China tallada
La rama del budismo Vajrayāna parte de los principios de la Mahāyāna, pero se diferencia en el camino a la iluminación. Se la suele denominar esotérica por el carácter un tanto secreto de las enseñanzas del maestro al alumno, no al alcance de cualquiera. Tres maestros llegaron de la India durante la dinastía china Tang, en el siglo VII, pero esta rama se fue diluyendo. En los siglos XII-XIII, el monje Zhao Zhifeng se adelantó al advenimiento del Vajrayāna, posteriormente imperante con la dinastía Yuan. Zhifeng fue alumno de Liu Benzun, un experto esotérico. Su giro fue llevar este budismo, también llamado tántrico, a la vida diaria. Su filosofía, junto al folclore del centro de China, quedó plasmado en Dazu. Para ello reclutó a varios maestros escultores que perfilaron el monte Baoding o de los tesoros. Es la muestra más excepcional de Dazu, región que por entonces conocía la escultura a cielo abierto: 50.000 estatuas y 100.000 caracteres chinos dan fe de ello. Simbolizan la convivencia de budismo, taoísmo y confucionismo, tanto a nivel social como artístico.
Las primeras esculturas de Dazu datan del siglo VII, al comienzo de la dinastía Tang, pero hay que esperar al 892 para su impulso. Es cuando llega Wei Junjing, el otro nombre propio de Dazu. Este dirigente local eligió el monte Beishan para iniciar el proyecto más longevo de Dazu. Los Tang no duraron mucho más, pero poco importó, pues se siguió esculpiendo hasta el siglo XII. El resultado son unos 300 metros de pared esculpidos hasta unos 7-10 metros. Divididos en dos grupos, acumulan más de 250 nichos con hasta 10.0000 estatuas. En tan largo periodo se distinguen dos estilos según la dinastía. El primero llega hasta mediados del siglo X y está caracterizado por figurillas de pequeño tamaño. El mejor ejemplo es el nicho 254, con más de 500. El segundo periodo pertenece a la dinastía Song y llega hasta el final de Beishan. Las figuras ganan en tamaño y son más espléndidas y proporcionadas. El nicho 136, la cueva de la Rueda de plegaria, es el más destacable.
Mientras el trabajo no cesaba en Beishan, entre los siglos XI y XII se fueron formando otras tres zonas de esculturas alrededor de Dazu, aunque entre todas no suman la cantidad de Beishan. Sin embargo la complementan, pues son la demostración más patente de la hibridación y coexistencia de las tres religiones. La montaña Nan representa el taoísmo más puro y se suele nombrar como el mejor ejemplo escultórico chino de esta religión. Menos puro, con budismo incorporado, es el monte Shimen, que demuestra también la influencia del monte Tai en China durante la época. A estas religiones se suma la confuciana, tercera influencia de la espiritualidad china, en la cueva del monte Shizhuan. Es un atípico ejemplo de la confluencia de las tres religiones y el sitio más extenso de los tres.
El final de la historia de Dazu es también su momento álgido gracias a la llegada de Zhifeng. Baodingshan es la obra más original y completa de Dazu gracias a su particular estilo. Está marcado por un realismo renovado no sin cierta exageración en los gestos, sobre todo a la hora de representar el bien y el mal. Setenta años trabajó Zhifeng, que salvo unos añadidos en la era Ming acabó su trabajo. Baoding es una garganta en forma de U completamente excavada bajo la cuidadosa planificación del monje. En la parte superior está Xiaofowan, conjunto muy relacionado con el monasterio local. Abajo hay medio kilómetro de pared esculpida que llega a alcanzar los 25 metros de altura. Las 31 escenas diferentes están centradas en el budismo esotérico, aunque las otras dos religiones no se dejan de lado y están presentes. Además, Baoding es un compendio de la vida diaria de la China medieval de los Song: se representan la realeza, los oficiales y el pueblo llano. Las esculturas, que aún presentan policromía, fueron conservadas por monjes locales y casi desconocidas para el resto del país hasta 1952. Ese año empezó una profusa investigación.
Dazu está a poco más de hora y media de Chongqing, así que es factible visitar Dazu en un día si limitamos las cuevas a visitar. Si vamos a Dazu en autobús tendremos que conseguir transporte hasta las cuevas, todas alrededor de la ciudad. La excepción puede ser Beishan, a solo dos kilómetros del centro. Otra opción recomendable es hacer noche en Dazu, ciudad poco interesante, para ver más cuevas con más tranquilidad. Si venimos desde Chengde será imprescindible hacerlo así. Desconocidas para Occidente hasta hace no mucho, Dazu está ganando turismo internacional poco a poco. No obstante, la mayoría se limitan a Baodingshan, las más vistosas y compactas. Cerca de estas hay un jardín botánico centrado en la flor de loto bastante famoso.
Comentarios recientes