Navigation Menu
Santuario de fauna de Manas

Santuario de fauna de Manas

Assam (India)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 25 07, 2020
  • Category:

Aluvión verde


Los duars son una franja de llanuras aluviales a los pies de la cara sur del Himalaya. Son la continuación geográfica de los terai, pero acotados específicamente a una franja de 350 kilómetros del este de India. Duar significa puerta, pues esta región es el acceso geográfico a Bután, realizado a través de 18 pasos por los que llegan los ríos del Himalaya. Estos, cargados en los glaciares y alimentados por el monzón, descargan ingentes cantidades de agua en los duars antes de desembocar en el río Brahmaputra, uno de los más caudalosos del planeta. A esta imponente hidrología, los duars suman un rico sustrato para conformar una de las zonas más fértiles del planeta. Entre los numerosos afluentes del Brahmaputra destaca el Manas, que supone a su vez el sistema fluvial más grande de Bután. En este país vertebra el Parque Nacional Real de Manas, caracterizado por las estribaciones finales del Himalaya. Al entrar en India, el paisaje cambia radicalmente en los duars, pero la protección continúa gracias al Santuario de Fauna homónimo.

Paisaje del Santuario de Manas

El mismo río Manas no deja de recoger distintas fuentes de agua en el Himalaya hasta abrirse paso pleno de caudal en la frontera. El Manas cambia entonces su fisionomía en la llanura de los duars. Las 40.000 hectáreas de la Reserva se encuentran entre los 100 y 250 metros sobre el nivel del mar. Esto se traduce en que el río pega un frenazo tras llegar desde las montañas y empieza a partirse en brazos, como el Beki, que forman una amplia zona pantanosa, especialmente durante las lluvias. Una quinta parte de la cuenca del Manas está protegida, especialmente en el lado butanés y aproximadamente la mitad del duar en la India. El sustrato de este está compuesto por varias capas de los restos aluviales que bajan con los ríos, lo que junto a la enorme cantidad de agua deja un deslumbrante manto verde. Dentro de Manas, el paisaje alterna entre tupidos bosques tropicales, llanuras aluviales y zonas abiertamente pantanosas que se inundan durante un corto espacio de tiempo.

La biodiversidad de Manas se encuentra entre las principales del mundo. Podemos dividirla en dos biomas: bosques selváticos y praderas de gran altura. Entre ambas se han registrado más de 500 especies de flora de las que casi cien son árboles. La combinación de bosques y praderas es ideal para cobijar la ingente y rica fauna que encuentra un auténtico santuario. Es especialmente relevante en aves, con unas 500 especies registradas, y mamíferos, con unos 55. Entre las más carismáticas están elefante indio, tigre de bengala y rinoceronte indio, pero es innegable que el cercano Parque de Kaziranga tiene poblaciones más nutridas. Manas, mientras, cuenta con especies menos conocidas, pero igualmente amenazadas, cuyo hábitat se ha reducido excepcionalmente. Algunas son el conejo de Assam, jabalí enano o langur dorado. Son solo tres de los 31 mamíferos amenazados que encuentran cobijo en Manas, donde destacan las poblaciones de osos perezosos y búfalos de agua salvajes. Aparte de los mamíferos, entre las vulnerables destacan la tortuga de visera de Assam y el ave sisón bengalí.

Dos rinocerontes en el Santuario de Manas

La protección de Manas arrancan en 1928, cuando cambió su régimen de Reserva de caza real a Santuario de fauna. Desde entonces ha ganado algo de terreno, pero no mucho. Para entender la relevancia de Manas basta con ver una vista satélite. Justo en la línea en que se acaba la protección empiezan los cultivos. Si los duars son fértiles para la naturaleza, también para el hombre, por lo que han sido explotados históricamente por su madera y plantaciones de té. Solo un pequeño poblado sobrevive en el interior, pero lo rodean más de cincuenta. El hábitat de su fauna está protegido legalmente, pero ha habido etapas de graves problemas por talas ilegales y caza furtiva. Los años 90 fueron los peores por la inestabilidad política con el descontento de los indígenas bodo y la aparición del terrorismo. Afortunadamente, la peor época parece superada.

La poblada ciudad de Guwahati es la puerta de entrada no solo a Assam, sino a todo el noreste indio, mucho menos turístico que el resto. Muchos turistas llegan con su viaje orientado directamente a visitar Kaziranga, pero es una lástima dejar de lado a Manas, aunque visitar ambos Parques requiere varios días por las distancias e infraestructuras. La mejor manera de acercarse a Manas es en tren. Son unas tres horas hasta Barpeta Road, donde continuaremos en coche hasta Bansbari, puerta de entrada central a orillas del río. Las dos formas habituales para moverse son en jeep y elefante. Se suele llegar hasta Mathanguri, en la frontera con Bután, viendo la fauna más icónica, aunque con toda probabilidad no la más amenazada. Aunque la situación ha mejorado, es buena idea informarse de las tensiones con los bodo. De mayo a septiembre es la estación de lluvias.

Fotos: Lonav Bharali / pxhere

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.