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Sitio sagrado del templo de Preah Vihear

Sitio sagrado del templo de Preah Vihear

Preah Vihear (Camboya)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 19 09, 2019
  • Category:

Templo de discordias


Camboya es un país que no se lleva bien con sus vecinos. Vietnam ocupó en el siglo XVII el valioso delta del Mekong. La historia de agravios con Tailandia viene de antes, cuando la precursora de este país, Ayutthaya, derrotó al declinante imperio jemer en el XV. Desde entonces, las hostilidades han alternado fases latentes y conflictos abiertos. Un lugar que simboliza como ningún otro esta hostilidad es el templo de Preah Vihear. Desgraciadamente para esta joya del patrimonio mundial, su posesión ha causado enfrentamientos que hasta han tenido al templo como campo de batalla. Nadie duda de que el templo es de origen jemer y que Camboya es la heredera natural de este imperio, pero ni siquiera esta es la razón que ha marcado un inacabado debate que de momento gana Camboya. Preah Vihear intenta vivir al margen de este. Apostado sobre un precipicio, es el templo jemer de más bella localización y atípica disposición. Alejado de casi todo, es un templo desconocido para muchos que le debe a su lejanía su conservación.

Vista aérea de Preah Vihear

Preah Vihear se asienta en la cima de una montaña de la frontera norte camboyana. Sus orígenes datan de antes del siglo IX, cuando una comunidad de ermitaños se estableció en varias cuevas del precipicio aún visibles. A comienzos del IX, Indrayudha levantó el primer templo en madera en honor a Shiva. Hay que esperar al XI para que la piedra arenisca haga presencia. Es de la mano de Suryavarman I, uno de los primeros jemeres budistas, que no obstante respetó el hinduismo. Las obras continuaron un tiempo, pero se fueron frenando por las dificultades del entorno: los corrimientos de tierra dañaban la estructura, que tenía que ser reforzada. Esto provocó que no se acabara hasta el siglo XII: Suryavarman II, responsable de Angkor Wat, llamó a su arquitecto principal, Divakarapandita, para finalizar Preah Vihear. Como sucediera con Angkor Wat, el templo fue ocupado por budistas, que lo mantuvieron un tiempo. La lejanía ayudó hasta que en el siglo XIX llegaron los franceses. Camboya los había requerido para defenderse de los tailandeses, pero aprovecharon para colonizar el país.

Así nacen las disputas. En concreto, cuando en 1904 Siam y Francia llegan a un acuerdo para definir las fronteras entre ambos. En el norte acuerdan situarla en las montañas Dangrek. En concreto, la línea divisoria de los ríos será la referencia. El problema es que esta regla deja a Preah Vihear del lado tailandés y los franceses no dudaron en incluirlo en su lado sin mayor explicación. Cuando en 1954 Camboya se independizó, los tailandeses ocuparon Preah Vihear argumentando que habían sido engañados. Ocho años después, la Corte Internacional de Justicia dio la razón a Camboya: haberse dado cuenta antes, dijeron. Tailandia aceptó a regañadientes, con públicas protestas. La lejanía e inaccesibilidad desde el lado camboyano tuvo luego sus consecuencias: en la era de los jemeres rojos supuso el último bastión tanto para el gobierno oficial en 1975 como para los propios jemeres rojos en 1998.

Puerta decorada en Preah Vihear

Preah Vihear está en la cara norte de las montañas Dangrek, de suave pendiente hacia Tailandia y hacia el sur el precipicio Pei Ta Da, de 550 metros. Esto hace del templo un excelente mirador de la llanura camboyana, solo punteada por las montañas Kulen. El eje es norte-sur, al contrario que la mayor parte de los templos jemeres, estirándose 800 metros con calzada y escalones. Estos conducen al santuario principal, situado en la cima del extremo sur. Se intercalan cinco gopuras o puertas monumentales, estratégicamente colocadas para ocultar el resto del templo hasta que las atraviesas. Estas gopuras tienen las principales esculturas y relieves, especialmente la cuarta gopura con el motivo hinduista del Batido del Océano de Leche. Alrededor de la segunda gopura hay bibliotecas con techo abovedado de ladrillos y la primera da acceso al santuario. Está rodeado por galerías al estilo de Angkor Wat, aunque el estilo decorativo del templo, muy puro, recuerda más a Banteay Srei.

Lo primero antes de visitar Preah Vihear es informarse de la situación de la frontera, pues ha habido momentos tensos con fuego cruzado. Una vez aclarado hay que mentalizarse de que está lejos y que el acceso más sencillo, el tailandés, está vetado. Desde Phom Penh hay transporte público hasta Sra Em, treinta kilómetros al sur. Desde Siem Reap son unas tres horas ida y mucha gente lo hace en un solo día, incluso combinando con Koh Ker y Beng Mealea en un agotador día. En todo caso, al llegar a la base hay dos opciones: subir en 4×4 o en escaleras. Escalones tendremos también gran cantidad en el propio templo. Al llegar al final del santuario hay que rodearlo para apreciar las vistas. Hay más ruinas y templos en la zona, pero todos en el lado tailandés.

Fotos: ខន វាសនា / Steve Bernacki

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