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Timgad

Timgad

Batna (Argelia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 13 09, 2019
  • Category:

Cuadrícula perfecta


En el Renacimiento se impuso un modelo racional de urbanismo basado en la cuadrícula o damero, muy visible especialmente en las ciudades diseñadas desde cero, las coloniales. La inspiración de los renacentistas procedía del Imperio Romano. En realidad, los propios romanos se inspiraron a su vez en ciudades griegas como Priene y etruscas como Marzabotto. Fueron los primeros en diseñar sistemas cuadriculares con dos arterias principales que serían la norma en Roma: decumanus maximus y cardo maximus. La primera recorría cada ciudad de oeste a este y se cortaba en perpendicular con cardo, usualmente la principal. En el cruce era donde generalmente estaba el foro. Los romanos estandarizaron hasta tal punto sus campamentos militares, gérmenes de muchas ciudades, que un soldado podía orientarse en campamentos distantes entre sí. Decumanus y cardo son aún perceptibles en muchas ciudades de origen romano, pero el damero completo es más complicado de encontrar: la evolución medieval de muchas ciudades tendió al caos. Algunas ciudades abandonadas son los mejores exponentes. La más famosa es Pompeya, pero en Argelia hay una cuadrícula pura: Timgad.

Vista de Timgad

Marciana Traiana Thamugadi fue fundada en torno al año 100 por, como su nombre indica, Trajano, que también homenajeó a su madre Marcia. Lo de Timgud tiene origen bereber, pues suyo era este territorio numidio cuando los romanos lo conquistaron definitivamente a comienzos de nuestra era. Llevaban décadas gestionando su relación con los locales tras el fin de Cartago. Los bereberes no se aplacaron fácilmente y Trajano fundó Timgad para controlar grupos rebeldes en las cercanas montañas Aurés. Para ello fue poblada por veteranos de las guerras partas. Afortunadamente para Timgad, la convivencia fue plácida y progresó como granero del Imperio. Timgad fue también centro de cristianización en el norte de África. Aquí se desarrolló en concreto la herejía donatista gracias al obispo Optat. Los buenos tiempos acabaron con el declive del Imperio: los vándalos arrasaron la ciudad, que carecía de murallas. En el 535, el general bizantino Salomón se la encontró vacía y la repobló. Se ocupó hasta la llegada de los musulmanes.
Como ocurriera con ciudades como Leptis Magna, al abandono siguió lo lógico en el desierto: la arena lo cubrió todo. Igual que la ceniza de Pompeya, esta fue un fantástico conservante. Timgad pasó inadvertida hasta 1881, cuando un grupo de franceses, colonos de Argelia entonces, empezaron las labores arqueológicas. Además, evitaron la expansión de la cercana ciudad moderna. Desde el comienzo, los arqueólogos fueron conscientes del principal valor de Timgad: su diseño. Al contrario que la dura e inacabada tarea de Pompeya, aquí solo había que retirar toneladas de arena. Hoy la ciudad luce su diseño completo. Su damero se diseñó para 15.000 habitantes, pero en su cénit la ciudad superó el damero y se expandió con barrios más improvisados e irregulares. Timgad también comparte con Pompeya su cotidianeidad. Obviamente no se congeló en el tiempo como la ciudad italiana, pero en sus calles podemos sentir la forma de vida romana, una constante en el imperio. El mejor exponente es un grafiti en buen estado que reza: cazar, bañarse, jugar, reír. ¡Eso es vida!

Foro romano de Timgad

Timgad es un damero de 535 metros de lado formado por más de cien manzanas de igual tamaño separadas por calles similares. La uniformidad solo se rompe en los edificios más significativos. Había varias entradas, siendo la más monumental la oeste. Aquí se alza el arco de Trajano, con tres arcos y doce metros de altura. Abre a decumanus, mientras que cardo está columnada. En el centro está el foro y al lado el teatro, de unos 3.500 asientos. Hay también baños y termas, mercados, letrinas, templos y un par de necrópolis. Destaca la biblioteca, no tanto por su arquitectura como por su mera existencia, que revela el ubicuo aprecio de los romanos por la cultura. Bajo la dinastía severa, al final del siglo II, la ciudad gozó de su cénit, reflejado en mansiones como Sertius o la Hermafrodita, al sur del damero. Además, en Timgad hay restos bizantinos: una basílica y un fuerte.
Timgad es un paso obligatorio en Argelia. Pese a la cercanía a Europa, el turismo en Argelia es limitado y Timgad no es la excepción. Esto significa que las infraestructuras son limitadas y que el museo habitualmente está cerrado, pero por otro lado disfrutaremos de las ruinas casi en solitario. Casi todo el mundo la ve en ruta, entre la ciudad balneario de Batna y al otro lado del cañón de Ghoufi de la ciudad de Biskra. A pesar de que las casas no tienen techo, la experiencia es similar a Pompeya. Es interesante buscar algún punto alto en las colinas circundantes, o al menos en la parte alta del teatro, para apreciar el damero completo.

Fotos: Dan Sloan / LBM1948

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