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Viñedos, casas y bodegas de Champaña

Viñedos, casas y bodegas de Champaña

Champaña-Ardenas (Francia)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 28 06, 2018
  • Category:

Cultivando éxito


Ateniéndonos a lo objetivo, el champán es un vino espumoso, generalmente blanco, producido en la región francesa de Champaña-Ardenas. Simbólicamente es una bebida ligada al éxito, el lujo, la celebración y la victoria. Mucha culpa de este empuje lo tuvieron las campañas de publicidad de la región a finales del XIX. También momentos como el que protagonizó el piloto Dan Gurney en 1967 al ganar las 24 horas de Le Mans, cuando agitó su botella de champán descorchándola con efusividad. Así ganaron fama las pequeñas burbujas creadas en el proceso de carbonación que acompaña la segunda fermentación, que la producción indica que se realice antes de que acabe la primera. Este proceso, beneficiado con la adición de azúcar, fue descrito por el inglés Christopher Merret en su método champenoise en el siglo XVII. La región tardaría aún un par de siglos en extender este método. Aunque ahora extrañe, hasta el siglo XIX el vino de Champaña no era espumoso. Actualmente es la seña de identidad de las 350 millones de botellas anuales que se producen bajo una muy estricta denominación de origen. Este producto ha cambiado la fisionomía de la zona de producción, localizada en el valle del río Marne, con Reims y Epernay a la cabeza.

Bodega de la productora Pommery

La zona de Champaña ha tenido viñedos desde muy pronto: al menos desde el siglo II con los romanos. Desde el siglo VI, los monjes fueron los principales productores. Tiempo después, Reims se convirtió en la ciudad de coronación de los reyes franceses. El vino utilizado en las festividades era el de aquí, por lo que se procuró mejorar su calidad. No hay que olvidar que estamos muy al norte y la producción de vino aquí es compleja: lo más normal es que sea excesivamente ácido. Una figura clave fue el monje benedictino Dom Pérignon, que mejoró la calidad media. Sin embargo, lo que entendemos hoy por champán llegó con la Revolución Industrial. Los capitalistas llegaron a la zona y, en paralelo, un descubrimiento muy simple hizo viable el método champenoise. Se trató del muselet, la pequeña jaula de alambre que impide que el corcho salga expulsado por la fuerza de la carbonación. La producción se multiplicó y surgieron dos variedades: con y sin azúcar añadido. La segunda, llamada brut, era más del gusto de los británicos.

El paisaje de Champaña es puramente cultural. Mezcla ríos, bosques y colinas con los viñedos y sus pueblos asociados. El suelo combina una base de caliza, que conserva el agua, junto a un sustrato pobre, pero trabajado durante siglos. Hay cientos de viñedos, estando los más antiguos protegidos en Hautvillers, Aÿ y Mareuil-sur-Aÿ. Al lado de estas colinas encontramos cabañas para almacenar las vides con sus prensas para producir el zumo. En esta zona están las bodegas más antiguas excavadas exprofeso, como la de Thomas de 1673. Interesan la abadía de Hautvillers, donde estuvo Dom Pérignon, y el castillo de Montebello. La primera protoindustria surgió en Epernay, en la conocida como avenida de Champagne, una ruta comercial hacia Alemania. A sus lados surgieron viñedos, bodegas, puestos de venta y mansiones. Entre estas destaca Fort Chabrol, donde se desarrollaron investigaciones para paliar una dañina crisis de filoxera a comienzos del XX.

Viñedos en la región de Aÿ

Por entonces, la industrialización ya dominaba. Habían proliferado asentamientos allí donde los cultivos eran menos viables e industrias paralelas de corchos y botellas. Reims se convirtió en el foco principal. En concreto, su colina de Saint-Nicaise. Esta antigua zona de canteras de caliza subterráneas tenía algo idóneo: espacios ya preparados para funcionar como bodegas. Esto, unido a la red de transporte, abarató el crecimiento de estas bodegas. Con el tiempo, alrededor de Saint-Nicaise se levantaron obras gracias al dinero del champán: públicas como parques y privadas como el castillo de Crayeres o Villa Demoiselle.

La zona de Champaña se encuentra cerca de París, al noreste de la capital francesa. A Reims, cuya catedral merece ya una vista, y Epernay se puede llegar en transporte público. No obstante, es buena idea ir en coche para tener más libertad y visitar pequeños viñedos. La zona de Saint-Nicaise cuenta con multitud de bodegas dispuestas a explicar el proceso y ofrecer una cata por un precio. Es mejor reservar previamente. Si queremos llevarnos champán a casa no hace falta comprarlo aquí: en todo Reims los precios son parecidos. En Epernay también encontraremos bodegas como la famosa denominación de Moët & Chandon. Muchas casas están cerradas, pero abren todas para un festival que ocurre antes de Navidad. En esta zona hay rutas para bicicletas y trekking bien marcadas y no exigentes.

Fotos: Éole WindPline

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