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Zona de canales concéntricos del siglo XVII delimitada por el Singelgracht de Ámsterdam

Zona de canales concéntricos del siglo XVII delimitada por el Singelgracht de Ámsterdam

Holanda Septentrional (Países Bajos)

  • Author: info@viajealpatrimonio.com
  • Date Posted: 11 04, 2019
  • Category:

Urbanismo canalizado


La historia de Ámsterdam con el agua, como el resto de Países Bajos, viene de atrás. De hecho, su nombre proviene de la presa sobre el río Amstel que se levantó para contener inundaciones. La capital de Países Bajos es una ciudad tardía que durante un tiempo no pasó de puerto de pescadores. Al comenzar el siglo XVII, el país entero no era precisamente una potencia europea, pero una serie de circunstancias se dieron cita. La guerra con España dividió los Países Bajos y muchos comerciantes protestantes de Amberes recalaron aquí. Además, la construcción de barcos creció gracias a los aserraderos y se creó la monopolística Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales. Esta creó a su vez la considerada primera bolsa de valores del mundo en 1602 y poco después el banco de Ámsterdam, una especie de banco central. Ámsterdam decidió entonces acometer uno de los planes urbanísticos más ambiciosos y originales que han existido jamás. Se creó una red de canales con el ensanche grachtengordel, un programa racional que tuvo influencia mundial gracias a la expansión colonial holandesa.

Anillos concéntricos de canales de Ámsterdam

No se conoce el momento exacto del nacimiento de Ámsterdam, pero fue reconocida a comienzos del siglo XIV, siglo en el que aun estando en segundo plano creció comercialmente con la liga hanseática. Además de los comerciantes de Amberes, la situación religiosa más al sur atrajo a multitud de burgueses gracias a su hasta hoy abanderada tolerancia. Convirtieron a Ámsterdam en el centro impresor de Europa. Así entramos en el XVII, cuando asciende a ciudad más rica del planeta gracias a la flota que lo recorre de extremo a extremo. Tanto éxito levanta recelos en otros países, especialmente Inglaterra y Francia, que a base de guerras erosionan la posición del pequeño país. Tras llegar a su punto más bajo a comienzos del XIX, Ámsterdam remontó abriendo nuevas vías comerciales. Ya no sería dueña del comercio mundial, pero sí un actor europeo relevante. Lamentablemente, la II Guerra Mundial fue muy dura con la ciudad, que aún sigue recuperando su centro histórico.

Ámsterdam está situada en la desembocadura del río Amstel, frente a la antigua bahía IJ, a dos metros por debajo del nivel del mar y rodeada de pólderes. Un pantanal cubría sus alrededores cuando se decidió acometer el proyecto que la convertiría en una ciudad de canales. La comparación con Venecia es tópica y un tanto errónea: aquí son canales totalmente artificiales. Las noventa islas unidas por 400 puentes que la componen se dividen en una serie de canales concéntricos y radiales creados en el XVII. No nos han llegado los planes originales ni su autor, pero el objetivo fue dar alojo a la creciente población. Usar canales resultó lógico siendo los barcos su razón de ser y el agua un elemento ideal para defender la ciudad. Este factor se complementó con la Línea Defensiva de Ámsterdam en el siglo XIX. La ejecución de los canales empezó en 1613 por el noroeste y fue cubriendo Ámsterdam como un limpiaparabrisas durante todo el siglo. No fue un proyecto rápido. Es más, es inconcluso, pues el margen derecho del Amstel nunca se acabó. No había solo que crear canales, sino drenar todo el pantano.

Punto de unión de los canales Keizersgracht y Leidsegracht en Ámsterdam

El sentido fue principalmente residencial: los cuatro canales del grachtengordel son un ensanche lleno de casas. Solo la zona de Jordaan con el canal Brouwersgracht, al noroeste, se ocupó con almacenes. Los cuatro canales concéntricos son los llamados del patricio, emperador, princesa y Singel. Este último es el más interior. Antes del proyecto era el foso de facto que defendía Ámsterdam. Tras las obras fue el curvilíneo Spiegelgracht el que tomó esta función junto a un sistema de diques. Hacia el interior del Singel quedó el centro histórico, donde están los edificios más antiguos, encabezados por la iglesia vieja u Oude Kerk y un par de edificios de madera originales. En el XVII se impuso la característica arquitectura de ladrillos con frontones escalonados, símbolo del Renacimiento holandés. También hay barroco, especialmente en la plaza Dam, donde está el palacio real.

850.000 habitantes y cinco millones de turistas anuales se dan cita en Ámsterdam. Aunque muchos llegan a través del aeropuerto Schiphol, no hay mejor forma de llegar que por su estación central de ferrocarril, uno de sus principales edificios. Ámsterdam es famosa por su barrio Rojo, zona ciertamente sórdida donde la prostitución ocupa los escaparates, y por sus coffee shops, cada vez más en entredicho. Hay otros tipos de turismo: Ámsterdam tiene fantásticos museos que se juntan en una explanada donde están el clásico Rijksmuseum, el modernista Stedelijk y el Van Gogh. Aquí se suelen celebrar eventos y festivales. De estos hay decenas, destacando el Koningsdag, fiesta nacional teñida de naranja. Otras actividades habituales son pasear en bici, visitar la casa de Ana Frank, hacer un crucero por los canales, ir al Bloemenmarkt a comprar tulipanes, comer queso y beber cerveza.

Fotos: Swimmerguy269Alex DROP

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