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Zonas históricas del reino de Baekje

Zonas históricas del reino de Baekje

Chungcheong del Sur y Jeolla del Norte (Corea del Sur)

Puente entre China y Japón


Antes de su unificación, la península coreana estuvo dividida en tres protorreinos. Baekje ocupaba la zona suroeste, con Silla a su derecha y Koguryo por encima. El establecimiento del primero tiene mucho que ver precisamente con el último. Fue Onjo, hijo del fundador de Koguryo, quien en el año 18 a.C. organizó su propio reino. Por su origen común, Baekje mantuvo relaciones con Koguryo, pero también hicieron la guerra de manera recurrente. En esta etapa de la península, basada en impermeables monarquías y clanes tradicionales, la guerra era algo cotidiano, pero también hubo espacio para las relaciones internacionales. Baekje fue un reino que miró siempre al mar y a sus vecinos cercanos, esto es, China y Japón. En este sentido, se considera al reino coreano como el puente que hizo que las tres culturas se relacionaran más de lo que les gustaría aceptar hoy día. De China, Baekje importó especialmente su arte, con marcada presencia budista y fina escultura. Lo mejor de esta época se puede contemplar en sus dos últimas capitales: las antiguas Ungjin y Sabi.

Pagoda de Jeongnimsa

Cuenta la leyenda que So Seo-no, segunda mujer de Jumong, se llevó a sus hijos al sur cuando vio que no iban a gobernar Koguryo. Onjo combatió a su hermanastro y se ganó la posibilidad de gobernar su propio territorio. En la primera etapa, el reino se centró en la zona alrededor de la actual Seúl, en la capital conocida como Wirye. Sobre el siglo IV, Baekje alcanza un primer cénit dominando buena parte de la península. De China recibe el budismo, pero también se mantienen relaciones con Japón. En el siglo V, la presión desde el norte obliga a una retirada al sur, donde se establece la segunda capital en Ungjin, actual Gongju. Es una zona montañosa fácilmente defendible, pero que tampoco ayuda a las relaciones comerciales. Por eso, en cuanto pudieron, los dirigentes de Baekje se trasladaron a Sabi, actual Buyeo. Es el segundo florecimiento gracias a las relaciones con China. Sin embargo, sus aliados cambian de parecer y apoyan al reino rival de Silla, que acaba con Baekje en el 663 a pesar de los refuerzos japoneses.

El mayor legado Baekje que se ha conservado pertenece a las dos últimas etapas, desde el traslado a Ungjin hasta la derrota con Silla en Sabi. Además, se conservan restos en Iksan, capital secundaria durante el periodo de Sabi. Casi todo este legado se ha conservado enterrado durante siglos y ha salido a la luz en el siglo XX gracias a los arqueólogos. Gongju está situada entre montañas para su defensa. Esta etapa la marca el fuerte Gongsanseong del año 475. Sobre una colina y adaptándose perfectamente al terreno, el fuerte tiene dos kilómetros de murallas que fueron reconstruidas en piedra después de Baekje. De esta etapa se conservan siete tumbas, pero una centra la atención: la del rey Muryeong. Fue encontrada intacta con miles de objetos, especialmente diademas reales en oro, lo que la convierte en crucial para el entendimiento de Baekje. Su importancia es similar a la de Tutankamón para el antiguo Egipto.

Sección restaurada del fuerte de Gongsanseong

En el momento adecuado, en el 538 Baekje bajó a zonas más expuestas fundando Sabi. Se levantaron palacios acordes al nuevo esplendor. Las amenazas seguían estando ahí, no obstante, y la parte de atrás del palacio principal la conforma el fuerte de Busosanseong como vía de escape. Este fuerte fue luego utilizado durante siglos. Además, todo Sabi está rodeado por un cordón de seguridad con seis kilómetros de murallas de piedra y tierra. De esta época hay templos budistas como Jeongnimsa. Su pagoda de cinco pisos y solo ocho metros de piedra es una joya. Otro complejo, el de Mireuksaji Seoktap, es de gran tamaño. Está en la capital secundaria de Iskan, donde también se encuentra el palacio Wanggung-ri. Las tumbas de esta época están en Neungsan-ri. Su estilo es distinto, con techo plano en vez de cúpula.

Gongju y Buyeo son las ciudades modernas que visitar para conocer el legado Baekje, frecuentado por turistas coreanos y japoneses. Al estar los sitios centrados en la etapa final estamos ya un poco lejos de Seúl, a más de cien kilómetros, y más cerca de Daejeon. No obstante, hay transporte público directo desde la capital. En Gongju hay que echarle imaginación en el fuerte y la tumba del rey Muryeong no es visitable por dentro, hay una réplica. Merece más la pena ir al museo que conserva varios artefactos de su interior, aunque los principales están en el Museo Nacional de Corea en Seúl. En Buyeo se ven más sitios y hay tours guiados en inglés por los distintos sitios. La pagoda de cinco pisos es la estrella y también podremos ver dos museos de Baekje. Hay un festival cultural de este reino celebrado a medias entre ambas ciudades de mediados de septiembre a mediados de octubre.

Fotos: Republic of Korea  / Republic of Korea

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