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Soltaniyeh

Soltaniyeh

Zanyán (Irán)

Inspiradora cúpula


Uno de los elementos arquitectónicos más antiguos, pero complejos, es la cúpula. Incorporadas a la arquitectura en tiempos mesopotámicos, se expandieron por distintos imperios. En la Edad Media fueron los bizantinos y musulmanes los más avanzados en su construcción, hasta que en el Renacimiento se expandieron por Europa occidental. Uno de los principales hitos fue el Duomo de Florencia, histórica obra de Filippo Brunelleschi que, por su tamaño, optó por la doble cúpula para dirigir el peso de la estructura. A falta de herramientas de simulación, Brunelleschi confió en sus cálculos, intuición y otros ejemplos. La cúpula del Panteón de Roma fue uno, pero su cúpula es simple. Es muy posible que le llegaran planos de una cúpula doble más moderna, pero lejana, Soltaniyeh. En esta ciudad persa del Ilkanato de origen mongol se había levantado esta imponente cúpula un siglo antes de las soluciones para el Duomo, a comienzos del siglo XIV. Corona el mausoleo del kan Öljeitü en una pequeña y sencilla ciudad del noroeste iraní. 

Cúpula de Soltaniyeh

El Ilkanato nació durante las campañas mongoles en Oriente Medio. Centrado en Irán, pero expandiéndose hasta Turquía, fue fundado en 1259 por Hulagu Kan, nieto de Gengis Kan, cuando el imperio mongol se disgregó en unidades autónomas. A finales de siglo, Ghazan se alejó de la influencia china y abrazó el Islam iniciando una nueva etapa. Al morir sin descendencia cedió el Ilkanato a su hermano Öljeitü. Este trasladó en el año 1306 la capital de Tabriz a Soltaniyeh, un reciente y modesto asentamiento. Öljeitü fue uno de los líderes más religiosamente inquietos. Fue bautizado cristiano, convertido al budismo y finalmente abrazó el Islam junto a su hermano. Incluso aquí cambió, pues pasó del sunismo al chiísmo tras conocer a varios maestros de esta segunda rama. Durante sus doce años de gobierno, Öljeitu intensificó los contactos comerciales con Europa y pacificó las revueltas internas entre clanes mongoles. Sin embargo, pocos años después, el Ilkanato se desintegró nuevamente y Soltaniyeh se convirtió en una modesta ciudad de provincias dedicada al comercio de la seda hasta que en el XVII prácticamente se abandonó.

La región volvió así a su tranquilo pasado de fértiles praderas ideales para la cría del mejor ganado persa, los caballos, y la caza real. En medio de las praderas se divisa el mausoleo, perdonado por Tamerlán durante su paso por el territorio, pero afectado por el declive de la ciudad. En el siglo XIX se acometieron las primeras obras de restauración, reforzadas en los años 70 con la participación de un equipo italiano. Dieron estabilidad a la estructura y empezaron a restaurar la decoración exterior e interior. Soltaniyeh recuperó así la capa de azulejos turquesa que decora exteriormente esta joya de la arquitectura mundial. La mayor parte de los arquitectos la consideran la primera doble cúpula de Persia, que sentó las bases para otras musulmanas como Khoja Ahmad Yasawi o el Taj Mahal. Todavía se considera una de las cúpulas más grandes del mundo tras Florencia y Santa Sofía. Prácticamente roza el límite teórico para una cúpula de 200 toneladas de ladrillos con sus 25 metros de diámetro y cincuenta de altura. 

Detalle de la cúpula de Soltaniyeh

Este prodigio sin autor conocido fue levantado entre 1302 y 1312. Se trata de un edificio de base rectangular sobre el que descansan los pisos superiores y la cúpula. La inclusión de la doble cúpula, además de ser un recurso para aislar térmicamente el interior, permitió que no fueran necesarios contrafuertes y que la transición desde el segundo piso con galería sea suave. Como en el caso de Florencia, la cúpula se apoya sobre una estructura octogonal que además se realza con un pequeño minarete en cada vértice que ayuda a la estabilidad. Interiormente, ocho enormes arcos elevados derivan el peso de la cúpula, que en el interior está dedicada con muqarnas, azulejos, bajorrelieves e inscripciones cúficas. Al lado del mausoleo están los restos de la ciudadela, hoy sitio arqueológico. De la antigua Soltaniyeh se conservan otros dos mausoleos octogonales de ladrillos: Sultan Chelebi Oghlu del siglo XIV y Mullah Hassan Kāshī del XVI. 

Soltaniyeh está 240 kilómetros al noroeste de Teherán, de camino a Tabriz. Es habitual verla en ruta en los circuitos por el noroeste del país, aunque lo normal es hacer noche en Zanyán, más activa. Desde esta podemos ir en transporte público a Soltaniyeh, cuya cúpula veremos desde kilómetros. Las reparaciones nunca han terminado del todo, así que no hay que descartar trabajos en el interior. Desde fuera, al menos, luce perfectamente. Pese a ello merece la pena entrar y dedicar parte de la mañana al mausoleo. Luego podemos acercarnos a los otros mausoleos, pero será necesario utilizar transporte privado. Esta zona de Irán es muy famosa por su espesas sopas Āsh.

Fotos: Zenith210 / Jamshydf

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