Corazón del Himalaya
Nepal es el estado que más extensión del Himalaya ocupa. Salvo una estrecha franja en el sur, su relieve es muy accidentado, por lo que mucha población se acumula en angostos valles. A unos 1.500 metros de altitud, el de Katmandú es de los más extensos, factor que atrajo a sus primeros pobladores hace más de 2.000 años. Se convirtió en paso obligado en el viaje de India al Tíbet. A los habitantes, resultado de una gran mezcla étnica, se les empezó a denominar nawar y tomaron forma política bajo la confederación Nepal Mandala. En 1736, sus vecinos del Reino Gorkha conquistaron el valle trasladando su capital aquí. Bajo la dinastía shah, Gorkha amplió sus territorios hasta la extensión del estado moderno. El regreso en el siglo XX del nombre de Nepal da una idea del poder económico y cultural que el valle de Katmandú ha tenido y tiene. También artísticamente, con más de cien monumentos civiles, budistas e hinduistas que se reparten en sus tres principales ciudades: Katmandú, Patan y Bhaktapur.
Seis millones de personas viven hoy donde no hace mucho había un gran lago cuyo sustrato no se ha asentado. Este hecho y la actividad tectónica hacen que Katmandú tenga uno de los mayores riesgos de catástrofe por terremoto del planeta, tendencia que se confirma cada pocos años. Uno de los peores acabó con el legado de la era Licchavi, predecesores de los Malla, líderes de Nepal Mandala. De esta época son las tres plazas urbanas que comparten nombre, Durbar, en referencia a los palacios reales que las adornan. La de Bhaktapur, capital del valle hasta el siglo XV, cuenta con el Palacio Real de las 55 Ventanas, que se acompaña de templos, estatuas de reyes Malla y la bellísimamente labrada Puerta Dorada. En Katmandú, la plaza lleva siendo 500 años el centro de la vida nacional gracias al palacio real Hanuman Dhoka. Cuenta con varios patios o chowks entre los que destaca Nasal. Patan es las ciudad más antigua. Aquí, el palacio comparte protagonismo con varios templos como Krishna Mandir.
Coronados por banderines triangulares similares a los de la peculiar bandera nacional, muchos de estos templos son hinduistas. Es la religión mayoritaria en Nepal, hasta hace poco oficial. También nacional es su deidad Pasupati, cuya figura es adorada en el templo de cabecera nepalí, Pashupatinath. A orillas del río Bagmati, el actual data del siglo XV. No estamos ante un único templo, sino un complejo formado por más de 500 monumentos. Todo gira en torno a una sagrada linga con cuatro rostros de Shiva. Solo puede ser tocada por uno de los cuatro sacerdotes principales, seleccionados entre los más eruditos del hinduismo. Mucho más pequeño, pero sobre el asentamiento nawar más antiguo del valle, el complejo monumental de Changu Narayan está dedicado a Visnu. Entre sus obras hay inscripciones y estatuas de los siglos V-VII, pero el templo principal data de 1702. Su plano general, a medio camino entre una śikhara y una pagoda, más sus materiales utilizados, madera finamente labrada y piedra, lo hacen único.
Pese a albergar el lugar de nacimiento de Buda y su dominación hasta el siglo XIII, hoy el budismo solo convence al 10% de los nepalíes. Además, está inevitablemente sincretizado con el hinduismo. Entre los principales monumentos destacan dos estupas mantenidas hoy por los refugiados tibetanos llegados en los 50: Boudhanath y Swayambhunath. Ambas tienen orígenes antiguos, gran tamaño, forma circular y un detalle muy identificable, los enormes ojos de Buda que las presiden simbolizando la visión omnipresente del profeta. Boudhanath es bastante más grande, de hecho es de las mayores del mundo, y es muy reverenciada por contener supuestamente la tumba del tercer Buda, Kassapa. Swayambhunath, más antigua, está sobre una colina boscosa al oeste de Katmandú. Multitud de peregrinos ascienden cada amanecer a través de 365 escalones.
El valle de Katmandú es la entrada por defecto a Nepal y parada obligatoria durante varios días antes y/o después de movernos a las cumbres del Himalaya o las llanuras de Chitwan. Dentro del valle es habitual tomar como base Katmandú para ver también Patan, pero hacer noche en Bhaktapur, una agradable ciudad cerrada al tráfico. El transporte público es limitado, así que lo más conveniente es contratar un conductor. Además de los monumentos principales, en distinto estado tras el terremoto de 2015, hay multitud de puntos de interés como la villa tradicional de Khokana y su industria de aceite de mostaza. La comida del valle es muy rica, con protagonismo de la carne de búfalo. En invierno hace mucho frío y en verano llueve a mares, así que lo que mejor es primavera u otoño. La fiesta hinduista Maha Shivaratri es la principal en el valle y Nepal. Se celebra en el templo Pashupatinath donde se agolpan cientos de miles de devotos.
Fotos: Michael Foley / twiga269 ॐ FEMEN
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