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Templos megalíticos de Malta

Templos megalíticos de Malta

Xagħra, Qrendi, Tarxien y Mġarr (Malta)

Megalitismo sin difusión


Pese a tener solo poco más de 300 kilómetros cuadrados, Malta está entre los lugares del mundo con estructuras humanas más antiguas. Sus islas, Malta y Gozo, fueron ocupadas hace más de 8.000 años. Se sabe que fueron grupos llegados principalmente de Sicilia, unos ochenta kilómetros al norte. Recibieron influencias de otros pueblos, pero con el paso de los siglos el agotamiento del sustrato y cambios climáticos llevaron al colapso y emigración. En el cuarto milenio a.C. se inicia un segundo periodo de ocupación, denominado periodo de los templos gracias a la excepcional colección de templos megalíticos que atesora Malta. Todo indica que a esta cultura le ocurrió lo mismo, de forma que en el 2350 a.C. se esfuma. Sucedidos luego por la Edad de Bronce y los fenicios en la Antigüedad, esta cultura megalítica tiene valor mucho más allá de lo local. Hablamos del conjunto de templos megalíticos mejor conservado del mundo. Algunos ejemplos como Ġgantija presumen de estar entre las primeras estructuras de la historia de la humanidad.

Templo de Ġgantija

Hasta el siglo XIX, muchos malteses estaban convencidos de que las islas habían estado habitadas por gigantes capaces de levantar las piedras que forman los templos, creencia que se ha conservado en nombres como Ġgantija. Las investigaciones arqueológicas científicas empezaron entonces. Con la isla bajo control británico se creó la sociedad arqueológica y geológica, uno de cuyos miembros, Antonio Annetto Caruana, fue clave para la temprana protección de los sitios. Otro maltés, Themistocles Zammit, los popularizó. Asociados inicialmente a los fenicios, las dataciones con radiocarbono en el siglo XX fijaron su fecha constructiva mucho más atrás de lo esperable. Clave en esta etapa fue John Davies Evans, cuya publicación en 1971 estableció las fechas hoy consensuadas. Se desestimó así la teoría difusionista aceptando que puede haber casos de culturas que evolucionen y declinen totalmente al margen del resto. Se encuadró la era de los templos en un periodo de menos de dos milenios con cinco fases marcadas por famosos templos como Ġgantija, Tarxien o el hipogeo de Saflieni.

Los seis templos megalíticos principales comparten ciertas características. Se preceden de un patio en forma elíptica, nivelado si es necesario, en uno de cuyos lados se encuentra la fachada del templo, cóncava y generalmente orientada al sur. Las construcciones está formadas por grandes bloques de piedras verticales, denominados ortostatos, con espacios para las entradas en trilito. Esta se extiende en un pasillo interior hasta llegar a un espacio abierto en el que confluyen dos o más cámaras en forma de D. Este diseño se puede complicar con un segundo pasillo y más cámaras. Exteriormente, los templos están construidos con resistente caliza, mientras que en el interior se usaron materiales más blandos para permitir sencillos bajorrelieves. Son esencialmente simbólicos como las espirales, aunque también hay plantas y animales. Lo que se desconoce es el techado. Se han expuesto varias teorías, siendo la más plausible la falsa bóveda. En cuanto a la función, sin saber muchos detalles los templos eran ceremoniales y no funerarios. 

Templo de Tarxien

Cada uno de los templos es una joya con sus particularidades en diseño y técnica constructiva. Ġgantija, en Gozo, está formado por los dos templos más antiguos, ambos rodeados con un murete. Ta’ Ħaġrat y Skorba coinciden en espacio y tiempo. Los dos son pequeños, pero al ser excavados más tarde han proporcionado mucha información. Se sabe que ambos fueron precedidos por aldeas neolíticas sobre las que se construyó cada templo. Ħaġar Qim es de la época, aunque su uso fue más prolongado y dio tiempo para enriquecer el diseño, con cámaras adosadas accesibles exteriormente. Al lado está Mnajdra, compuesto por tres templos de los que el más tardío es más famoso gracias a su alineamiento solar, lo que deja intuir funciones no solo rituales, sino como calendario. Se construyó en la fase Tarxien, a la que da nombre otro conjunto. Esta fase avanzada muestra diseños más complejos y relieves más ricos.

Para visitar los templos megalíticos lo más útil es un coche de alquiler, pues aunque hay autobuses tendremos más flexibilidad. Para Tarxien no es tan necesario, pues está cerca de La Valette, mientras que para Ġgantija tenemos que tomar un ferri hasta Gozo, isla que merece por sí sola al menos un día completo. Ħaġar Qim y Mnajdra se visitan conjuntamente y son los más turísticos, en parte por su contexto natural y por la infraestructura, pues disponen de audioguías. Como tal son frecuentados por grandes grupos, así que es mejor ir fuera de las horas centrales. Salvo para esta pareja, el resto requerirá más de nuestra imaginación y nos llevarán poco tiempo. La visita al Museo Nacional de Arqueología es fundamental para complementar los templos, pues los artefactos y principales relieves se encuentran aquí.

Fotos: Boris Gass / Enrique Íñiguez Rodríguez

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