La esperanza del panda
La especie Ailuropoda melanoleuca, el entrañable oso panda, es una de las especies animales más simbólicas y carismáticas que existen. Símbolo de la protección animal como parte del logo de la WWF, requiere pocas presentaciones. De unos cien kilos de peso, lo más característico del panda es su suave pelaje de fondo blanco con manchas negras en ojos, hocico, orejas, hombros y patas. Es famosa también su casi total alimentación a base de bambú. Supone desde hace unos dos millones de años el 99% de su alimentación: se ha especializado interna y externamente para ello. La historia de su situación actual incluye dos componentes. Por un lado, el panda es un animal de una sensibilidad extraordinaria, con limitaciones en alimentación y cría. Por otro, la drástica reducción y fragmentación de su hábitat durante el siglo XX les llevó a una situación extrema. Afortunadamente, su estado ha mejorado y existe ahora una población de unos 2.000 individuos. Esto se refuerza con la famosa cría en cautividad, que añade unos 400 individuos más. La mayor parte de estos y la totalidad de los primeros están China, un país que cada día asume más como símbolo al panda. Como tal, el gobierno chino ha ido aumentando la protección del panda, cuyo santuario se localiza en las montañas Qionglai y Jiajin, en Sichuan.
Tres osos panda en el centro de Chengdu
Porque los pandas son animales de montaña: suelen vivir entre los 2.200 y los 3.200 metros. En estas montañas de Sichuan se localiza aproximadamente el 30% de los que viven en libertad. Lo más importante es que lo hacen en una zona amplia y continua, no en islas. En total es casi un millón de hectáreas en las que se cuentan siete reservas naturales y nueve parques escénicos. Las dos cordilleras de Sichuan se insertan entre la meseta de Chengdu por el este y la de Qinghai-Tibet por el oeste. La cordillera de Qionglai ocupa la parte norte y Jiajin continúa por el sur. No son precisamente cordilleras bajas: Qionglai tiene su techo en el monte Siguniang. Formado por cuatro picos diferentes, el más alto alcanza 6.250 metros y ha sido coronado muy pocas veces. Esta zona, al oeste, contiene glaciares que continúan como ríos hacia el este que, por tanto, es muy rugoso con profundas gargantas.
No solo hay pandas en Sichuan: en las montañas destacan las más de cien especies de mamíferos, un 20% de las que hay en China. Además del panda, hay otras tres especies relevantes por su situación amenazada: el panda rojo, que pese al nombre no es un pariente ni cercano del panda, el esquivo leopardo de las nieves en las zonas altas y la pantera nebulosa. La avifauna es también muy relevante: se cuentan varios géneros endémicos y más de 350 especies. Las grandes diferencias de altitud, de más de 5.500 metros, generan distintos climas desde el subtropical al alpino y, consecuentemente, una flora muy diversa. A ello contribuyen también los muy distintos sustratos y las conexiones con otras regiones florales. Se han contabilizado más de 5.000 especies de flora, 50 géneros endémicos y 67 especies protegidas. Varias de estas especies son plantas medicinales.
Un panda rojo en Qionglai
Nada puede hacer sombra al panda, todo sea dicho. Su punto caliente de protección se localiza en el valle de Wolong, en el condado de Wenchuan, donde en unas 200.000 hectáreas viven 150 pandas en libertad. La fama de Wolong, no obstante, procede de la decisión en los años 80 de construir aquí el principal centro de cría en cautividad. El esfuerzo de la WWF y el gobierno chino ha sido recompensado con decenas de nuevas crías que, eso sí, lo tienen difícil para vivir luego en libertad. En 2008 hubo un fuerte terremoto en Sichuan que dañó las instalaciones, hirió a algún panda y provocó que otros se escaparan. Se trasladaron todos al cercano y más moderno centro de Bifeng. Tras varios años de obras, en Wolong vuelve a haber pandas y en breve lo hará el turismo.
Este turismo puede resultar tan beneficioso como perjudicial para los pandas, dependiendo de cómo se administre y controle. El valle de Wolong ha vivido una época de estrés que habrá que tener en cuenta. La ciudad de referencia para esta zona es la macrópolis de Chengdu, de catorce millones de habitantes y situada a cien kilómetros. Las alternativas al centro de Wolong son tres: en la misma Chengdu hay un centro tremendamente turístico por el tamaño de la ciudad. Al sur, en Ya’an, está la base de Bifeng y al norte está la de Dujiangyan, la más reciente. En estos centros podemos ver los pandas o ir un poco más allá e involucrarnos en labores de voluntariado para su cuidado. Es también posible verlos en libertad, pero requiere permisos y las excursiones son muy caras. La zona es muy grande e incluye más actividades, como el montañismo en el monte Siguniang. Esta zona recibe muchas lluvias y es mejor evitar los meses de verano.
Fotos: chensiyuan / Phil Parsons
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