Fiyi contemporánea
El archipiélago melanesio de Fiyi está formado por multitud de islas de origen volcánico, de las cuales 110 están habitadas. Dos de ellas concentran la inmensa mayoría de la población, cuyos nativos empezaron a poblar las islas hace unos 4.000 años. Fueron descubiertas por los europeos en el XVII y fue Reino Unido, en concreto, la que convenció a los nativos de las ventajas de ser colonizados. Tras ello, los británicos pusieron en marcha un sistema de trabajo no abonado similar al de Mauricio, lo que trajo a las islas multitud de población india. Ovalau es solo la sexta isla en tamaño con apenas 13×10 kilómetros y apenas viven unas 9.000 personas en ella. Sin embargo, en la corta historia de Fiyi, su capital Levuka ha jugado un papel relevante. Entre cocoteros y árboles de mango, la ciudad está localizada entre un extinto volcán y la costa, como el resto de ciudades de la isla. Levuka no solo fue la primera ciudad moderna de las Fiyi, sino que fue su primera capital como estado y como colonia. Su pasado comercial y las relaciones entre los nativos y los colonos marcaron en este tiempo su arquitectura.
Levuka tiene apenas 200 años. Fue fundada alrededor de 1820 por mercaderes europeos que necesitaban un puerto en las islas para poder operar. La protección natural del coral, la situación de la isla y las relaciones con los nativos de Ovalau propiciaron la elección de Levuka. Desde ese momento, la ciudad despunta como puesto comercial y de correos. Los primeros pobladores son una mezcla de comerciantes, misioneros, astilleros, especuladores, etc. que sobre 1870 suponen unos 2.000 expatriados. Entre ellos se cuentan los maristas, primera Orden en llegar a la isla en 1858 de mano del padre Breheret. 1871 es una fecha clave para Fiyi: es entonces cuando se funda como país moderno al lograrse la unificación de las distintas tribus tras 19 años de guerras. El vencedor, un antiguo caníbal convertido al catolicismo, es Seru Epenisa Cakobau. El nuevo estado fija la capital en Levuka, pero dura solo tres años, pues Cakobau ofreció las islas a Reino Unido. Una deuda pendiente imposible de pagar a EEUU y el deseo de cristianizar y modernizar el país fueron las razones. Levuka se mantuvo como capital local durante tres años más, pero los británicos la mudaron a Suva por las limitaciones orográficas de Levuka.
Aún con esta pérdida de poder político, Levuka retuvo el poder económico de su puerto gracias a la exportación de la copra, pulpa seca del coco. Sobre el año 1950, la popularidad del avión eliminó la necesidad de esta escala en la navegación. Desde entonces, Levuka ha sobrevivido gracias a que una empresa conservera japonesa se instaló aquí. Pese a su pérdida de protagonismo, Levuka quedará siempre como la primera ciudad de Fiyi en tener correo, banca, escuela, hospital, ayuntamiento, hotel o electricidad. Su historia se traslada a sus barrios: en Vitoga estaban los primeros europeos, en Baba los trabajadores del algodón indios y en Nasova la zona gubernamental. Como curiosidad, en Levuka también se localizó la primera sede de la masonería en el Pacífico sur y aún hoy tienen presencia pese a las reticencias de los católicos. No hace mucho se quemó su edificio principal en unas revueltas. Estaba hecho de madera y tenía más de un siglo.
No es el único: muchos edificios en Levuka están realizados en madera nativa y recubiertos de materiales europeos como el hierro corrugado. En general tienen una única planta, tejado a dos aguas y los más residenciales tienen una veranda o porche. Uno de los edificios que resume el pasado de Levuka es su centro municipal, construido en 1878. Contiene una sección del Museo de Fiyi y otras dependencias municipales. Está al lado del puerto histórico de Queens Wharf donde están los edificios de aduanas, correos y la autoridad portuaria. La iglesia más importante es la del Sagrado Corazón. La construyeron los maristas en estilo neogótico en 1858. Destaca su torre del reloj de 24 metros, que históricamente ha servido también como faro.
La entrada a Fiyi es a través de su capital en Suva. Está conectada por aire con Levuka, pero también es posible llegar con ferri desde Suva y otras ciudades de la isla principal, Viti Levu. Aunque no esté lejos, esto reduce el turismo de la isla. Levuka apenas tiene 3.000 habitantes. Dando un paseo por Beach Street veremos la ciudad visitando por el camino el museo local. Si queremos sentir el pasado de la ciudad, nos podemos alojar en el hotel Royal, con 150 años de historia. Una vez vista la ciudad podemos disfrutar de la isla contratando un taxi. En Ovalau tenemos playas, caminatas como el ascenso al punto más alto de la isla, que nos dará unas vistas impresionantes de las Fiyi, o actividades lúdicas como buceo, esnorkel, etc.
Fotos: Eric Fortin / Johannes Zielcke
Comentarios recientes