalada desde hace mucho tiempo es la imraguen, que significa pescador en idioma bereber. Han depurado sus técnicas hasta el punto de aliarse con los delfines en la búsqueda de grandes cardúmenes de peces. La pesca imraguen es sostenible y algunos cientos de individuos viven dentro del Parque, establecido en 1978. El principal problema es la sobrepesca, especialmente fuera de los límites del Parque, pero lo suficientemente cerca para incidir en su población. Esta llega, sobre todo, de países europeos con licencia. Las potencias europeas están también representadas en la historia de Arguin por un fuerte portugués levantado en 1455 para comerciar con esclavos. Fue destruido tiempo después por tropas francesas.

La entrada al Banco de Arguin está en la autopista entre Nuakchot y Nuadibú, las dos ciudades más pobladas de Mauritania. Desde el desvío es imprescindible llegar en 4×4 hasta algún poblado imraguen como Iwik, pues el asfalto desaparece. En ellos podremos alojarnos en algún modesto alojamiento y completar la visita con pequeños barcos pesqueros con los que nos podremos adentrar en el litoral siguiendo la pista de aves y fauna marina y accediendo a puntos escénicos como el cabo Timiris. La especialidad culinaria de los imraguen es la botarga, huevas de pez saladas y secas. De vuelta a tierra hay un sorprendente itinerario en coche hasta Nuakchot por la inacabable playa siempre y cuando haya marea baja. Entre diciembre y enero veremos muchas más aves.

Fotos: Carlos Reis / Christine Vaufrey

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