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Ruinas de Kilwa Kisiwani y Songo Mnara

Ruinas de Kilwa Kisiwani y Songo Mnara

Lindi (Tanzania)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 31 05, 2018
  • Category:

Ruinas del auge suajili


Las cosas no pintaban bien para Ali ibn al-Hassan Shirazi cuando tomó rumbo al sur. En su Shiraz natal, en Persia, sus hermanos le habían negado su parte de herencia paterna. Expulsado de su tierra, su aventura en Mogadiscio no terminó bien cuando se enemistó con la nobleza local. Su última oportunidad la encontró al sur de Zanzíbar, en la costa suajili. Allí convenció a un dirigente bantú para que le vendiera una pequeña isla: Kilwa Kisiwani. Ali consiguió por fin encaminar su vida. Fundó el sultanato de Kilwa en el siglo X, que con el tiempo se convertiría en uno de los más exitosos de toda la zona. La base fue, como en el resto de ciudades suajili, el comercio. Kilwa era un nexo entre las mercancías interiores de África y sitios al otro lado del Índico como Arabia, Persia y la India. En el siglo XII, Kilwa compró la ciudad de Sofala y el oro de esta la terminó de encumbrar. Imparable, a finales del siglo XV controlaba toda la costa suajili bajo una federación de ciudades comerciales. La mezcla cultural entre bantúes, persas y árabes nos ha llegado casi intacta por los problemas que Kilwa arrastró desde el siglo XVI.

Pequeña mezquita en Kilwa Kisiwani

Kilwa Kisiwani había sido fundada en siglo VIII por bantúes, algo que se refleja en un diseño urbano distinto al de otras ciudades suajili de origen persa o árabe. En el siglo XIII se añadieron murallas para defender la creciente posición de la ciudad. Es también por entonces cuando muchos edificios empiezan a usar piedra coralina en vez de materiales perecederos. Es el reflejo de la creciente riqueza gracias al comercio de especias, conchas de tortuga, aceite de coco, marfil, oro y esclavos. En pleno auge, el sultanato empezó a debilitarse por las ambiciones personales de los visires de las ciudades confederadas, que preferían reinar en Kilwa Kisiwani a sus ciudades subsidiarias. En pleno embrollo suajili, con el considerado como usurpador Emir Ibrahim al frente de Kilwa, con las ciudades en pie de guerra por la situación, llegaron los portugueses. Primero con palabras amables, pero luego, aprovechando la situación y tejiendo alianzas con los rebeldes, Kilwa Kisiwani fue tomada en 1505.

Esto no puso fin a los tumultos, pues los bandos se reordenaron: los amigos de los portugueses frente a los nobles que se vieron afectados por las nuevas leyes mercantilistas de estilo europeo. Al final, el sultanato se deshizo en pequeñas entidades que el sultanato de Omán fue reclutando. Esto incluyó a Kilwa, que pasó a manos omaníes en 1512. La ciudad recuperó cierto estatus, pero su posición fue ya secundaria hasta que en el siglo XIX fue abandonada y olvidada. Un grupo de arqueólogos británico le devolvió su pasado en los años 50 al recuperar monedas, artefactos, cerámica local e importada, etc. Los británicos entendieron también el motivo final del abandono de Kilwa Kisiwani: la erosión del suelo donde se asienta la estaba hundiendo. El llamado Palacio de Husuni Kubwa, construido en el siglo XIV mirando al Índico, estaba al borde del colapso. La vegetación puede frenar esta erosión, pero requiere atención para evitar que las raíces se enganchen a la piedra coralina y rompan estructuras desde dentro.

Ruinas en Songo Mnara

Además del Palacio, en Kilwa Kisiwani destaca la mezquita del siglo X. Tuvo añadidos constantes hasta el siglo XV, pero se la considera una de las más antiguas de la costa suajili. La parte norte es más antigua, pero la cúpula de la parte sur es la más imponente. Fue descrita con pasión por Ibn Battuta en su viaje a Kilwa. Husuni Ndogo es el edificio más extraño por su poco habitual estilo y porque no se tiene clara su función, aunque se le llame pequeño fuerte. En otra isla pocos kilómetros al sur se encuentra una ciudad satélite de Kilwa: Songo Mnara. Fue ocupada entre los siglos XIV y XVI. Aquí han sobrevivido cinco mezquitas y varias decenas de residencias particulares que han aportado datos sobre la forma de vida de los suajili.

Kilwa es una zona muy poco turística en comparación con Zanzíbar. La ciudad moderna de Kilwa se llama Kilwa Masoko y está frente a la isla. Aquí es donde vinieron los habitantes de Kisiwani cuando la ciudad empezó a hundirse. Para venir aquí hay dos opciones: podemos tomar aviones que van a la isla de Mafia y hacen una parada en Kilwa Masoko, o por tierra tenemos unas cinco horas desde Dar es Salaam. Una vez en Kilwa Masoko, solo tenemos que alquilar una barca para cruzar el estrecho y llegar a las ruinas. Si llevamos con nosotros un guía las disfrutaremos más. Hay una tercera Kilwa llamada Kilwa Kivinji. Es un tranquilo pueblo costero de los tiempos de administración alemana que merece una visita. Si queremos descansar hay playas vírgenes espectaculares como la de Masoko Pwani. De mayo a noviembre evitaremos las lluvias.

Fotos: David StanleyRon Van Oers

 

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