Personalidad en el Indo
La región india de Guyarat es una de las que más historia atesora. Como parte de la civilización del Indo se fundó aquí, por ejemplo, el puerto más antiguo que se conoce, Lothal. Su larga línea costera ha sido su razón de ser, pues Guyarat ha sido hogar de comerciantes conocidos hasta en la antigua Grecia. Su posición en el noroeste del subcontinente ha hecho que sea la primera en recibir influencias de esta dirección. El Islam fue una. Perdió el primer envite en el siglo VIII y la resistencia llegó hasta 1297, cuando Guyarat cayó a manos del sultanato de Delhi. Un siglo después, el gobernador local Zafar Khan aprovechó un momento de debilidad en Delhi causado por el atosigamiento de Tamerlán y se autonombró sultán independiente. Fundó la dinastía muzafarí, que gobernó hasta que en 1573 los mogoles conquistaron Guyarat. La capital del sultanato fue la recién creada ciudad de Ahmedabad, fundada por Ahmad Shah I. Pese a su continuo crecimiento, ha conservado un centro histórico de gran personalidad con mucho sabor de esta época.
El sultanato de Guyarat cambió las ciudades de referencia, pero el comercio siguió siendo el motor económico, siempre mirando al oeste. Egipto, Persia y la península arábiga alimentaron económica e intelectualmente la región. Interiormente, el sultán Muhammad Shah II consiguió contener a los rajputs locales reafirmando su poder. Ahmedabad, en la orilla este del río Sabarmati, fue fortificada a finales del siglo XV con diez kilómetros de murallas almenadas, bastiones y puertas que sobreviven. Esta etapa empezó a torcerse con la llegada de los portugueses, que no obstante fueron aliados contra los mogoles. Humayun conquistó puntualmente Guyarat, pero fue Akbar el que dio la puntilla. Acabó así la historia de Ahmedabad como capital de sultanato, pero la ciudad siguió siendo fuerte económicamente. Para los mogoles fue uno de los principales centros de exportación, principalmente de textiles.
La época maratha fue menos positiva y estuvo dominada por continuos conflictos que dañaron la ciudad. El siglo XIX fue el de la dominación británica, que impulsó industrialmente la base textil de Ahmedabad, unida por tren con Mumbai, centro económico del país. Esto no impidió que aquí se situara uno de los focos principales del independentismo indio gracias a la figura de Gandhi, muy activo en la ciudad. De nuevo, su localización fue clave en la partición de India en 1947. Guyarat estuvo en conflicto, cayendo del lado indio y recibiendo multitud de migrantes del lado pakistaní. El concepto de Ahmedabad cambió y hoy es la quinta más poblada del país pese al declive que supuso el traslado de la capital regional. Este ha afectado parcialmente a la conservación del centro histórico, marcado por los conocidos como pols. Son agrupaciones de cincuenta a cien viviendas con patio y entradas comunes que reúne a familias de una misma casta, profesión o religión. Los pols se agrupan en barrios llamados puras.
Los pols, unos 200 supervivientes, contienen la auténtica tradición arquitectónica de la ciudad, resumida en 12.000 viviendas históricas construidas con madera y ladrillo. Su estilo dominante se denomina indo-sarraceno en referencia a la fusión de estilos hindú y persa. El culmen de este intrincado estilo se refleja en el extraordinario trabajo de filigranas que es la celosía o jali de la mezquita Sidi Saiyyed, del siglo XVI. Más monumental aún por su tamaño es la mezquita del Viernes, la mayor del siglo XV indio. Tiene elementos sincréticos integrando las religiones jainista e hinduista. El mismo estilo ecléctico domina la mayor obra civil, el fuerte Bhadra, que dio origen a la ciudad antes de expandirse con las murallas. Con sus propias torres y entradas, destaca la triple arcada Teen Darwaza. Un elemento particular del Guyarat que encontraremos en Ahmedabad son los chabutros, torres destinadas a que las aves aniden. La Ahmedabad contemporánea también tiene obras modernas de arquitectos como Le Corbusier y Frank Lloyd Wright.
Con más de seis millones de habitantes que crecen rápidamente, Ahmedabad es no obstante una de las mejores ciudades indias para vivir. La mejor manera de llegar es por su aeropuerto evitando todo lo posible el coche. Todo paseo debe comenzar por la bulliciosa plaza de Manek Chowk, que va cambiando a lo largo del día. Además de los monumentos hay que visitar los gremios de artesanos, especialmente el textil. Hay rutas guiadas que también visitan algún pol. Es muy común también visitar el Ashram o monasterio fundado por Gandhi, un lugar de peregrinaje. De noviembre a febrero el calor es soportable. Hay fiestas entonces como la competición de cometas Uttarayan, bailes locales como Garba y festival de luces Deepavali en otoño. El plato local más famoso es un thali hecho con pan roti, legumbres, arroz y verduras. Es tan vegetariano como la cocina local.
Fotos: carol mitchell / Saad Akhtar
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